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PRIMER TEMA. EL CONTEXTO SOCIAL – CULTURAL Y RELIGIOSO DE LA INICIACION CRISTIANA HOY. SUPERACION (TRANSICIÓN) DEL CONTEXTO DE CRISTIANDAD.
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PRIMER TEMA EL CONTEXTO SOCIAL – CULTURAL Y RELIGIOSO DE LA INICIACION CRISTIANA HOY
SUPERACION (TRANSICIÓN) DEL CONTEXTO DE CRISTIANDAD • III semana latinoamericana de catequesis realizada en la ciudad de Bogotá, del 1 al 5 de mayo de 2006, bajo el título “Hacia un nuevo paradigma de la catequesis”. Dos fueron los hilos conductores de reflexión de dicha semana: la iniciación cristiana y la inspiración catecumenal de la catequesis. La preocupación brota de una toma de conciencia, aún no altamente difundida en el contexto latinoamericano: el hecho de que en América Latina también se está desmoronando lo que los estudiosos de los contextos eclesiales llaman situación de cristiandad.
SUPERACION (TRANSICIÓN) DEL CONTEXTO DE CRISTIANDAD • El próximo sínodo de obispos (octubre de 2012), cuya tema es la “Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana”, asume dicho cambio cultural como algo común en la Iglesia universal, reconociendo algunas diferencias según los lugares (continentes, países, ciudades, regiones).
SUPERACION (TRANSICIÓN) DEL CONTEXTO DE CRISTIANDAD • A este respecto es bien diciente la siguiente afirmación que se mantiene invariable entre un documento y otro (lineamenta e instrumento laboris): “Estas nuevas condiciones de la misión nos ayudan a intuir que el término “nueva evangelización” indica finalmente la exigencia de encontrar nuevas expresiones para ser Iglesia dentro de los contextos sociales y culturales actuales, en proceso de continua mutación. Las figuras tradicionales y ya establecidas – que por convención son indicadas con las expresiones “países de cristiandad” y “tierras de misión” – junto con su claridad conceptual muestran sus límites. Son demasiado simples y hacen referencia a un contexto en vía de superación, para poder funcionar como modelos de referencia para la construcción de las comunidades cristianas actuales”.
SUPERACION (TRANSICIÓN) DEL CONTEXTO DE CRISTIANDAD • A la que se suma esta otra: “En un escenario como éste, la nueva evangelización nos permite aprender que la misión ya no es un movimiento norte-sur o este-oeste, porque es necesario desvincularse de los confines geográficos”.
SUPERACION (TRANSICIÓN) DEL CONTEXTO DE CRISTIANDAD • El Concilio Vaticano II, en el documento Ad Gentes, recuerda que «los grupos humanos en medio de los cuales vive la Iglesia, con frecuencia, por diversas razones, se transforman totalmente, de suerte que pueden crearse situaciones por completo nuevas” (AG 6). • Aplicada esta frase al hoy de la evangelización, se puede comprender por “nueva evangelización” como una nueva etapa de la evangelización, dado que las profundas transformaciones en acto y que han de continuar dándose, plantean el problema de la evangelización en términos completamente nuevos
SUPERACION (TRANSICIÓN) DEL CONTEXTO DE CRISTIANDAD • Los documentos preparatorios al sínodo comparten la siguiente premisa: la misión que la Iglesia ha cumplido y a la cual ha permanecido fiel por los siglos, es hoy llamada a confrontarse con transformaciones sociales y culturales, que están profundamente modificando la percepción que el ser humano tiene de sí mismo y del mundo, generando repercusiones también sobre su modo de creer en Dios. Las transformaciones sociales, a las cuales hemos asistido en las últimas décadas, tienen causas complejas, tienen sus raíces lejos en el tiempo y han profundamente modificado la percepción de nuestro mundo. • Dos fenómenos humanos son motivo de mayor análisis en estos documentos: la globalización y la secularización. Al interior de ellos, comprenden lo que en dichos documentos se llaman escenarios de nueva evangelización: la secularización, el fenómeno migratorio, los medios de comunicación social, los crecientes desequilibrios económicos, la investigación científica y tecnológica y la política.
