1 / 40

Cristianismo en el imperio romano

Cristianismo en el imperio romano

Download Presentation

Cristianismo en el imperio romano

An Image/Link below is provided (as is) to download presentation Download Policy: Content on the Website is provided to you AS IS for your information and personal use and may not be sold / licensed / shared on other websites without getting consent from its author. Content is provided to you AS IS for your information and personal use only. Download presentation by click this link. While downloading, if for some reason you are not able to download a presentation, the publisher may have deleted the file from their server. During download, if you can't get a presentation, the file might be deleted by the publisher.

E N D

Presentation Transcript


  1. El cristianismo en el contexto imperial romano

  2. A. Pax romana y difusión del cristianismo Ara Pacis

  3. La pax romana Se inicia en el gobierno del emperador Augusto y se prolonga hasta fines del siglo II. Se caracterizó por su orden, seguridad, centralización y bienestar colectivo para los romanos y los pueblos conquistados. Paulatina extensión de la ciudadanía romana a los pueblos conquistados. Disminuye gastos y requerimientos de las campañas militares. La paz en las provincias permitió al Imperio proveerse de los recursos humanos y naturales necesarios. Incremento de provincias evitó la concentración del poder en manos de los funcionarios. Incremento de burocracia: trajo consigo un crecimiento considerable de los impuestos. Principales beneficiados: agricultores y comerciantes, especialmente los últimos, quienes comunicaban unas comunidades con otras.

  4. Difusión del cristianismo La pax romana permitió la circulación de militares y mercaderes cristianos por todo el Imperio. No tanto circulación de esclavos. Presencia del cristianismo en las grandes ciudades romanas: Roma, Alejandría y Antioquia. En cada ciudad un obispo, en las grandes patriarca Debilitamiento de la fe pagana de los dioses de Roma. Recepción de los cultos orientales mistéricos en el mundo romano. El uso de lenguas comunes también benefició la expansión del cristianismo. Posteriormente surge una preocupación entre ciertos sectores conservadores preocupados por la difusión del cristianismo entre los sectores acomodados de Roma.

  5. Cultos mistéricos Mitra Culto a Isis Io e Isis

  6. Asia Menor es la patria del culto a la gran madre Cibeles, la diosa de la fecundidad. Su culto se difundió en el mundo helenístico, y en 204 se introdujo en Roma. El amante de Cibeles, Attis, fue venerado junto con ella, dando lugar a un culto mistérico salvaje y orgiástico, con un cuerpo sacerdotal a su servicio: el de los "Galos". Un culto muy similar es el proveniente de la ciudad de Byblos (Siria), hacia Atargatis (diosa de la naturaleza) y su esposo Adonis, festejado anualmente con motivo de su muerte y vuelta a la vida. Estos tres cultos mistéricos, tan similares (Isis-Osiris, Cibeles-Attis, Atargatis-Adonis) revelan cómo el sentimiento del hombre antiguo se encontraba dominado por la tragedia de la muerte y por el deseo de la resurrección, representado en los tres dioses varones. Fue este aspecto, esta respuesta, lo que hizo que estas religiones tuvieran buena acogida en Roma y Grecia, donde la religión tradicional no ofrecía ninguna respuesta a estos interrogantes.

  7. Representaciones del más allá dominaban también el culto mistérico de Mitra, que se manifestó también con mayor fuerza sólo cuando el cristianismo se había consolidado ya externa e internamente. Este culto tiene su origen en Persia, se perfecciona en Capadocia y se propaga por Oriente y Occidente, encontrando una extraordinaria acogida en Roma. Se trataba de un culto masculino, cuyos adeptos eran mayoritariamente soldados romanos. Su figura central era Mitra, dios persa de la luz, el cual rapta un toro puesto bajo la potestad de la luna, y lo mata por mandato de Apolo. El aspirante debía pasar por siete grado de iniciación hasta ser perfecto discípulo de Mitra. Tenían gran importancia los banquetes rituales.

