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TUUM, KENYA. Aula para niños y niñas Samburu en Larerok, Tuum (Norte de Kenya). Hermanos Javerianos (Padre Jairo Alberto). 2008. El proyecto: Construcción de un Aula para una nueva Escuela para los Samburu , en Kenya.
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TUUM, KENYA Aula para niños y niñas Samburu en Larerok, Tuum (Norte de Kenya) Hermanos Javerianos (Padre Jairo Alberto) 2008
El proyecto: Construcción de un Aula para una nueva Escuela para los Samburu, en Kenya Los Javerianos trabajan en Kenya con los Samburu, una tribu similar a “los Massai” que viven en el norte de Kenya, dedicados al pastoreo, nómadas, aunque ya empiezan a asentarse y cultivar frutas y verduras con técnicas muy simples de regadío. Se alimentan de la leche y sangre de sus vacas, su economía es precaria y está basada en el trueque. En 1991 los javerianos iniciaron una escuelita y consiguieron dos maestros del Estado. Se trata de una escuela pública, gestionada por la Misión. El numero de alumnos ha ido aumentando, actualmente hay 46 niños y niñas en una sola aula.
Nos proponen construir otro aula para poder acoger a más alumnos y separarlos por cursos de forma que la enseñanza sea mas efectiva. Solicitan 5.000 euros:
Este fue uno de los proyectos aprobados para ser financiado directamente con fondos propios de Africa Directo, esto es, con las donaciones que recibimos normalmente de los socios y donantes puntuales, que en todo caso financian directamente proyectos de desarrollo en africa, ya que, como decimos habitualmente “el 100% de lo que nos das, llega”
Su Carta: Nairobi, Mayo 6 de 2008 “Queridos José María, Guadalupe y amigos todos de África Directo, Reciban mi cordial saludo. Que el Señor los tenga con bien. Con mucha alegría les digo que terminamos la construcción del Edificio en Larerok y que todos, especialmente la comunidad, quedamos muy contentos. ¡Gracias!. Les cuento un poco como fue la cosa. Larerok queda a unos 9 kilómetros de Tuum, esta a la sombra del monte Nyiro, que es una montaña sagrada para los samburu. Sus gentes todas se dedican al pastoreo, conservan con orgullo su tradición y son muy acogedores. Hacía tiempo nos pedían ayuda para construir este salón y ahora, con la ayuda de ustedes, pudimos satisfacer su deseo. La escuela completó así tres aulas. La comunidad, los mayores y también los niños, pusieron manos a la obra. Hicimos algunos “harambee” para recoger el material, la piedra, el balastro y la arena. Esto fue importante, así crecía la consciencia de su valor y del aporte que pueden dar a su propio desarrollo sin depender. A ellos les mencionamos su nombre, el nombre de África Directo, esto también era importante, así crecía la gratitud que nos hace dignos de los que recibimos.
La construcción duró un poco más de un mes. El P. William Rojano, mi compañero, estuvo supervisando los trabajos, y el oficial, Jackson Lenkaltei, mostró cualidad. A este Jackson le hemos ido dando oportunidades, al principio era un poco tosco para construir y ahora, después de mucha paciencia, nos ha hecho un buen trabajo. Creo que el desarrollo no entra por los edificios entra por el corazón de las personas que nos ayudan a llevar adelante los proyectos. Hubo una cosa triste. El día de la apertura armamos toda una fiesta y la gente estaba muy animada. Hasta vino el Señor Obispo. Resulta que cerca de Larerok, en un lugar llamado Looinjorin, hubo una escaramuza entre las dos tribus y un turkana fue asesinado por un samburu. Mucha gente, sobre todo las mujeres y los niños huyeron a la montaña temiendo una venganza. Así en la fiesta estuvimos muy pocos y los niños, los dueños del salón, no pudieron estar. En fín, para eso estamos aquí para construir la paz. Poco a poco regresarán todos y los niños se sentarán en los pupitres y comprenderán, después de unos años de formación, que la guerra es un absurdo, que robar ganado no quita el hambre y trae tragedia, que todos somos hermanos. Así que la cosa triste es un reto para permanecer y quedarnos. Les cuento que yo he sido trasladado. Después de seis años en Tuum el Obispo, Monseñor Virgilio Pante, me enviará a otro lugar samburu, una nueva misión. Me tocará empezar en otro lugar donde todavía no hemos llegado. Estoy muy animado con esta perspectiva. El P. William y el P. Ramiro seguirán en Tuum y con ellos cuatro misioneras de la Congregación de las hermanas de Santa Teresita, todas de origen latinoamericano. El Obispo y ellos les agradecen y les mandan su saludo.
Así que haber ayudado a construir esa aula resultó ser mi despedida de Tuum. Gracias a ustedes que me dieron esa alegría última en ese pueblo al que quiero tanto. Espero sigamos en contacto. Les hago una relación de los gastos. Recibimos de ustedes (15-01-08) 483,032 Shillings y los usamos así: ¡Gracias, muchas gracias! ¡Siempre arriba, siempre adelante! Jairo Alberto Franco
¡MUCHAS GRACIAS DE SU PARTE A TODOS NUESTROS DONANTES ANÓNIMOS! www.africadirecto.org “LO QUE NO SE DA, ¡SE PIERDE!” (A continuación se pueden ver las facturas y algunas fotografías del edificio...)