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DIE REISE NACH BERLIN. Semana Santa de 2006. Pulsa ESPACIO. R E I S E N A C H B E R L I N V I A J E A B E R L Í N /1. Berlin-Spandau suena a proceso de Nurenberg, a Rudolf Hess y a espías. También, no puedo negarlo, a Spandau Ballet, ese grupo de los 80 tan mariquita.
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DIE REISE NACH BERLIN Semana Santa de 2006 Pulsa ESPACIO
R E I S E N A C H B E R L I NV I A J E A B E R L Í N /1 • Berlin-Spandau suena a proceso de Nurenberg, a Rudolf Hess y a espías. También, no puedo negarlo, a Spandau Ballet, ese grupo de los 80 tan mariquita. • No obstante hay un hotel IBIS cerca de la estación de ferrocarril con acceso gratuito a Internet para los clientes y en él nos alojamos. • Por supuesto, no se puede acceder a páginas (observa cómo lo digo) con contenido adulto. Una vez, desde otro sitio, no pude acceder a este blog porque, por lo que se ve, en alguna parte se menciona la palabra “incesto”. Hoy no he podido acceder a la página de Escuela de escritores. Parece ser que la contraseña es cunnilingus. Lo dice mi terminal gratuíta. • Spandau es una especie de suburbio de Berlín que, a su vez, no es una ciudad, sino un conjunto de suburbios sin matiz peyorativo. Pulsa ESPACIO
R E I S E N A C H B E R L I NV I A J E A B E R L Í N /2 • Berlín es una ciudad amable: es amplia por los huecos dejados por las ruinas de los bombardeos, llena de parques llenos de árboles y césped. Si se mira un mapa, se ve que el Tiergarten (Jardín de animales) ocupa buena parte de la superficie de lo que podríamos llamar centro. • Como casi todo es nuevo, en Berlín se ha permitido a los arquitectos que se lo pasen bomba y es, por lo tanto, un despliegue de curiosidades arquitectónicas: desde la gilipollez del doble cono de cristal de las galerías Lafayette, hasta la embajada francesa con su deconstrucción de cuerpos geométricos coloreados. • Por otra parte ha habido (hay?) una comprensible fiebre por la reconstrucción exacta de las cosas: la Puerta de Brandenburgo, el Reichstag, el Ayuntamiento... Pulsa ESPACIO
R E I S E N A C H B E R L I NV I A J E A B E R L Í N /3 • Anduvimos muchísimos kilómetros salvando las enormes distancias que hay entre los edificios que nos interesaban. Ya dije que Berlín es muy despejado y los edificios históricos (o su reconstrucción exacta) se encuentran en medio de explanadas de diámetros colosales. • Berlín se parece a España en que todo está en construcción: el número de grúas en el skyline de Berlín es comparable al de Madrid o Marina d´Or, pongamos por caso. Pulsa ESPACIO
R E I S E N A C H B E R L I NV I A J E A B E R L Í N /4 • Berlín es una ciudad amable, pero la embajada norteamericana está custodiada por no menos de 20 policías alemanes y la calle en la que se encuentra está cortada al tráfico permanentemente. Se conoce que tienen enemigos y yo me pregunto por qué. • Tampoco se le pueden hacer fotos (es la única) aunque un cartel advierte que “USA is the land of the freedom and the brave”. Cosas suyas. • A 200 metros se encuentra la embajada de la Federación Rusa en la que no hay ni un policía. El edificio es magnífico. • Berlín es una ciudad de museos apoteósicos; si no me creyerais, bastaría con que le echarais un vistazo al Pergamon Museum. Aquí, además del Altar de Pérgamon (hoy Turquía) está una de las puertas de Babilonia y la calle del mercado, amén de otros artefactos colosales. • Es tan grande el número de museos que desanima al más conspicuo museófilo. • Nefertiti está en Berlín, por ejemplo, pero no en el Ägyptisches Museum – que está en obras – sino en el Neues Museum (que está a diez millas de distancia) como descubrimos tontamente la mañana del 12 de abril. • Me quedé con las ganas de ver el Kuriositätenmuseum (Museo de Curiosidades), por razones obvias, y el de figuritas de Pitufos por razones diversas. O sea, hay museos para todos los gustos. Pulsa ESPACIO
R E I S E N A C H B E R L I NV I A J E A B E R L Í N /5 • Hablando de gustos, no destaca Berlín por sus restaurantes (al menos, los de precios asequibles para nuestro bolsillo): alimentan, sí, pero no entretienen. • Estuvimos en un par de ellos que daban comida berlinesa y, la verdad, ni la sopa de patatas ni el estofado de carne con verduras están entre mis platos favoritos. Ni siquiera entre los segundos favoritos, aunque los restaurantes propiamente dichos eran realmente bonitos y con sabor (antiguo). Muchos de ellos están situados bajo las estaciones del ferrocarril elevado (recordáis Cabaret?) de la parte Este y, así, cada diez minutos pasa un tren, la cerveza se agita por sí sola y resulta divertido. • Hablando de Berlín Este, es curiosa la cosa de los semáforos para peatones: aquí, el muñequito verde que significa “pase”, lleva sombrero y el rojo de parar tiene los brazos abiertos, a diferencia de lo que ocurre en el resto del orbe. Lo pude comprobar en mi anterior viaje a Weimar y el campo de Büchenwald. • Todas las versiones que he oído acerca del origen de esa curiosidad son humorísticas (falsas, pues: suponer humor en las autoridades de la Alemania del Este es una superstición de Irrealidad Suprema) y todas difieren entre sí. Pulsa ESPACIO
R E I S E N A C H B E R L I NV I A J E A B E R L Í N /6 • Otra curiosidad es que exista una calle (preciosa, por cierto) que se llama Unter den Linden: Bajo los tilos. • En ella hay un museo donde se exhibe una única escultura: Die Neue Wache, se llama el museo y, la escultura, “Madre con su hijo muerto”, de Käte Kollwitz. Pulsa ESPACIO
R E I S E N A C H B E R L I NV I A J E A B E R L Í N /7 • En el tren elevado, yendo desde Spandau al centro vi a una chica joven, alemana, rotunda, con el pelo teñido de rojo que iba leyendo un libro de Fernando Savater: “Tu, was du willst”, o sea, “Haz lo que quieras” que no identifico con ninguno de los suyos que conozca. • En estos trenes, cada vez que se llega a una estación, una voz advierte: “Ausstieg Links”, salga por la izquierda, pero siempre lo dice cuando todo el mundo ha bajado ya. • Nächste Station: Zoologischer Garten. Esa es la estación centro de todo. • Cerca del Reichstag (Parlamento) está el monumento que conmemora a las víctimas judías. El de las fotos... Pulsa ESPACIO
R E I S E N A C H B E R L I NV I A J E A B E R L Í N /y 8 Me ha gustado Berlín aunque no sabría decir por qué. Es cierto que es una ciudad vivible, sin tráfico y es cierto también que la vida cultural es rica y variada, pero esas cosas solas no bastan para explicar la fascinación que produce. A veces es tan modesta, que no parece que estés en la capital federal de Alemania, nada menos. Sus habitantes tienen fama de huraños, pero nosotros no apreciamos esa característica. Sí aprecié que los berlineses (?) no parecen alemanes del todo; no como en Bavaria, al menos. En un par de ocasiones se dirigieron a mí en alemán… Y, finalmente, en Berlín me han hecho una de las mejores fotos que tengo…es esa de al lado. Pulsa ESPACIO para acabar la presentación