  8. La gran masa de pueblo se dirigía a las esferas más bajas de la superstición, que siempre habían encontrado una mayor difusión y heterogeneidad. En la cima estaba la ciencia astrológica, que daba a las estrellas un determinado influjo sobre el destino humano. Gran importancia tuvo la escuela astrológica de Coo, fundada en 280 a.C. Gran importancia tuvo el hecho de que la filosofía estoica se pusiera de parte de la astrología, al considerar el determinismo que pesa sobre el desarrollo del mundo. Poseidonio dio a la astrología el carácter de auténtica ciencia, lo que le dio gran consideración, tanto, que emperadores romanos como Tiberio tenían un cuerpo de astrólogos a su servicio, y otros (Marco Aurelio) hicieron templos-observatorios: los Septizonios. Una gran cantidad de literatura, dirigida a clases altas y bajas, persuadió a los lectores en la creencia en un destino determinado por las estrellas.

  9. Una vía de salida para el destino dado por las estrellas era la magia, que por medio de prácticas misteriosas se empeñaba en sujetar el poder de los astros. Estas formas de superstición venían de oriente, en que se mezclaban instintos primordiales del hombre, angustia, odio, morbo y escalofrío. La creencia en la magia tiene como presupuesto el fuerte temor de los demonios, que desde el IV siglo a.C. se difundió por el mundo heleno: el mundo entero estaría lleno de demonios, extraños seres entre los dioses y los hombres, de los cuales son muchos los que quieren perjudicar al hombre, pero cuyo poder puede venir conjurado con la magia. Con la magia se conecta la creencia en un significado misterioso de los sueños, y su interpretación, que llegó a tener gran éxito, sobre todo en Egipto. Dos fenómenos estaban relacionados con este hecho: la consulta a los oráculos de los templos, y la existencia de una literatura sobre el tema (v.g., los Libri Sibillini).

  10. General era también la fe en los milagros, sobre todo en recuperar la salud perdida. Así se explica la gran expansión del culto al dios médico ASCLEPIO, cuyos templos eran centros de peregrinaciones. Este panorama ofrecía obstáculos al naciente cristianismo: era demasiado grande el contraste entre el culto al emperador y a un condenado a muerte; era peligroso hacer frente al culto de estado; era "absurdo" contraponer las exigencias del Evangelio al desorden moral de las religiones orientales. Pero también es cierto que facilitó la acogida de la nueva religión el sentido de vacío provocado por la caída de las religiones tradicionales. El nuevo mensaje podía atraer a los disgustados con lo hasta entonces existente. Pero sobre todo fue el descubrimiento de una salvación incomparable, lo que trajo la clave del éxito del cristianismo.

  11. DIOS DESCONOCIDO

  12. No todo fue fácil para la Iglesia… • La Iglesia fundada por Jesucristo tropieza desde el inicio con un ambiente religioso, político y social en que abundan la injusticia y la corrupción. La corrupción comenzaba en los gobernadores y jefes religiosos y se extendía a todos los estratos de la sociedad. En ese ambiente los cristianos fueron creciendo y resolviendo las dificultades que surgían.

  13. B.Choquecon el imperio • ¿Como insertar la fe cristiana en el mundo grecorromano?, en que había tantas religiones politeístas, se daba culto de adoración al emperador, abundaban los vicios, y las ideas filosóficas no siempre concordaban con el Evangelio. ¿Qué hacer?

  14. ¿Por qué chocan con el imperio? • La comunidad cristiana acoge a todos los hombres, porque son iguales y libres ante Dios y salvados por Cristo. • A sólo Dios hay que dar culto. • Hay que llevar una vida de austeridad, de pureza y de caridad con los necesitados.

  15. Varias fueron las calumnias populares que se levantaron contra los cristianos: • 1. Los cristianos son ateos: porque no participaban en el culto a los dioses oficiales, ni en el culto idolátrico al emperador. Esto amenaza el equilibrio de la ciudad, pues – según la opinión popular- los dioses se sienten ofendidos y se vengan enviando calamidades tales como inundaciones, terremotos, epidemias, incursiones de los bárbaros. También se decía que los cristianos daban culto a un asno o a un bandido condenado a muerte en una cruz. • 2. Los cristianos practican el incesto: los paganos pensaban que, si los cristianos se reunían en banquetes nocturnos, era para entregarse a orgías y a las peores torpezas entre hermanos y hermanas. • 3. Los cristianos son antropófagos: por no comprender la eucaristía, los paganos pensaban que el cuerpo que comen y la sangre que beben eran los de un niño, sacrificado ritualmente.

