E N D
El pintor Wifredo Óscar de la Concepción Lam y Castilla, nació el 8 de diciembre de 1902 en Sagua La Grande, Cuba. Era hijo de un padre chino y una madre con mestizaje africano, indio y europeo. En 1916 su familia se mudó a La Habana, donde realizó estudios en la Escuela de Bellas Artes. Durante los primeros años del 1920, realizó una primera exhibición de su trabajos iniciales en el Salón de la Asociación de Pintores y Escultores en la Habana. En 1923, Lam se trasladó a Madrid donde estudió en el taller de Fernando Álvarez de Sotomayor, Director del Museo del Prado y reconocido por haber sido maestro de Salvador Dalí. A comienzos del 1930 la influencia surealista era evidente en los trabajos de Lam así como la de Henri Matisse así como también posiblemente Joaquín Torres-García. En 1936 al visitar una exposición de Pablo Picasso se sintió fuertemente atraído hacia él tanto artística como políticamente. En 1938 se fue a vivir a París, donde el propio Picasso lo tomó bajo su tutela y alimentó su interés por el arte africano y máscaras primitivistas. En ese mismo año viajó a México donde permaneció con Frida Kahlo y Diego Rivera. La variada herencia multicultural de Lam así como su envolvimiento con la Santería, se manifiesta extensamente en la obra del artista. Durante la Segunda Guerra Mundial, Lam vivió la mayor parte del tiempo en el Caribe, junto con Claude Lévi-Strauus, André Masson, y André Breton, cuyo poema Fata Morgana, Lam ilustró en el 1940. En 1941 regresó a la Habana donde fue fuertemente influenciado por las teorías de Carl Jung. A finales de 1942 comenzó su importante obra "La Jungla" (1943). Lam desarrolló un estilo propio en el que combinaba el surrealismo y el cubismo con el espíritu y formas del Caribe. Entre 1942 y 1950 realizó exhibiciones regulares en el Pierre Matisse Gallery de Nueva York. Después de una breve estancia en Haiti, Lam regresó a Francia pasando por Nueva York. Viajó intensamente durante los años siguientes y en 1960, se estableció en Albisola Mare, en la costa italiana. Recibió numerosos premios y reconocimientos. Sus obras se encuentran en los principales museos del mundo. Lam murió en Paris el 11 de septiembre de 1982.
Con Lam comienza un tipo de pintura, que puede ser calificada como poderosa. En él, se reúnen cosas contrarias en perfecta armonía; cosas que se denominan clásicas y modernas; hasta en el empleo de los materiales. En La Jungla hay formas precisas e incisivas en su contorno con total ausencia de su dintorno; figuras tubulares que dan sensación natural de levedad, pero que en vez de levitar, gravitan; formas que parecen lanzadas al azar sobre el lienzo, a veces en abigarrada confusión, y que después resulta que responden a la proporción áurea, En fin, moderno y antiguo. Un análisis de la obra de Lam arroja un total insospechable a primera vista. Aparecen todas las conquistas de la pintura, tanto de Occidente como de oriente; de los antiguos como de los modernos. Y por añadidura, tenemos en él al pintor que por primera vez introduce en la pintura cubana la cultura negra con sus mitos, símbolos y temas sociales (la tijera en La Jungla, simboliza el corte con el pasado); la cultura negra como cultura, no como anécdota.
"Wilfredo Lam celebra la transformación del mundo en mito y convivencia. La pintura es una de las pocas armas que hoy nos queda todavía en contra de la sordidez de la Historia". Alejo Carpentier