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Iglesia en Daimiel. Autor de la composición: ROBERTO LANDA OCHOA DE RETANA Población: Sigüenza (Guadalajara). Autor de la imágenes ó lugar del que se tomaron: Internet: película “La Pasión de Cristo” Indicar si se les hizo algún tratamiento (V.G.: reducción de peso ): No.
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Iglesia en Daimiel Autor de la composición: ROBERTO LANDA OCHOA DE RETANA Población: Sigüenza (Guadalajara) Autor de la imágenes ó lugar del que se tomaron: Internet: película “La Pasión de Cristo” Indicar si se les hizo algún tratamiento (V.G.: reducción de peso): No Autor de la música; lugar del que se tomó: Internet: WWW.lapáginaderosy.com.ar Indicar si se les hizo algún tratamiento (V.G.: conversión a wav): No Autor del texto; lugar del que se tomó: Evangelios y litúrgia Semana Santa Concurso Sma. Sta. 2.007
LA PASIÓN DE CRISTO
Al atardecer, Jesús se puso a la mesa con los Doce. Mientras comían dijo: “He deseado enormemente comer esta comida pascual con vosotros antes de padecer,…”
Durante la cena, Jesús cogió pan ,pronunció la bendición, lo partió y lo dio a los discípulos diciendo:
“TOMAD, COMED: ESTO ES MI CUERPO.”
Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio y todos bebieron. “Os digo que ya no beberé más del fruto de la vid hasta el día que beba con vosotros el vino nuevo en el reino de mi Padre.”
Y salió Jesús como de costumbre al monte de los Olivos, y lo siguieron los discípulos. Al llegar al sitio les dijo: “Orad, para no caer en la tentación.”
De nuevo se apartó por segunda vez y oraba diciendo: “Padre, si quieres, aparta de mí ese cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya.”
“Al que yo bese, es él: detenedlo.” Judas, el traidor les había dado una contraseña:
Entonces se acercaron a Jesús y le echaron mano para prenderlo. Jesús dijo a la gente: “¿Habéis salido a prenderme con espadas y palos como a un bandido?...”
Pedro, estaba fuera en el patio y una criada dijo: ¨- “Este andaba con Jesús el Nazareno.” Él lo negó diciendo: - “No conozco a ese hombre.”
“Aquí tenéis a vuestro rey.” ¡CRUCIFÍCALO! ¡CRUCIFÍCALO! Entonces Pilato lo mandó azotar. Salió Jesús afuera, llevando una corona de espinas, y Pilato se lo entregó para que lo crucificaran.
Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado por los hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual se ocultan los rostros; despreciado y desestimado. Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos leproso, herido de Dios y humillado, traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes.. Nuestro castigo saludable vino sobre él, sus cicatrices nos curaron. Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca … Sin defensa, sin justicia, se lo llevaron. (Is 52, 18 ss.)
“Elí, Elí, lamá sabaktaní.” “Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu.” “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.”
La Madre piadosa estaba junto a la cruz y lloraba mientras el Hijo pendía; cuya alma, triste y llorosa, traspasada y dolorosa, fiero cuchillo tenía. Hazme contigo llorar y de veras lastimar de sus penas mientras vivo; porque acompañar deseo en la cruz, donde le veo, tu corazón compasivo.
Mirad el árbol de la cruz, Donde estuvo clavada la salvación del mundo. Venid a adorarlo.
Tomaron el cuerpo de Jesús y lo enterraron en un sepulcro. El primer día de la semana las mujeres fueron al sepulcro y lo encontraron vacío.
¡ALELUYA! ¡ALELUYA! ¡HA RESUCITADO!