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RE CU PE RAN DO S U E Ñ O S. EL ORIGEN DE LOS SUEÑOS. SUEÑOS CON UN PROPOSITO. EL CORAZON DE DIOS. Salmo 139:13-17 (Nueva Versi ó n Internacional ). Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. ¡Te alabo porque soy una creación admirable!
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EL ORIGEN DE LOS SUEÑOS SUEÑOS CON UN PROPOSITO EL CORAZON DE DIOS
Salmo 139:13-17(Nueva Versión Internacional). • Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. • ¡Te alabo porque soy una creación admirable! • Mis huesos no te fueron desconocidos cuando en lo mas recóndito era yo formado, cuando en lo mas profundo de la tierra era yo entretejido. • Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando aunque no existía uno solo de ellos • ¡Cuán preciosos, Oh Dios, me son tus pensamientos! • ¡Cuán inmensa es la suma de ellos!
Filipenses 2:13 Pues Dios es quien produce en vosotros tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.
Oposición A los Sueños • Génesis 37:19 (Nueva Versión Internacional). Se dijeron unos a otros: Ahí viene ese soñador Ahora si que le llego la hora. Vamos a matarlo y echarlo en una de estas cisternas y diremos que lo devoro un animal salvaje. ¡Y a ver en que terminan sus sueños!
Mantenernos Alertas a Nuestro Entorno 1 Corintios 16:13 Manténgase alertas; permanezcan firmes en la fe; sean valientes y fuertes. Familia Nosotros Mismos Compis de trabajo Amigos
Nuestros Sueños a través de nuestros Dones Génesis 39:2-3 Dios estaba con José y las cosas le salían muy bien, Potifar se dio cuenta de que el Señor estaba con José y lo hacia prosperar en todo.
Romanos 12: 9-11 Profecía Servicio Dones Socorrer Enseñar Animar
Proverbios 29:18 Un pueblo sin Visión Perece
Tus Sueños Son importantes Salmo 37:4 Deléitate en el Señor y el te concederá los anhelos de tu Corazón
El tiempo de los SueñosJosue 14:11-12 Y todavía mantengo la misma fortaleza que tenia el día en que Moisés me envío. Para la batalla tengo las mismas energías que tenia entonces. Dame, pues, la región montañosa que el Señor me prometió en esa ocasión. Desde ese día, tu bien sabes que lo los anaquitas habitan allí, y que sus ciudades son enormes y fortificadas. Sin embargo, con la ayuda del Señor los expulsare de ese territorio, como el ha prometido.