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Mensaje. La Oración De Jabes. Hno. Isaías Rodríguez. Introducción. ¿Lee usted la Biblia?. ¿Le gusta leer la Biblia?. ¿Cree usted que sea importante leer estos capítulos?. Introducción.
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Mensaje La Oración De Jabes Hno. Isaías Rodríguez
Introducción ¿Lee usted la Biblia? ¿Le gusta leer la Biblia? ¿Cree usted que sea importante leer estos capítulos?
Introducción No es una lectura aburrida y tampoco es pérdida de tiempo leerlos porque, de vez en cuando, entre líneas, encontramos cosas muy interesantes y tremendas verdades, no sólo para preparar un sermón sino para aplicarlas a nuestra vida, como sucede con los versículos de nuestro texto hoy
Texto 1° Crónicas 4:9-10
Idea Principal El pasaje registra la intensa oración de un hombre, y la respuesta que Dios le dio.
Proposición Comprometámonos a orar diariamente la oración de Jabes
Preguntas ¿Quién fue Jabes? ¿Qué elementos podemos destacar de su oración? ¿Qué lecciones para nuestra propia vida podríamos derivar del estudio de esta oración?
I. ¿Quién Fue Jabes? La Biblia realmente no nos da mucha información acerca de este personaje.
I. ¿Quién Fue Jabes? Vivió en el sur de Israel, después de la conquista de Canaán, durante la época de los jueces.
I. ¿Quién Fue Jabes? También sabemos que era de la tribu de Judá y que llegó a ser cabeza de un clan.
I. ¿Quién Fue Jabes? Podríamos abundar un poco respecto del significado de su nombre, que está contenido en la expresión “Por cuanto lo di a luz en dolor”.
I. ¿Quién Fue Jabes? Bien podríamos decir que la historia de Jabes comienza con su nombre, y se narra en su totalidad con sólo 63 palabras en el idioma español.
II. Las Tres Peticiones De La Oración de Jabes A. La petición de “productividad”. Dice la primera parte de esta oración, “Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio…”
II. Las Tres Peticiones De La Oración de Jabes B. La petición de “poder”. Dice el texto, “Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo…”.
II. Las Tres Peticiones De La Oración de Jabes C. La petición de “la protección” de Dios. Dice el texto, “Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me librares de mal, para que no me dañe.”
III. Conclusión ¿Cuándo fue la última vez que Dios obró a través de ti en una forma especial, extraordinaria, una forma que te hizo saber que, sin duda alguna, Dios había obrado a través de ti?
III. Conclusión Hace ya bastante tiempo, ¿no es verdad? Entonces, ¿por qué no pedir? ¿Por qué no comprometernos con Él a orar la oración de Jabes diariamente?