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LETRILLA. TERESIANA. Sólo Dios basta. Nada te turbe. Nada te espante. Todo se pasa. Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene nada le falta. Nada te turbe.
E N D
LETRILLA TERESIANA
Sólo Dios basta Nada te turbe Nada te espante Todo se pasa Dios no se muda La paciencia todo lo alcanza Quien a Dios tiene nada le falta
Nada te turbe Ciertamente a Teresa le han conmovido más de una vez las palabras de Jesús: “No se turbe vuestro corazón” (Jn 14,1-27) “No te turbes, Marta por las muchas cosas de la vida” (Jn 10,41).“No temas pequeño rebaño” (Lc 12,32) Y sobre todo la Palabra del Resucitado: “No temáis …”
Nada te espante “Espantarse” para Teresa, es un gesto del espíritu puesto en asombro de cara a la hondura de las cosas o el río de la vida. Cuantas veces ha seguido ella con la mirada el gesto de estupor de los discípulos, o de los pobres y enfermos curados milagrosamente, o de las turbas ante la figura y la Palabra de Jesús. "¿De eso os asombráis?
Teresa se refiere a la transitoriedad de la vida y del mundo, “de este mundo que pasa”. Sobre todo la Palabra de Jesús: ”El cielo y latierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mc 13,21) porque: “Yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo”.
Dios no se muda Clarísimo eso de la fidelidad de Yavé, inagotablemente proclamada en los Salmos. La fidelidad de Jesús que no es “sí y no”, sino “amén”. Él, que es del “ayer, hoy y por los siglos”. (Heb 13,8).
La paciencia todo lo alcanza No la paciencia pasiva y medio soportona. Sino la paciencia bíblica, la paciencia en espera, paciencia en perseverancia. Como la de Jesús o Dios mismo. ¿No había dicho Jesús: “En vuestra paciencia poseeréis vuestras vidas?” (Lc 21,19).
Quien a Dios tiene nada le falta Un texto de Pablo proponía eso mismo con una variante: “A los que temen a Dios, todo les ayuda para el bien”. A Teresa le han producido más impacto los textos bíblicos que garantizan las “seguridades” del creyente: “no temer ante los reyes, ni de cara al tribunal de los hombres, porque “Yo estoy con vosotros”, y “si Dios está en nuestro favor, ¿quién podrá con nosotros?”.
Para una contemplativa, como Teresa, el verso final contiene una versión del “Sólo Dios” que durante siglos había remansado en la tradición monástica. Creo que viene a ella desde la Biblia: “A solo Dios el honor”. “Tú solo santo”. “Tú eres el Señor, Dios sólo”. (2Re 19,19)
Aquí os invito a cantar desde el corazón: Nada te turbe, nada te espante quien a Dios tiene nada le falta. Nada te turbe, nada te espante. ¡Sólo Dios basta!
Fijaros como en todos los párrafos de la “letrilla” nombra la Santa una o varias citas de la Biblia, e incluso nombra a San Pablo. Pidamos, si os parece, la intercesión de la Santa y de San Pablo, Patrón del Sínodo, para la buena acogida y eficacia del “Sínodo sobre la Palabra” en el marco del Año Paulino.