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PRODUCCIONES BARNI PRESENTA. Escondido entre las alturas de la Cordillera de los Andes, en el rincón más suroccidental de Bolivia, se encuentra la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa , el área protegida más visitada del país, con por lo menos 30.000 visitantes al año.
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PRODUCCIONES BARNI PRESENTA
Escondido entre las alturas de la Cordillera de los Andes, en el rincón más suroccidental de Bolivia, se encuentra la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa, el área protegida más visitada del país, con por lo menos 30.000 visitantes al año. Las montañas de la Reserva son las montañas andinas más altas de la frontera de Bolivia con Chile y Argentina. Están salpicadas con volcanes en erupción, fuentes termales, géiseres humeantes y fumarolas. Es el área protegida más importante en términos de afluencia turística del departamento de Potosí, fue creada mediante Decreto Supremo (D.S.) de 13 de diciembre de 1973 y ampliada por el D.S. de 14 de mayo de 1981, tiene una superficie de aproximadamente 714.745 ha y se encuentra a una altura entre los 4.200 y 5.400 msnm. Clima: el clima en invierno (mayo a agosto) es seco, hay lluvias durante el verano (diciembre a abril). La temperatura promedio es de 3 °C y la precipitación media anual es de 65 mm. Las temperaturas más bajas se registran durante los meses de mayo, junio y julio. La reserva se encuentra ubicada en una región con relieve irregular con extensas planicies y mesetas flanqueadas en el oeste por un cordón volcánico Cordillera Occidental cuyo mayor exponente es el Volcán Licancabur y por serranías fuertemente plegadas. La extensa reserva culmina sobre la falda noreste del imponente Volcán Licancabur, a los dos tercios de altura de dicha ladera a 5415 msnm, en el punto más sudoccidental de Bolivia en 22° 49' 41" de latitud sur y 67° 52' 35" de longitud oeste por donde pasa la línea fronteriza con Chile. En las diapositivas con texto, para avanzar, usar el ratón
En la zona se encuentran lagunas o espejos de agua como la Laguna Verde, la Laguna Colorada, la Laguna Salada, próxima al Salar de Chalviri, la Laguna Busch, la Laguna Hedionda, que tienen su origen en la desecación de paleolagos antiguos, en ríos originados en los deshielos y en algunos casos en manantiales. Existen por lo menos unas 190 especies de plantas y árboles que crecen en un ambiente extremo. Las especies se han adaptado a las condiciones severas de salinidad, falta de agua dulce, temperaturas bajas y escasez de nutrientes. La vegetación está caracterizada por la fuerte presencia de pastizales de gramíneas (paja brava) que en algunas llanuras y laderas forman semicírculos. En sitios de mayor humedad se pueden encontrar plantas de Thola (tholares) y en ciertas quebradas rocosas (entre 4.300 y 3.700 msnm), la keñua asociada en algunos casos a grandes cojines de llareta, nombre científico Azorella Compacta, la cual crece lentamente 1 a 3 mm/año sobre afloramientos rocosos. Los aldeanos la utilizan como combustible para calefacción y cocina. La fauna se caracteriza por la presencia de especies singulares que se adaptaron a las condiciones extremas de vida de la región, algunas de ellas en peligro de extinción. En la reserva se encuentran 80 especies de aves de las cuales las más representativas son las tres especies de flamencos que habitan en el, también son su atractivo principal, estos son el flamenco andino y el flamenco chileno y flamenco de James, también se encuentran, gansos andinos, halcones, patos, el ñandú y el ñandú pequeño, aves parecidas al avestruz, sin capacidad de volar. También hay 23 especies de mamíferos que prosperan en la reserva se encuentran, pumas, zorros andinos, y vizcachas. Además de las especies en peligro de extinción como la vicuña, el suri, el cóndor andino, la yareta y la keñua que están protegidas en la reserva.
La Reserva Eduardo Avaroa es una de las regiones bolivianas con mayor depresión desde el punto de vista económico debido a su topografía escarpada y su ubicación remota. La belleza de la reserva atrae un gran número de turistas, sin embargo, este turismo se encuentra mayormente sin regular y desorganizado. La mayoría de los 40.000 visitantes que hacen el largo viaje hasta la Reserva Eduardo Avaroa cada año contemplan el parque desde un vehículo con tracción en las cuatro ruedas manejando por guías turísticos sin capacitación apropiada. Estos vehículos perturban la vida silvestre y destruyen paisajes sensibles. La falta de baños contribuye a la contaminación causada por desechos humanos, que afecta a la reserva. La minería y las prácticas granjeras inadecuadas también plantean problemas para los valores biológicos, ecológicos e históricos del área. La minería es una industria importante en el parque y sus zonas aledañas, con unas 61 concesiones mineras activas dentro de los límites de la reserva. Tanto la contaminación proveniente del vertido de las minas como la alteración física del paisaje afectan la integridad de la Reserva.