  16. Había también objeciones y calumnias de los sabios y políticos contra los cristianos • 1. Los cristianos son unos pobres hombres ignorantes y pretenciosos: son gente reclutada entre las clases sociales inferiores, aprovechando su credulidad. Ponen en entredicho los valores de la civilización romana y minan la autoridad del padre de familia dado que el Cristianismo reconocía la dignidad de las mujeres y de los niños. No olvidemos que en el mundo pagano la mujer y el niño no valían prácticamente nada; simplemente se les toleraba: a la mujer, porque trabajaba en casa y criaba los hijos; y a los niños, porque después serían mayores. • 2. Los cristianos son malos ciudadanos: porque no participan en los cultos de la ciudad ni en el culto imperial, no aceptan las costumbres de los antepasados, y rechazan formar parte de la magistratura y del ejército.

  17. 3. La doctrina cristiana se opone a la razón: Dios, perfecto e inmutable, no puede rebajarse a ser un niño pequeño. La resurrección de los cuerpos es una formidable mentira. El Dios pacífico del Nuevo Testamento está en contradicción con el dios guerrero del Antiguo Testamento. Los cuatro relatos de la pasión se contradicen. Los ritos cristianos son inmorales. El bautismo fomenta los vicios, al pensar que un poco de agua perdona de una vez todos los pecados.

  18. PADRES APOLOGISTAS • Defendieron a la Iglesia de las acusaciones, elaborando así una primera teología. Entre ellos, el gran Orígenes, primer teólogo cristiano; san Justino (mártir en 165), y Tertuliano en su obra Apologética, y un autor desconocido que escribió la carta a Diogneto. Contestan así a las calumnias y acusaciones:

  19. “Nada hay secreto entre nosotros”: “estamos presentes por todas partes, tenemos las mismas actividades que vosotros, los mismos alimentos y los mismos vestidos. Lo único que rechazamos es acudir a los templos y asistir a los espectáculos del anfiteatro”. • “Sois vosotros los que tenéis costumbres nefastas”: la sociedad romana practicaba el infanticidio y el aborto, dos cosas que los cristianos no aceptamos, por ser un crimen. Además, la sociedad romana exaltaba el desenfreno de la sexualidad hasta el paroxismo, contando las hazañas amorosas de los dioses y tolerando el intercambio de esposas.

  20. “El cristianismo es una doctrina conforme a la razón”: nada hay en el cristianismo que se oponga a la razón. Es verdad que algunos apologistas defendieron el cristianismo atacando la religión pagana con poco tacto y caridad, por ejemplo, Tertuliano, que era muy impulsivo. Pero, en general, los cristianos fueron respetuosos de los paganos, y trataban de evangelizar más con el ejemplo que con la palabra. • “Los cristianos somos buenos ciudadanos”: los apologistas no cesan de proclamar su lealtad al estado, siguiendo lo que dicen la carta a los romanos en 13, 1-7 y la primera carta 1 Pedro en 2, 13. Y aunque no consideran al emperador como divino, sin embargo le obedecen y rezan por él. Además pagan sus impuestos. Y si no aceptaban formar parte de la magistratura y del ejército, era porque, tarde o temprano, estarían en contradicción con el evangelio, dado que estaban obligados a participar en ceremonias idolátricas y a ejercer la violencia

  21. 64 d.C. persecuciones Nerón les acusa de Incendiar Roma

  22. “¡Cristianos a las fieras!” • Ante la expansión del cristianismo el imperio romano tuvo miedo, pues no quería que nadie le hiciera sombra. Varios emperadores se sirvieron de cualquier catástrofe para echar la culpa a los cristianos, pues causas justas para perseguirlos no había. Resulta también una ironía de la historia constatar quien cometió tan grande injusticia contra los cristianos fue el imperio romano, el inventor del derecho

  23. Razones de las persecuciones Se confunde a los cristianos con los judíos. Surgimiento de corrientes mesiánicas. Conversión de los paganos que dejaban de lado el culto de sus divinidades. Se creían que los ritos cristianos eran escandalosos. (Mágicos, maléficos). Las comunidades eran vistas como gestoras de desórdenes públicos (etnia cerrada y sospechosa, asociaciones) e incluso privados (esposas, hijas). En el siglo III van a reflejar la preocupación estatal por consolidar su autoridad en las localidades aumentando el tamaño del ejército y el boato y parafernalia de la imagen del emperador. Limpieza étnica, centralización del poder.

