E N D
NO ME SUELTES, SEÑOR súplica A Nuestro Señor Jesucristo
No me sueltes, Señor Mira que ya elegí y Te elegí a Ti, libremente, deseando unir mi voluntad a la Tuya; por eso, Señor, no me sueltes.
Mira que el espíritu está dispuesto pero la carne es débil; por eso, en mi debilidad, no me sueltes, Señor.
Mira que sin Ti nada puedo y si dudo o me invade el miedo, tómame de la mano, como hiciste con Pedro y, por favor, Señor, no me sueltes.
Mira que me pierdo, si de Ti me alejo, sólo permaneciendo en Ti, no extraviaré el camino; por eso, Te ruego, no me sueltes Señor.
Mira, Señor, que reconozco que sólo Tú tienes palabras de vida eterna, entonces, ¿adónde iré, sino hacia Ti?; por eso, Te suplico Señor, no me sueltes.
Mira que llenaste mi corazón con Tu amor y me marcaste como posesión Tuya, no tengo vida lejos de Ti; por eso, Glorioso Jesús, Te imploro, no me sueltes Señor.
Mira, Señor, soy débil, pecador(a), ingrato(a), inmerecido(a) de Tu Amor, P E R D Ó N, pero, no quiero perderme; por eso, Misericordioso Jesús, a gritos Te pido, ¡Señor, no me sueltes!
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: ‘La paz os dejo, mi paz os doy’, no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
Nunca te soltaré “No tengas miedo, pues yo estoy contigo; no temas, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa”. Isaías 41:10