SUPERACION (TRANSICIÓN) DEL CONTEXTO DE CRISTIANDAD • Sin tomar una postura negativa de la globalización, si reconocen que con ella han comenzado a verificarse procesos de debilitamiento de las tradiciones y de las instituciones. Tales procesos dañan muy rápidamente las relaciones sociales y culturales, su capacidad de comunicar valores y de responder a los interrogantes sobre el sentido de la vida y sobre la verdad. • La secularización se presenta hoy en nuestras culturas a través de la imagen positiva de la liberación, de la posibilidad de imaginar la vida del mundo y de la humanidad sin referencia a la trascendencia. En estos años, la secularización no tiene tanto la forma pública de discursos directos y fuertes contra Dios, la religión y el cristianismo, aún cuando en algún caso estos tonos anticristianos, antirreligiosos y anticlericales se han hecho escuchar también recientemente. La secularización ha asumido más bien un tono débil que ha permitido a esta forma cultural invadir la vida cotidiana de las personas y desarrollar una mentalidad en la cual Dios está, de hecho, ausente, en todo o en parte, y su existencia misma depende de la conciencia humana.
SUPERACION (TRANSICIÓN) DEL CONTEXTO DE CRISTIANDAD • Todo ello explica que la “muerte de Dios” anunciada en las décadas pasadas por tantos intelectuales ha cedido paso a una estéril mentalidad hedonista y consumista, que promueve modos muy superficiales de afrontar la vida y las responsabilidades. El influjo de este clima secularizado en la vida de todos los días hace cada vez más ardua la afirmación de la existencia de una verdad. Se asiste en la práctica a una eliminación de la cuestión de Dios de entre las preguntas que el hombre se hace. Las respuestas a la necesidad religiosa asumen formas de espiritualidad individualista o bien formas de neopaganismo, hasta llegar a la imposición de un clima general de relativismo. A lo que se suma el continuo difundirse del indiferentismo, del secularismo y del ateísmo.
SUPERACION (TRANSICIÓN) DEL CONTEXTO DE CRISTIANDAD • A la par que el proceso secularizador genera en muchas personas una atrofia espiritual y un vacío del corazón, es posible también observar en muchas regiones del mundo los signos de un consistente renacimiento religioso. • Sin embargo, preocupa mucho el carácter, en parte ingenuo y emotivo, de este retorno del sentido religioso. Más que debido a una lenta y compleja maduración de las personas en la búsqueda de la verdad, este retorno del sentido religioso se presenta, en más de un caso, con los rasgos de una experiencia religiosa poco liberadora. Los aspectos positivos del redescubrimiento de Dios y de lo sagrado se han visto empobrecidos y oscurecidos por fenómenos de fundamentalismo, que no pocas veces manipula la religión para justificar la violencia e incluso el terrorismo. • El problema urgente es la proliferación de nuevos grupos religiosos, que asumen la forma de la secta, que promueven una religión del éxito y de la prosperidad, y una experiencia emotiva y psicológica de la misma. Es lo que se conoce como neopentecostalismo, también presente en la Iglesia católica.
SUPERACION (TRANSICIÓN) DEL CONTEXTO DE CRISTIANDAD • La ciencia y la tecnología corren el riesgo de transformarse en los nuevos ídolos del presente. Es fácil en un contexto digitalizado y globalizado hacer de la ciencia “nuestra nueva religión”. Nos encontramos frente al surgimiento de nuevas formas de gnosis, que asumen la técnica como forma de sabiduría, en vista de una organización mágica de la vida, que funcione como criterio para conocer la realidad y dar un sentido a las cosas. Asistimos al afirmarse de nuevos cultos. Éstos instrumentalizan en modo terapéutico las prácticas religiosas que los hombres están dispuestos a vivir, estructurándose como religiones de la prosperidad y de la gratificación instantánea.
SUPERACION (TRANSICIÓN) DEL CONTEXTO DE CRISTIANDAD • Teológicos, pastoralistas y sociólogos han hecho también una lectura, algunos desde la fe y las ciencias y otros solo desde las ciencias, de las actuales transformaciones en acto. Ahondar en estos estudios, permite también a la Iglesia comprenderse en el mundo de hoy y comprender su tarea de anunciar el evangelio con fidelidad. • Uno de los estudiosos más reconocidos, el español José maría Mardones, habla de una triple transformación, comunes a Europa y América Latina, así existan algunas particularidades y especificidades. Señala tres cambios de estado en lo religioso: del monopolio cosmovisional (estado tradicional), a la pérdida del monopolio cosmovisional, a la pérdida del monopolio religioso. • Ultimo estado caracterizado por el pluralismo religioso, cosmovisional y cultural. Con el enfrentamiento entre tendencias como la laicidad y el laicismo, la valoración de las diferencias y su negación, la convivencia y la tolerancia y el resurgimiento de violencias incluso de orden religioso, entre el sano pluralismo y el relativismo. Con el resurgimiento de fanatismos, integrismos, fundamentalismos, sectarismos, autoritarismos. Momento en el cual la religión también se convierte en un objeto de consumo y de mercado. En donde se pone demasiado énfasis a lo emotivo, psicológico y terapéutico de lo religioso. La religión ahora aparece más relacionada con la estética que con la ética. Con el crecimiento de la indiferencia religiosa, de una religiosidad difusa y hasta mágica y supersticiosa, hasta el punto de hablar de religión sin Dios. Caracterizado por la presencia de lo sagrado en los lugares más insólitos de la sociedad, con la consecuente desinstitucionalización y privatización de lo religioso. El aumento de los movimientos neopentecostales y carismáticos. Y, como colofón, la profunda crisis de transmisión del cristianismo. • Cf José María MARDONES, La transformación de la religión. Cambio de lo sagrado y cristianismo, PPC, Madrid 2005.