  24. Persecuciones y expansión del cristianismo Actitud de los mártires era difundida de forma oral y escrita. Aquellos cristianos que abjuraron de su fe, luego se arrepintieron y la consolidaron. Se elevó el protagonismo de los líderes cristianos exaltando su heroísmo, autocontrol y autodisciplina. Eran perseguidos los líderes, pero los fieles no eran tocados. Brindaba una organización comunitaria (inclusiva, niños y mujeres), sentido y vida eterna después de la muerte.

  25. Así comenzaron las persecuciones de los emperadores romanos. • La primera de todas, la de Nerón (54-68) que incendió Roma, expuso a los cristianos a los mordiscos de las fieras, crucificó a muchos de ellos y los cubrió de resina y brea para que sirvieran de antorchas que iluminaran el Circo de Nerón (hoy la plaza de san Pedro). En esta persecución de Nerón murió crucificado Pedro, el primer Papa, en el año 64, y en el año 67 Pablo, por decapitación. Ambos, Pedro y Pablo, fueron primeramente encerrados en la cárcel Mamertina. Más tarde fueron muriendo también los demás apóstoles; algunos de ellos martirizados, según cuenta la tradición.

  26. PERSECUCIONES ESPORÁDICAS • En el contexto general de la antigua Roma las persecuciones de los cristianos constituyen una excepción. • Pruebas: escritores cristianos como Tertuliano hacen especial hincapié en el hecho de que los cristianos en todas partes colaboran en las tareas de la vida cotidiana, siempre que lo puedan hacer sin idolatría ni inmoralidad • la imagen que presenta la vida en el Estado romano, una vez terminado el conflicto, es, según muestran los escritos, por ejemplo, de Ambrosio y de Jerónimo, completamente la de un sistema de orden y derecho esencialmente tranquilo

  27. El carácter esporádico de las persecuciones —y consiguientemente la tan amplia como efectiva libertad de los cristianos durante los primeros siglos— explica también hechos como los que siguen: a partir del siglo II, las comunidades cristianas pudieron comprar tierras y erigir iglesias, y hasta promover (y ganar) un proceso al respecto (la comunidad de Roma en el 230 contra los posaderos romanos); a mediados del siglo II, Justino dirigía en Roma su propia escuela pública; pudo surgir, en fin, una vasta literatura cristiana. El llamado período de las catacumbas fue una excepción.

  28. 3) Época de persecuciones. Las persecuciones. No fue continua hubo grandes épocas de paz, pero siempre estaa latente la amenaza) Como castigos les expropiaban sus bienes, la prisión, el destierro, los trabajos forzados, las torturas y, en muchos casos la muerte. Muchos cristianos entregaron su vida antes que renunciar a sus creencias. A estos se les llamo “ mártires “, que significa del griego testigos. Las persecuciones no lograron acabar con el cristianismo sino que, “ la sangre de los mártires se transformó en semilla de nuevos cristianos”. .

  29. 3) Época de persecuciones. Las catumbas, una Iglesia bajo tierra Las catacumbas son galerías subterráneas en las que los primitivos cristianos enterraban a sus muertos y practicaban ceremonias de culto. Los cristianos no practicaban la incineración. Las catacumbas llegaron a ser complejos laberintos de varias alturas. En un principio solo eran cementerios, pero con el tiempo se convirtieron en lugares de peregrinación y de culto, pues allí estaban enterrados muchos mártires. Durante las persecuciones sirvieron, en casos excepcionales, como lugar de refugio momentáneo y para la celebración de la eucaristía. .

  30. Principales persecuciones • Domiciano (81-96). Comienza en el 92En el año 95 degüella a Flavio Clemente (cónsul y primo suyo) y a su mujer Flavia Domitila, por "ateísmo". Murieron muchos y otros fueron torturados. Por ejemplo, san Juan Evangelista fue metido en una caldera de aceite hirviendo. Desterrado a la isla de Patmos, escribió el Apocalipsis y su Evangelio y las tres epístolas. Murió alrededor del año 101.

  31. Trajano (98-117). Mártires: S. Ignacio de Antioquía (110), S. Simeón, obispo de Jerusalén (120 años de edad y pariente del Señor). • Marco Aurelio (161-180). Mártires: En el año 165 San Justino y 6 compañeros y los mártires de Lyon (177).

