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Mensaje. La vida Antigua y La vida Nueva (4). Hno. Isaías Rodríguez. Introducción. Recordando los dos mensajes anteriores. Texto. Colosenses 3:18- 4:1. Idea Exegética.

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Presentation Transcript


  1. Mensaje La vida Antigua y La vida Nueva (4) Hno. Isaías Rodríguez

  2. Introducción Recordando los dos mensajes anteriores.

  3. Texto Colosenses 3:18- 4:1

  4. Idea Exegética El apóstol Pablo presenta aquí un orden para las relaciones familiares que debe distinguir a los cristianos de los no cristianos

  5. Proposición Hagamos de nuestras relaciones familiares un ejemplo vivo de nuestra convicción cristiana.

  6. Pregunta ¿Cómo podemos hacer que nuestras relaciones familiares se conviertan en un ejemplo vivo de nuestra convicción cristiana?

  7. Transición En este mensaje vamos a considerar brevemente lo que deben ser nuestras relaciones familiares. Si podemos observar las instrucciones del apóstol en cada nivel de relaciones, nuestro testimonio será verdaderamente positivo.

  8. I. Consideraciones Preliminares A. La familia, en los tiempos de Pablo. B. En el texto que leímos podemos observar dos cuestiones estructurales básicas…

  9. La primera es que el texto inicia con lo relativo a la relación conyugal y de ahí se mueve a otro nivel, un poco más amplio, el de la relación entre los hijos y los padres, para concluir con mandamientos relativos a un tercer nivel de relación dentro de la estructura familiar, la de los siervos y los amos.

  10. La segunda cuestión estructural se observa en cada pareja de exhortaciones. Pablo se dirige primero al elemento que se debe someter.

  11. Hay algo que queda claro: Dios tiene un orden definido para Su economía aquí en la tierra. Y puesto que este orden viene de Dios, los creyentes tenemos la responsabilidad de aceptarlo y obedecerlo. Es un orden de aplicación universal entre los cristianos.

  12. C. Dos cosas más dentro de estas consideraciones preliminares: La primera, estos lineamientos son para gobernar nuestras relaciones aquí en la tierra; en el cielo las cosas serán distintas.

  13. La segunda, hay quienes enseñan que estos mandamientos deben limitarse a los tiempos y a la cultura de aquella época y no son aplicables aquí y ahora.

  14. Sin embargo, yo quiero dejar bien claro que la posición que estoy adoptando es que estos mandamientos son de aplicación perenne; es decir, no están limitados por el tiempo y/o la cultura.

  15. En otras palabras, siempre que entre dos personas cristianas se dé una de las relaciones aquí mencionadas, se espera que las personas involucradas en esa relación se conduzcan como lo ordena Pablo, mediante la inspiración del Espíritu Santo.

  16. Mientras haya esposas y esposos, hijos y padres, siervos y amos, y estos sean cristianos, estos lineamientos deben imperar. Entremos en materia. Hablemos de las esposas y los esposos.

  17. II. Esposas y Esposos • El versículo 18 dice: • “Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.”

  18. 1. ¿Qué es este asunto de la “sumisión” de las esposas a sus maridos? ¿Les parece correcto? ¿Están los esposos de acuerdo con que las esposas se sujeten a sus esposos? Y las esposas, ¿qué piensan al respecto?

  19. Ilustración. ¿Acaso se equivocó Dios?

  20. a. La sumisión no es fácil para nadie. b. Lo cierto es que la mujer cristiana que no se someta a su esposo, tal y como la Biblia lo enseña, no se sujetará a nadie; ni a su esposo, ni a su jefe, ni a su Pastor y, probablemente, ni a Dios.

  21. c. Sin embargo, Dios no se equivocó, y Él estaba hablando muy en serio cuando dirigió a Pablo a escribir estas palabras.

  22. 2. “Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.” Las casadas, someteos vosotras mismas a vuestros esposos, como es propio en el Señor.”