SUPERACION (TRANSICIÓN) DEL CONTEXTO DE CRISTIANDAD • Es muy diferente el estado y el estatuto de la religión en una sociedad tradicional al de una sociedad laica. Las sociedades tradicionales se caracterizan por el puesto hegemónico de la religión. El ciudadano es globalmente religioso. La referencia a Dios viene dada por la cultura. La fe personal se apoya en el contexto. Ser católico y ciudadano eran dos facetas de la misma dinámica. Están fusionadas la identidad ciudadana y religiosa. Religión y cultura son convergentes. La Iglesia vivía protegida y favorecida por la sociedad y el Estado. La Iglesia avalaba el orden social, político y cultural, en cuanto que se remitía últimamente a la voluntad divina, y, a su vez, el modelo de sociedad y en concreto la concepción del Estado servía de inspiración y de apoyo a la Iglesia misma. • El Estado laico relega la religión a la sociedad civil. La religión ya no es más que religión, vuelve a ser religión y solo religión. La religión pierde competencias en la sociedad. Se reconoce y se respeta la autonomía de lo profano: del Estado, de la vida social, de la vida política, de la economía, del saber, de las instituciones. Retrocede y pierde vigencia el cristianismo sociológico. “Lo nuevo de este planteamiento religioso-político fue la pérdida de referencia total de la sociedad y de la persona a Dios. Este deja de ser el referente global en función del cual se articula toda la sociedad. Surge un mundo secular, profano, con tareas y funciones que tienen una especificidad y entidades propias, al margen de la referencia religiosa. La religión se refugia en el ámbito de la conciencia personal, sin que haya una identificación entre ciudadanía y religiosidad”. No se trata necesariamente de un rechazo a la religión, sino que ésta deja de configurar la vida social de los ordenamientos legales, políticos y socioculturales. La religión pasa a ser una cosmovisión personal, que solo afecta a un grupo de la población. • Juan Antonio ESTRADA, El cristianismo en una sociedad laica, Desclée de Brouwer, Bilbao 2006,121-122.
SUPERACION (TRANSICIÓN) DEL CONTEXTO DE CRISTIANDAD • En el campo eclesial y de situación pastoral, varias Iglesias particulares, constatan el alejamiento de los fieles, a raíz de la poca fe, de la vida sacramental y de la praxis cristiana, personas a las que hoy podría aplicarse la categoría de no creyentes. • Producto de los profundos cambios en lo religioso, la fe es considerada como un elemento cada vez más relacionada con la esfera íntima e individual de las persona. • También se reconoce el fenómeno de la descristianización de muchas personas que, no obstante el bautismo viven fuera de la vida cristiana. Junto a ello convive gente simple que tiene una cierta fe y que conoce mal sus fundamentos. Al igual que personas que sienten la necesidad de conocer a Jesucristo en una luz diversa de las enseñanzas recibidas en la propia infancia. • Aunque se reconoce que aún se conservan muy vivas las tradiciones de piedad y de religiosidad popular cristiana, también se es consciente que este patrimonio moral y espiritual corre hoy el riesgo de ser desperdigado bajo el impacto de múltiples procesos, entre los que destacan la secularización y la difusión de las sectas. La piedad popular corre el riesgo también del sincretismo.
SUPERACION (TRANSICIÓN) DEL CONTEXTO DE CRISTIANDAD • Se constata el debilitamiento de la fe de los creyentes, la falta de la participación personal y experiencial en la transmisión de la fe, el insuficiente acompañamiento espiritual de los fieles a lo largo del proceso de formación, intelectual y profesional. También la excesiva burocratización de las estructuras eclesiales, que son percibidas como lejanas al hombre común y a sus preocupaciones esenciales. Todo esto ha causado una reducción del dinamismo de las comunidades eclesiales, la pérdida del entusiasmo de los orígenes y la disminución del impulso misionero. Otro hecho son las celebraciones litúrgicas formales y de ritos repetidos casi por costumbre, privados de la profunda experiencia espiritual, que, en vez de atraer a las personas, las alejan. Además del testimonio contrario de algunos de sus miembros (infidelidad a la vocación, escándalos, poca sensibilidad por los problemas del hombre contemporáneo y del mundo actual).
