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LA ILÍADA El poema de Ilión (Troya)
ILÍADA Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves -cumplíase la voluntad de Zeus- desde que se separaron disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino Aquiles.
Asamblea de los griegos. El adivino Calcante debe decir por qué los dioses han enviado una epidemia al campamento griego y, temiendo represalias por sus palabras, pide la protección de Aquiles. Homero
LA PESTE Agamenón es la causa. Crises, sacerdote de Apolo, había ido al campamento aqueo para rescatar a su hija Criseida, que había sido hecha cautiva y adjudicada como esclava a Agamenón; éste había despreciado al sacerdote, negándose a devolverle su hija y despidiéndole con amenazadoras palabras; Apolo, indignado por esta humillación, había provocado una terrible peste en el campamento aqueo.
AQUILES Y AGAMENÓN Muy a su pesar, Agamenón devuelve a Criseida, pero, tras una encendida discusión con Aquiles, le arrebata Briseida: éste se retira del combate, no sin antes insultar gravemente al rey, al que estuvo a punto de matar
AQUILES Y AGAMENÓN ¡Ebrio , tienes los ojos de can, corazón de venado! Nuncaosaste partir a la guerra con sólo tu gente...Tan grande es tu miedo a la muerte Atenea retiene a Aquiles Tetis pide a Zeus que conceda a los troyanos una victoria parcial. Canto I
EL SUEÑO ENGAÑOSO Zeus envía un sueño engañoso a Agamenón: “Ve, oh rápido sueño, y mándale que al momento arme a los melenudos aqueos, porque ahora podría tomar la ciudad de anchas calles, Troya, pues un infortunio amenaza a los teucros.” El rey atrida arenga a sus tropas antes de la batalla y, con la ayuda de Hera y Atenea, les insufla coraje. Evidentemente Zeus piensa atender los ruegos de Tetis y conceder una victoria parcial al ejército troyano.
CATÁLOGO Canto II
PARIS Y MENELAO Combate singular entre Paris y Menelao, que no produce ningún resultado, pues, cuando aquél va a ser vencido, lo arrebata por los aires la diosa Afrodita y lo lleva al lado de Helena. Pándaro, por inspiración de Atenea, rompe la tregua pactada. Se reanuda el combate. Cantos III-IV
DIOMEDES Entre los aqueos destaca Diomedes, que incluso es capaz de hacer huir a los mismísimos dioses Ares y Afrodita.
DIOMEDES Canto V
Entre los troyanos destaca Héctor, que ha regresado a Troya para ordenar que las mujeres se congracien con Atenea mediante plegarias y ofrendas. Antes de regresar al campo de batalla, se encuentra con su esposa y con su hijo, aún de tierna edad. HÉCTOR Y ANDRÓMACA
HÉCTOR Y ANDRÓMACA Contrasta el comportamiento de Héctor, héroe inocente que se sacrifica por Troya, con el de Paris, culpable y egoísta, que sólo piensa en él. Canto VI
HÉCTOR Y ÁYAX Héctor desafía a los héroes aqueos. Echadas las suertes, le toca a Áyax, y luchan hasta el anochecer. Se pacta una tregua de un día, que los aqueos aprovechan para enterrar a los muertos y construir un muro en torno al campamento. Canto VII
AVANCE TROYANO Batalla favorable a los troyanos, que quedan vencedores y pernoctan en el campo, en vez de retirarse a la ciudad, y así poder rematar la victoria al día siguiente. Zeus, en asamblea divina, había prohibido a los dioses acudir en socorro de los combatientes; él, en cambio, ha ayudado a los troyanos. Canto VIII
EMBAJADA A AQUILES Agamenón, arrepentido y lamentando su disputa con Aquiles, por consejo de su anciano asesor Néstor, envía a Ulises, Áyax y al viejo Fénix como embajadores ante Aquiles. Deben solicitar su ayuda, a cambio de la devolución de Briseida y de abundantes regalos que compensen la afrenta sufrida. Pero Aquiles se mantiene obstinado a inflexible. Canto IX
ULISES Y DIOMEDES Aqueos y troyanos espían los movimientos del contrario. Ulises y Diomedes apresan a Dolón, del que consiguen información del campamento troyano. Canto X
PRESIÓN TROYANA A continuación, los troyanos asaltan con éxito la muralla y el foso del campamento aqueo. Héctor, con una gran piedra, derriba la puerta de entrada al campamento y abre una vía de acceso a sus tropas. En la batalla entre aqueos y troyanos, aquéllos llevan la peor parte: Agamenón, Diomedes y Ulises resultan heridos. Ante la clara ventaja de los troyanos, Aquiles envía a Patroclo junto a Néstor. Cantos X-XIII
Los griegos consiguen recuperarse gracias a Hera, que ha dormido a Zeus, y a Poseidón. Pero Zeus se despierta airado y Apolo lleva a los troyanos a las posiciones de antes de la intervención de Poseidón: dentro del campamento aqueo. Guiados por Zeus atacan las naves aqueas y les ponen en fuga. La situación es crítica en extremo. ATAQUE A LAS NAVES Canto XV
PATROCLO Al advertirlo, Patroclo suplica a Aquiles que rechace al enemigo; y, no consiguiéndolo, le ruega que, por lo menos, le preste sus armas y le permita ponerse al frente de los mirmídones para ahuyentar a los troyanos. Accede Aquiles, y le recomienda que se vuelva atrás cuando los haya echado de las naves, pues el destino no le tiene reservada la gloria de apoderarse de Troya.