  23. La traducción literal realmente describe una sumisión voluntaria, que habla fuertemente de humildad cristiana.

  24. ¿Quién ejecuta la acción de sujetarse? La mujer, ella es la que ejecuta la acción. ¿Y sobre quién recae la acción de sujetarse? Sobre la misma mujer que ejecuta la acción.

  25. 3. El término no sugiere servilismo, mucho menos esclavitud; tampoco obliga a la mujer cristiana casada a ejecutar acciones o tareas que van en contra de su convicción cristiana o que pudieran llevarla a ser denigrada, y definitivamente no autoriza a que un esposo someta a su esposa a la fuerza.

  26. 4. Obviamente, la sumisión normalmente se demuestra en obediencia, pero es conveniente señalar que la palabra que Pablo que Pablo usa en Colosenses 3:18 es completamente diferente a la palabra que emplea cuando habla a los hijos (verso 20) y/o a los siervos (verso 22). Ahí sí usa la palabra “obedeced”.

  27. 5. Ahora, la motivación para esta sumisión voluntaria es que “esa es la actitud que se espera de una mujer cristiana”. La frase, “como conviene en el Señor” confirma esto.

  28. a. La palabra “conviene” sugiere la idea de que “conviene como un deber”. b. Esta actitud de sumisión voluntaria de ninguna manera sugiere que haya aquí un problema de inferioridad.

  29. B. La contraparte en la relación con la mujer es el esposo. “Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.”

  30. 1. El mandamiento, simple y afirmativo, es “amad”. 2. Hay quienes han sugerido que el amor del esposo por su esposa constituye su sumisión a ella. Pero hay algo más…

  31. 3. ¿Cómo podemos amar a nuestras esposas? a. Tratando de entenderlas. b. Cumpliéndoles lo que les prometemos. c. Pidiendo perdón, y perdonando. ¿Por qué es tan difícil pedir perdón?

  32. 4. Al mandamiento positivo “… amad a vuestras mujeres”, Pablo agregó un mandamiento negativo: “no seáis ásperos con ellas”. ¿Qué es lo que Pablo está diciendo aquí?

  33. a. Posiblemente Pablo está sugiriendo que la vida conyugal puede tornarse irritante a veces – sobre todo para quien no ama como debiera. b. Pidiendo y obteniendo perdón.

  34. c. Esposos, tenemos que tener mucho cuidado en no ser ásperos con nuestras esposas, ni amargarnos en contra de ellas. Hay muchas situaciones que podrían acercarnos a la amargura.

  35. Algunos podríamos sentir que ella no aprecia el esfuerzo que hacemos para proveer a la satisfacción de las necesidades. O que nunca hay una palabra de ánimo de su parte.

  36. Sentir que nuestra esposa realmente no se está sometiendo a nosotros, o actúa con falta de respeto a nuestra persona o a nuestro liderazgo. Sentir que no vale la pena invertir tiempo en comunicarnos con ella a fondo.

  37. Mostrarnos insensibles a las necesidades emocionales de nuestra esposa. ¡CUIDADO!

  38. Dime, ¿qué tan cuidadoso eres en la forma en la que hablas a tu esposa o hablas a otros de ella? Leí por ahí que se necesitan cien comentarios elogiosos para contrarrestar UN comentario crítico de parte del esposo para la esposa.

  39. ILUSTRACIÓN: Es responsabilidad del esposo el ver que esta actitud de aspereza o amargura no se desarrolle en él hacia o para con su esposa.

  40. III. Conclusión “Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.”

  41. Sólo veintidós palabras en nuestro idioma, diecinueve en el original. Pocas palabras, mucho mensaje.

  42. Toca a cada uno de nosotros, esposas y esposos, aplicar estas verdades a nuestra vida, y disfrutar de los resultados. Ustedes saquen sus propias conclusiones.

  43. 7-10 Nov. 2013 Oración Final 13 Conferencia Misionera “Nuevos Campos”

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