SUPERACION (TRANSICIÓN) DEL CONTEXTO DE CRISTIANDAD • Novedades en la transmisión de la fe • Los problemas relacionados con la transmisión de la fe vienen siendo objeto de estudio en la Iglesia desde hace algunos años.Varios estudios, desde diversos contextos, dan prueba de ello. Con lo cual se reconoce la realidad de un cambio profundo y radical en los actuales contextos de evangelización, del que se habla siempre, pero que pareciera que aún no sabemos cómo asumir. • La realidad de la crisis de la transmisión de la fe, de alguna u otra manera ha venido siendo tratada con énfasis y perspectivas diferentes en las distintas Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano, en las que sobresale la Conferencia de Aparecida. En ella se afirma al respecto: “Los cambios culturales dificultan la transmisión de la fe por parte de la familia y de la sociedad” (DA 100). Por lo demás, para Aparecida, dicha situación hace parte de un problema social y cultural más grande relacionados con las dificultades relacionadas con todo el proceso de socialización: “Nuestras tradiciones culturales ya no se transmiten de una generación a otra con la misma fluidez que en el pasado. Ello afecta, incluso, a ese núcleo más profundo de cada cultura, constituido por la experiencia religiosa, que resulta ahora igualmente difícil de transmitir a través de la educación y de la belleza de las expresiones culturales, alcanzando aun a la misma familia que, como lugar de dialogo y de solidaridad intergeneracional, había sido uno de los vehículos más importantes en la transmisión de la fe” (DA 39).
SUPERACION (TRANSICIÓN) DEL CONTEXTO DE CRISTIANDAD • En América Latina, como en contextos más secularizados, es cada vez más difícil evangelizar a través de las estructuras, cultura y familia. Más bien esos canales son paganos. “La Iglesia encuentra cada vez más puntos de parangón con la Iglesia primitiva, en una situación de diáspora frente a un mundo paganizado”. Jesús Andrés VELA, Reiniciación cristiana, respuesta a un bautismo “sociológico”, Universidad Javeriana, Bogotá 1984. • ¿Qué es lo novedoso de este contexto? Además de las novedades señaladas en lo religioso y en lo político, algunos estudiosos coinciden en su respuesta: “En este contexto la transmisión de la fe no resulta fácil, pues los ambientes tradicionales (familia, escuela, parroquia) han perdido fuerza en la transmisión de los valores humanos y cristianos. Razón por la cual, la transmisión en la fe ha de asumir una lógica nueva. No se puede seguir con actitudes y planteamientos propios de otro tiempo. En el mundo occidental no se puede continuar evangelizando como si todavía estuviésemos en una sociedad cristiana, usando procedimientos de transmisión de la fe que eran válidos sobre todo en aquella sociedad. El contexto social y cultural de la transmisión de la fe ha cambiado profundamente (mundo secularizado, pluralista, descristianizado, indiferente…). Se trata de un contexto misionero sustancialmente nuevo para la evangelización”. En donde incluso la Iglesia empieza a encontrar grandes dificultades para la transmisión de la fe a los bautizados, ya no solo a los indiferentes o poco interesados. Cuya dificultad mayor es llegar a los jóvenes, a las nuevas generaciones.
SUPERACION (TRANSICIÓN) DEL CONTEXTO DE CRISTIANDAD • Una de las mayores novedades de este contexto consiste en que destinatarios de la acción misionera son también los bautizados, y de toda edad. Por eso se habla también de mundo neopagano compuesto por cristianos bautizados que viven un cristianismo de tipo sociológico, o de un mundo cristiano con expresiones religiosas ambiguas (religión de costumbres sin una verdadera adhesión de fe, o de un mundo dominado por otras religiones). Mundo neopagano formado por cristianos “indiferentes”, “lejanos” y “no practicantes”. En fin, de cristianos con una fe sin consecuencias en la vida, que solamente mantiene algunas referencias “sociológicas” de pertenencia hacia la Iglesia institución. Una de las novedades de este contexto es que “hoy no se trata de evangelizar el nombre de Cristo a paganos, que no lo conocen, sino de evangelizar a cristianos que saben su nombre pero a los cuales, de hecho, es también desconocido”.
