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“David y Betsab é: adulterio y después ”. Versículo de memoria. “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí” (Sal. 51: 10). Pensamiento Clave.
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“David y Betsabé: adulterio y después”
Versículo de memoria “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí” (Sal. 51: 10)
Pensamiento Clave “La historia de David y Betsabé da testimonio de cómo incluso las personas más piadosas, a menos que sean cuidadosas, pueden caer en el peor de los peca-dos. Cuán afortunados so-mos de tener a un Dios que perdona lo imperdonable”
Objetivos 1.Saber que Dios perdona a quienes piden perdón con fe. 2.Sentir el gozo del perdón. 3.Tomar la decisión de mantener vivo el amor por medio de la confian- za en Dios.
Introducción David cometió un error muy grande, reconoció su pecado y alcanzó gracia y perdón. -Modelo de cómo comenzar un mal matrimonio. -Ambos se dejaron llevar por la pasión y pecaron contra Dios. -David encontró el perdón y dio testimonio del amor de Dios.
Precursor de una caída Cuando dejamos los manda-mientos de Dios comenzamos a pisar terreno prohibido. -David ya tenía varias mujeres y concubinas cuan-do se interesó por Betsabé (2 Sam. 3:1-5 y 2 Sam. 5:13). -”Los ojos del hombre nunca están satisfechos” Prov. 27: 20. -Al transgredir la voluntad de Dios, David se abrió a la tentación y estuvo más propenso a dejarse llevar por la pasión y la sensualidad.
Precursor de una caída Bienaventurado el varón que soporta la tentación, resiste y recibirás la corona de vida. -Dios nos advierte que no permitamos al pecado anidar en nuestro corazón (Sant. 1:12-15). -Somos esclavos de nuestras adicciones, el pecado nunca está satisfecho y el que practica el pecado es esclavo del pecado (Juan 8:34). -Dios nos ha prometido ayudarnos ¿Estamos buscando la ayuda de Dios cuando somos tentados por el enemigo de las almas?
La caída Todos somos tentados a pecar, pero ninguno es obligado a pecar. -David era Rey y podía hacer lo que quería, pero nunca debería ir contra los mandamientos de Dios. -En 2 Sam. 11:1-5, nos muestra los pasos que él siguió para caer en el pecado. 1. El empezó por “ver”. La tentación es a todos. 2. Detenerse a investigar. Terreno peligroso. 3. El acto mismo. Consumación del pecado.
La caída Betsabé no hizo nada por detener a David. -David se dejó llevar por la pasión y no tuvo la fuerza moral para contrarrestar sus impulsos. -Betsabé era casada y esto lo sabía David porque averiguó quien era ella. Aun así continuó con su plan. -David y Betsabé llegaron a donde nunca deberían haber llegado. El se aprovechó de ella y esto los condujo a ambos al pecado.
La paga del pecado El pecado tarde o temprano se descubre y trae conse-cuencias que lamentar. -Por más que haya tratado David de esconder su pecado, este era visible y notorio. -El inocente bebé fue llevado al descanso y sin tener culpa alguna Dios permitió que esto sea una llamada de atención a los padres. -Aunque su pecado fue perdonado las consecuen-cias del pecado los acompañó y les trajo amargu-ra y dolor de corazón.
David y Betsabé: los días finales. Dios bendijo a esta pareja con la llegada de Salomón. Salomón llegó a ser Rey. -David y Betsabé se arrepintieron de corazón. Betsabé fue fiel y leal a David. Lo alertó de la revuelta de Adonías. -Las relaciones de cualquier tipo se edifican y se alimentan. Toda persona necesita fortalecer la relación que tiene con los seres que ama. ¿Qué necesitamos hacer para estar en armonia con Dios y con nuestro prójimo?
Para meditar “Quienquiera que bajo la reprensión de Dios humille su alma con la confesión y el arrepentimiento, tal como lo hizo David, puede estar seguro de que hay esperanza para él. Quienquiera que acepte por la fe las promesas de Dios, hallará perdón. Jamás rechazará el Señor a un alma ver-daderamente arrepentida. Él ha dado es-ta promesa: ‘Echen mano [..] de mi forta-leza, y hagan paz conmigo. ¡Sí, que hagan paz conmigo!’ (Isa. 27:5). Deje el impio su camino, y el hombre inicuo sus pensamien-tos; y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia y al Dios nuestro el cual será amplio en perdonar’”(PP 786).
Resumen Cuidado: aun los más fuertes entre nosotros pueden caer; y, cuanto más poderosos sean, peores serán las consecuencias. La historia de David y Betsabé contiene un mensaje poderoso acerca del costo del pecado, asi como de la grandeza de la gracia de Dios en perdonar.