100 likes | 373 Views
Salmo 119. Dichosos los que guardan tus preceptos y te buscan de todo corazón. En el camino de tus preceptos disfruto más que con cualquier fortuna. Me adhiero a tus preceptos, Padre, correré por el camino de tus mandatos porque me ensanchas el corazón.
E N D
Dichosos los que guardan tus preceptos y te buscan de todo corazón. En el camino de tus preceptos disfruto más que con cualquier fortuna.
Me adhiero a tus preceptos, Padre, correré por el camino de tus mandatos porque me ensanchas el corazón.
Enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón. Seguiré por un camino ancho porque busco tus preceptos.
Y serán mis delicias tus mandatos que tanto amo. Este es mi consuelo en la aflicción, que tu promesa me da la vida.
Enséñame a discernir y entender porque me fío de tus mandatos. Cuánto amo tu voluntad, todo el día la estoy meditando.
¡Qué dulce es tu promesa al paladar, más que miel a la boca!
Tus preceptos son mi herencia perpetua, el gozo de mi corazón.
Yo me alegro de tu promesa como el que encuentra un rico botín.
Ansío tu voluntad, Padre, tu voluntad es mi delicia. Del Salmo 119