290 likes | 715 Views
LA EDAD MEDIA. A continuación vamos a conocer como eran las viviendas y la higiene en la Edad Media. LAS VIVIENDAS.
E N D
A continuación vamos a conocer como eran las viviendas y la higiene en la Edad Media
LAS VIVIENDAS • Según los datos arqueológicos las casas medievales eran muy simples, por regla general. Su tamaño era reducido y estaban construidas en madera, adobe y piedras, utilizando paja para el techo.
Las cabañas de los campesinos solían medir entre 2 y 6 metros de largo por dos de ancho, horadando el piso para crear un ambiente más cálido. En su interior habitaban la familia y los animales, sirviendo estos de "calefacción".
Las casas podían tener una cerca alrededor donde se ubicaría el huerto, uno de los espacios más queridos en la época. • El mobiliario de las casas era muy escaso. Algunas ollas de cerámica, platos y marmitas, una mesa y taburetes para comer.
Las casas de los sirvientes y campesinos se ubicaban en las cercanías del castillo. Generalmente eran viviendas pequeñas, sucias y míseras en lugar de hogares.
Sin embargo, las viviendas de los nobles eran totalmente diferentes. • La casa medieval por excelencia era el castillo. A modo de defensa poseía anchos muros de piedra con pequeñas ventanas protegidas por rejas. • Gran parte del espacio estaba dedicado a las armas ya que el tema de la lucha siempre estaba presente. • Los muebles fundamentales eran los arcones (que se usaban como cofres o mesas) , los taburetes y las camas.
A continuación vamos a ver las partes en las que se compone un castillo:
Barbacana: Es una obra de fortificación situada frente a las murallas y protegiendo una puerta de acceso. Podían contar con portales propios fortificados de paso obligatorio para acceder a la puerta principal.
Torre del homenaje. Es la torre principal del castillo, residencia de los responsables del mismo, normalmente la más alta y fuerte, y estaba situada en el lugar de más fácil defensa. Era el lugar más protegido y en caso necesario podía convertirse en el último núcleo de resistencia.
Foso: trinchera excavada frente a los muros de una fortificación. Su misión principal era impedir que las máquinas de asalto se aproximaran a los muros. El rastrillo o peine suele ser una pesada reja, rematada abajo en puntas que formaba parte de las fortificaciones de la puerta, junto al puente levadizo y la barbacana.
Almenas, tenían como función proteger a los defensores, algunas tenían orificios, como troneras (para las armas de fuego) o saeteras (para lanzar armas arrojadizas). Adarve o camino de ronda, donde se parapetaban los defensores.
LA HIGIENE ¿Cómo era la higiene de las personas en la Edad Media? ¿A qué olían las ciudades, las casas y las personas de esa época? Generalmente, se dice que en la Edad Media las personas no tomaban baños, y vivían en un estado de completa suciedad, sin embargo, parece que esto es un mito. Historiadores señalan que al menos en las ciudades existió una actitud positiva hacia el baño.
Los baños públicos florecieron en las grandes ciudades europeas en el siglo XIII, y para el siglo XV ya eran algo normal en pueblos medianos. Los baños medievales usaban tinajas de madera con agua caliente en las que cabían dos o tres personas. El baño era también una parte importante en los rituales de los caballeros medievales. Para su nombramiento, debía bañarse antes de pasar la noche en oración para estar corporal y espiritualmente purificado para convertirse en caballero.
La actitud de la iglesia hacia el baño no era positiva, lo condenaba ya que lo veía como un lujo innecesario y pecaminoso. Es probable que de documentos religiosos que condenaban al baño es de donde proviene la actual concepción de que la gente de la edad media no se bañaba.
La orina humana en la edad media tuvo muchos usos. Esta era recogida en vasijas (dispuestas en las calles y en los rellanos de las escaleras) y se utilizaba en las lavanderías (por su alto contenido en amoniaco). La blancura de las lanas y los linos de senadores, emperadores, reyes, nobles y caballeros procedía de los orines de los pobres, los siervos y los campesinos. • Por muy desagradable que parezca, en la edad media la orina también era empleada para la higiene bucal. • Las mujeres expulsaban sus excrementos sin sacarse el vestido detrás de las cortinas, y luego los sirvientes pasaban a recogerlo.
Para evitar el olor que desprendían los cuerpos humanos, las damas comenzaron a utilizar abanicos con mucha frecuencia, y quienes tenían suficiente poder eran abanicados. • Los baños se realizaba en una bañera de agua caliente, primero se bañaba el padre, luego el resto de hombres por orden de edad y luego las mujeres. Los niños y bebés eran los últimos. • En la Edad Media la mayoría de las bodas se celebraba en el mes de junio, al comienzo del verano. La razón era sencilla: el primer baño del año era tomado en mayo, así, en junio, el olor de las personas aun era tolerable. Asimismo, como algunos olores ya empezaban a ser molestos, las novias llevaban ramos de flores, al lado de su cuerpo en los carruajes para disfrazar el mal olor.
Los lugares para enterrar a los muertos eran pequeños y no había siempre suficiente sitio para todos. Los ataúdes eran abiertos y retirados los huesos para meter otro cadáver. Los huesos eran retirados a un osario. A veces al abrir los ataúdes, se percibía que el enterrado había arañado la tierra, había sido enterrado vivo. • En esta época surgió la idea de, al cerrar el ataúd, agarrar a la muñeca del difunto un hilo pasarlo por un agujero del ataúd y atarlo a una campanilla sobre la tierra. Si el individuo estaba vivo solo tenia que tirar del hilo y sonaría la campanilla y seria desenterrado ya queuna persona estaba al lado del ataúd durante unos días. De esta acción surge la expresión Salvados por la campana que usamos hoy día. Interesante, ¿no?
Es sorprendente a cuanta gente le gustaría haber vivido en la Edad Media, si preguntas ¿en qué época te hubiese gustado vivir? la mayoría responderán esto, con tanto caballero andante, las damas con esos vestidos, y tanto honor... Seguramente, después de leer esto, algunos ya no pensarán lo mismo, ¿no crees?
FIN María del Mar Boza