E N D
Siéntate en el suelo con las piernas cruzadas. Cierra los ojos y comienza a concentrarte en tu respiración. Realiza 5 respiraciones colocando las manos en las rodillas. Coloca las manos en tu pecho y realiza 10 respiraciones localizando el movimiento en tus pulmones, tienes que notar con tus manos cómo se mueve tu caja torácica (foto 1). Vuelve a colocar tus manos sobre las rodillas y realiza 5 respiraciones más con tranquilidad. Ahora ha llegado la hora de colocar tus manos en la zona abdominal y sentir cómo puedes respirar sin mover tu caja torádca. Sin darte cuenta, estás realizando una respiración diafragmática, nota la diferencia y repite 10 veces más (foto 2). En esta posición la pelvis se encuentra más abierta y permite que el aire llegue libremente hasta tu base.