OPCIONES DEL DGC PARA EL CONTEXTO DE NE • La actividad catequética en el contexto de la nueva evangelización • 276. Al definir la catequesis como momento del proceso total de la evangelización, se plantea necesariamente el problema de la coordinación de la acción catequética con la acción misionera que la precede, y con la acción pastoral que la continúa. Hay, en efecto, elementos « que preparan a la catequesis o emanan de ella ». (226) • En este sentido, la vinculación entre el anuncio misionero, que trata de suscitar la fe, y la catequesis de iniciación, que busca fundamentarla, es decisiva en la evangelización. • De algún modo, esta coordinación es más clara en la situación de la « misión ad gentes ». (227) Los adultos convertidos por el primer anuncio ingresan en el catecumenado, donde son catequizados. • En la situación que requiere una « nueva evangelización », la coordinación se hace más compleja, puesto que, a veces, se pretende impartir una catequesis ordinaria a jóvenes y adultos que necesitan, antes, un tiempo de anuncio en orden a despertar su adhesión a Jesucristo. Problemas similares se presentan en relación a la catequesis de los niños y a la formación de sus padres. (228) Otras veces se ofrecen formas de catequesis permanente a adultos que necesitan, más bien, un verdadera catequesis de iniciación. • 277. La situación actual de la evangelización postula que las dos acciones, el anuncio misionero y la catequesis de iniciación, se conciban coordinadamente y se ofrezcan, en la Iglesia particular, mediante un proyecto evangelizador misionero y catecumenal unitario. Hoy la catequesis debe ser vista, ante todo, como la consecuencia de un anuncio misionero eficaz. La referencia del decreto Ad Gentes, que sitúa al catecumenado en el contexto de la acción misionera de la Iglesia, es un criterio de referencia muy válido para toda la catequesis. (229)
EN LOS DOCUMENTOS PREPARATORIOS DEL SINODO • Los Lineamentade la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los obispos llevan precisamente por título “La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana”. En el mundo de hoy hay dificultades crecientes para que el logro del cometido fundamental de la transmisión de la fe, que es el encuentro y la comunión con Cristo, sea efectivo. Los ámbitos y las metodologías tradicionales para la proposición de la fe están en cuestión. • Dos grandes cuestiones provocan el interés mayor de los Lineamenta en torno a la transmisión de la fe: el primer anuncio y la iniciación cristiana. Sobre el primero, llama la atención la recurrencia que hay en el documento sobre la cuestión de Dios. El primer anuncio lo ve como exigencia de formas nuevas del discurso sobre Dios. Y sobre la iniciación cristiana, reconoce el hecho de la importancia que ha asumido este tema en los actuales momentos y en todos los contextos misioneros de evangelización, tanto que en su renovación se juega en mucho el rostro del nuevo modelo de Iglesia del cual se ha hablado ampliamente. • Sobre la iniciación cristiana, además, los Lineamenta muestran como este ha sido un tema que empezó hace algunos años a tomar relevancia y mayor vigencia, hasta el punto que hoy “la iniciación cristiana es ya un concepto y un instrumento pastoral reconocido y bien consolidado en las Iglesias locales”
LO QUE PIDE APARECIDA • 289. Sentimos la urgencia de desarrollar en nuestras comunidades un proceso de iniciación en la vida cristiana que comience por el kerygma y, guiado por la Palabra de Dios, que conduzca un encuentro personal cada vez mayor con Jesucristo, perfecto Dios y perfecto hombre experimentado como plenitud de la humanidad, y que lleve a la conversión, al seguimiento en una comunidad eclesial y a una maduración de fe en la práctica de los sacramentos, el servicio y la misión. • 291. Es necesario asumir la dinámica catequética de la iniciación cristiana. Una comunidad que asume la iniciación cristiana renueva su vida comunitaria y despierta su carácter misionero. Esto requiere nuevas actitudes pastorales de parte de obispos, presbíteros, diáconos, personas consagradas y agentes de pastoral. • 294. Asumir esta iniciación cristiana exige no sólo una renovación de modalidad catequística de la parroquia. Proponemos que el proceso catequístico formativo adoptado por la Iglesia para la iniciación cristiana sea asumido en todo el Continente como la manera ordinaria e indispensable de introducir en la vida cristiana, y como la catequesis básica y fundamental. Después vendrá la catequesis permanente que continúa el proceso de maduración en la fe, en la que se debe • incorporar un discernimiento vocacional y la iluminación para proyectos personales de vida
Cómo entender el problema de la IC hoy • No es solo querer salvar cada preparación presacramental de modo aislado y desarticulado. • El problema fundamental es replantearnos todo el proceso de formación en la fe. • El problema es elaborar una verdadera pastoral de iniciación cristiana.