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5º Domingo del Tiempo Ordinario. El Sufrimiento. La Liturgia dominical procura siempre iluminar nuestra vida en las más diversas situaciones. Una situación concreta que aflige al hombre de todos los tiempos es el SUFRIMIENTO.
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5º Domingo del Tiempo Ordinario El Sufrimiento
La Liturgia dominical procura siempre iluminar nuestra vida en las más diversas situaciones. Una situación concreta que aflige al hombre de todos los tiempos es el SUFRIMIENTO. Las lecturas bíblicas nos dan una respuesta...
En la 1ª lectura, vemos la experiencia del Sufrimiento de Job. Job lamenta su condición de sufriente, pero confía en Dios, pues tiene la certeza de que sólo en Dios puede encontrar esperanza y el sentido para su existencia.
Aun maldiciendo su propio nacimiento, Job no maldice a Dios, al contrario, reconoce y alaba su sabiduría y sus obras en la creación.
En la 2ª Lectura, la expresión “¡ay de mí si no anuncio el evangelio!" traduce el principio fundamental de la vida de San Pablo.
En el Evangelio, vemos a Jesús ante el sufrimiento . Aparece solidario con el dolor de los hombres, atento a sus necesidades.
En aquel tiempo, al salir Jesús y sus discípulos de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a la casa de Simón y Andrés.
La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús seacercó, la cogió de la mano y la levantó.
Se le pasó la fiebre y se puso a servirles.
Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.
Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar.
Simón y sus compañeros fueron y al encontrarlo, le dijeron: Todo el mundo te busca. Él respondió:
Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido.
Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando a los demonios.
Salmo 146 Alabad al Señor, que sana los corazones destrozados.
Alabad al Señor, que la música es buena;nuestro Dios merece una alabanza armoniosa. El Señor reconstruye Jerusalén, reúne a los deportados de Israel. Alabad al Señor, que sana los corazones destrozados.
El sana los corazones destrozados, y venda sus heridas.Cuenta el número de las estrellas,y a cada una la llama por su nombre. Alabad al Señor, que sana los corazones destrozados.
Nuestro Dios es grande y poderoso, su sabiduría no tiene medida.El Señor sostiene a los humildes, humilla hasta el polvo a los malvados. Alabad al Señor, que sana los corazones destrozados.
Aleluya Él tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras enfermedades.