PATROCLO Mas Patroclo, enardecido por sus hazañas, entre ellas la de dar muerte a Sarpedón, hijo de Zeus, persigue a los troyanos por la llanura hasta que Apolo le desata la coraza. Euforbo lo hiere y Héctor lo mata. Canto XVI
MENELAO Se entabla un encarnizado combate entre aqueos y troyanos para apoderarse de las armas y del cadáver de Patroclo. Por fin, Menelao y Meriones, protegidos por los dos Áyax, cargan a sus espaldas con el cadáver de Patroclo y se lo llevan al campamento. Canto XVII
RETORNO DE AQUILES Aquiles, al enterarse de la noticia de la muerte de su amigo Patroclo, ansía vengarlo. Su madre, Tetis, pide a Hefesto que fabrique un escudo que reemplace al que Héctor tomó como botín del cadáver de Patroclo. Cantos XVIII-XIX
AQUILES Vestido con la armadura que le había fabricado Hefesto, Aquiles se reconcilia con Agamenón. Briseida lamenta la muerte de Patroclo y el ejército aqueo se prepara para la batalla que va a tener lugar. Cantos XX-XXI
AQUILES Los dioses, en asamblea extraordinaria, no se ponen de acuerdo sobre a quién había que favorecer. Aquiles, enfurecido, vuelve al combate y mata a tantos troyanos que los cadáveres obstruyen la corriente del río Janto. Apolo interviene para que los troyanos puedan entrar en la fortaleza Cantos XX-XXI
MUERTE DE HÉCTOR Aquiles vuelve al campo de batalla y delante de las puertas de la ciudad encuentra a Héctor, que le esperaba; huye éste, aquél le persigue y dan tres vueltas a la ciudad de Troya; Zeus coge la balanza de oro y ve que el destino condena a Héctor, el cual, engañado por Atenea, se detiene y es vencido y muerto por Aquiles, a pesar de saber éste que ha de sucumbir poco después que muera el caudillo troyano.
FUNERALES DE PATROCLO Aquiles celebra unos espléndidos funerales en honor de Patroclo, mientras ata el cadáver de Héctor por los pies a su carro y se lo lleva arrastrando por el polvo; y desde entonces todos los días, al aparecer la aurora, lo vuelve a arrastrar hasta dar tres vueltas alrededor del túmulo de Patroclo.
FUNERALES DE PATROCLO Canto XXIII
FUNERALES DE HÉCTOR Los dioses se apiadan finalmente de Héctor y Zeus encarga a Tetis que convenza a su hijo para que devuelva el cadáver. A su vez ordena a Príamo, por medio de Iris, que vaya con magníficos presentes a la tienda de Aquiles para rescatar el cuerpo de Héctor. Le acompañará sólo un heraldo. Príamo obedece y parte con el heraldo ideo y dos carros; antes de llegar al campamento se les aparece Hermes, que los guía hasta la tienda del héroe; entra Príamo y, echándose a los pies de Aquiles, le dirige la súplica más conmovedora; Aquiles entrega el cadáver, los dos ancianos lo conducen a Troya y se celebran con toda solemnidad las honras fúnebres de Héctor, que era el principal sostén de Troya. Canto XXIV
FUNERALES DE HÉCTOR Respeta a los dioses, oh Aquiles y compadécete de mí recordando a tu padre... Me he atrevido a lo que nadie hizo en la tierra: a llevarme a los labios la mano de aquel que ha matado a mis hijos