  32. Septimio Severo (193-211). Publica un decreto contra los catecúmenos ("ne fiant christiani..."). Mártires: Stas. Perpetua y Felicidad en Africa, Leónidas (padre de Orígenes) en Alejandría. • Maximino el Tracio (235-238). Mártires: S. Hipólito y S. Ponciano. • Decio (249-251). Es la mayor persecución hasta entonces. Se publica un decreto general de persecución a quienes no ofrecieran sacrificios (la supplicatio) que se exigía especialmente a los obispos.

  33. El desencadenamiento de la persecución estuvo relacionado con el hecho de que los cristianos se negaron a tomar parte en los sacrificios oficiales que habían sido prescritos en todo el imperio para impetrar protección contra una epidemia. El edicto decía que todos los súbditos del imperio estaban oficialmente obligados a ofrecer el sacrificio y que, eventualmente, podían ser forzados a ello. Se establecieron comisiones sacrificiales ante las cuales todos, junto con sus mujeres e hijos, debían sacrificar y hacerse extender un justificante, un «libelo». (Se conservan muchas solicitudes de estos «libelos», con los correspondientes justificantes firmados, refrendados y fechados)..

  34. Hubo toda una serie de mártires, (S. Fabián, papa) y aún más de confesores, pero también hubo muchos que, entibiados por el largo período de paz precedente, apostataron(lapsi; entre los cuales no faltaron clérigos y obispos). Algunos consiguieron el libelo sin haber sacrificado; después de la persecución, este tipo de apostasía fue tratado por la Iglesia con cierta benevolencia

  35. La persecución de Decio terminó con la entrada de los godos en la Dacia. El emperador sucumbió en la batalla contra ellos. Sus medidas contra los cristianos fueron mantenidas por el emperador Valeriano (253-260). Mas esto no sucedió hasta el año 257, tras un repentino cambio de actitud respecto a los cristianos, lo que nuevamente pone de manifiesto cuán oscuro era el fundamento jurídico de las persecuciones. Este ataque, por otra parte, se desencadenó con más calculada minuciosidad; iba dirigido directamente contra los elementos más significados de la Iglesia: el clero, las asambleas de la comunidad, los jueces y senadores cristianos. Prohíbe la liturgia y los cementerios.

  36. Y en 258 uno contra los eclesiásticos y laicos que tenían algún cargo importante. • Eran condenados a trabajos forzados, a muerte, o a pasar a la condición de esclavos. • Mártires: S. Sixto II (sorprendido celebrando Misa con cuatro diáconos en las catacumbas de S. Calixto), S. Lorenzo (que murió cuatro días después), S. Cipriano (258), S. Fructuoso (obispo de Tarragona).

  37. Galieno, hijo de Valeriano, nada más ser constituido único emperador en el 260, derogó los edictos de persecución. Comenzó entonces, sobre la base de una tolerancia fáctica (no jurídica), una época de paz de cuarenta años, que fue de gran importancia La organización interna de la Iglesia pudo avanzar sin impedimentos, y otro tanto su crecimiento por todo el imperio y en todas las capas sociales. Con ello, la Iglesia se fortaleció tanto que la tormenta que luego se desencadenaría ya no pudo afectarla de una manera decisiva.

  38. Durante este período la Iglesia logró sobre todo superar plenamente el prejuicio público contra los cristianos. En la última persecución apenas participó la plebe; Atanasio nos cuenta que los paganos muchas veces protegían y ocultaban a los perseguidos de sus perseguidores

  39. 7 LOS CRISTIANOS EN EL IMPERIO ROMANO La vida de los primeros cristianos Hablamos de Dios 9 9 Los cristianos en el Imperio Romano LOS CRISTIANOS No admitían que el emperador fuera considerado como un dios. Eran considerados ateos porque no adoraban a los dioses del Imperio. Eran despreciados por los intelectuales y los filósofos. Despreciaban determinadas costumbres: juegos y ejército. 202 Septimio Severo 64 Nerón 98-117 Trajano 249-251 Decio 303-305 Diocleciano 81-86 Domiciano 165 Marco Aurelio 235 Máximo 257-258 Valeriano PERSECUCIONES LOCALES PERSECUCIONES GENERALES

More Related