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DECLARACIONES OFICIALES De la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Pr. Antonio Cabellos Olivares. ASOCIACIÓN PERUANA CENTRAL ESTE. Nuestra misión.
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DECLARACIONES OFICIALESDe la Iglesia Adventista del Séptimo Día Pr. Antonio Cabellos Olivares ASOCIACIÓN PERUANA CENTRAL ESTE
Nuestra misión La misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día es proclamar a todas las personas el evangelio eterno del amor de Dios, en el contexto de los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6-12, tal como esta revelado en la vida, muerte, resurrección y ministerio sumo sacerdotal de Jesucristo, invitándolas a aceptar a Jesús como su Señor y Salvador personal, y a unirse a su iglesia remanente; y nutrir y educar a los creyentes como discípulos, en preparación para su pronto regreso.
Nuestra visión En armonía con las grandes profecías de las Escrituras, entendemos que el clímax del plan de Dios es restaurar toda su creación a la completa armonía con su perfecta voluntad y justicia.
Abuso y violencia familiar Los adventistas afirman la dignidad y el valor de cada ser humano, y condenan toda forma de abuso físico, sexual y emocional, y cualquier tipo de violencia familiar. Reconocemos la difusión global de este problema y los efectos serios y de largo alcance que tienen sobre las vidas de todas las personas involucradas. Creemos que los cristianos deben reaccionar frente al abuso y la violencia familiar, tanto dentro de la iglesia como en la comunidad. Tomamos con seriedad los informes de abuso y violencia, y hemos planteado estos problemas para su análisis en asambleas internacionales. Creemos que permanecer indiferentes y sin dar una respuesta es condonar, perpetuar y, potencialmente, extender tales conductas. Esta declaración fue aprobada y votada por la Comisión Administrativa de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día (ADCOM), y fue publicada por la Oficina del presidente, Robert S. Folkenberg, en el Congreso de la Asociación General realizado en Utrecht, Holanda, del 29 de junio al 8 de julio de 1995.
EL SIDA Los adventistas están comprometidos con la educación para la prevención del SIDA. Durante muchos anos los adventistas han luchado contra la circulación, venta y uso de drogas, y siguen haciéndolo. Los adventistas apoyan la educación sexual que incluye el concepto de que la sexualidad humana es un don de Dios a la humanidad. La sexualidad bíblica limita claramente las relaciones sexuales al cónyuge de una persona, y excluye las relaciones promiscuas y toda otra relación sexual con su consecuente exposición al VIH. Una respuesta semejante a la que Cristo daría al SIDA debe ser personal, compasiva, útil y redentora. Así como Jesús se intereso por los leprosos, la temida enfermedad comunicable de sus días, sus seguidores hoy se interesaran por quienes tienen SIDA. Santiago amonesto: “.De que le sirve a uno decir...: ‘Que les vaya bien; abríguense y coman todo lo que quieran’, pero no les da lo que su cuerpo necesita?” (Sant. 2:14, 16). Esta declaración fue anunciada por el presidente de la Asociación General, Neal C. Wilson, después de una consulta con los 16 vicepresidentes mundiales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, el 5 de julio de 1990, en la sesión de la Asociación General realizada en Indianápolis, Indiana, EE.UU.
Uso, abuso y dependencia de sustancias químicas La Iglesia Adventista del Séptimo Día, organizada oficialmente en 1863, desde el comienzo de su historia se ocupo de combatir el uso de bebidas alcohólicas y tabaco. La iglesia condeno el uso de ambas sustancias por ser destructoras de la vida, la familia y la espiritualidad. Adopto, en la practica, una definición de temperancia que estimulaba a “la abstinencia total de lo que es perjudicial, y al uso cuidadoso y juicioso de lo que es bueno”. La posición de la iglesia con respecto al uso del alcohol y del tabaco no ha cambiado.
Bienestar y valor de los niños Los adventistas afirman el derecho de cada niño a un ambiente hogareño feliz y estable, y la libertad y el apoyo necesarios para crecer y ser las personas que Dios quiere que sean. En armonía con muchos de estos principios elevados, y considerando el valor que Jesús les dio a los niños cuando dijo: “Dejad a los niños venir a mi, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos” (Mat. 19:14), procuramos ayudar a los niños que sufren por las siguientes influencias destructivas: • Pobreza • Analfabetismo • Explotación y vulnerabilidad • Violencia
En respuesta a los problemas y a las necesidades mencionados, los adventistas sostienen los siguientes derechos de los niños: • 1) El derecho a un hogar amante y estable donde haya seguridad y estén libres de los abusos. • 2) El derecho a tener alimentos, ropa y abrigo adecuados. • 3) El derecho a tener cuidado medico y de la salud. • 4) El derecho a una educación que los prepare para un papel positivo en la sociedad, al desarrollar su potencial personal y capacidad de ganar el dinero necesario. • 5) El derecho a una educación moral y religiosa en el hogar y la iglesia. • 6) El derecho a estar libres de discriminación y explotación. • 7) El derecho a ser una persona, a que se lo respete, y a desarrollar una estima propia positiva. Esta declaración fue votada por la Comisión Administrativa de la Asociación General (ADCOM) para ser publicada en ocasión del Congreso de la Asociación General desarrollado en Toronto, Canadá, entre el 29 de junio y el 9 de julio de 2000.
La creación Las primeras palabras de la Biblia proporcionan el fundamento de todo lo que sigue. “En el principio creo Dios los cielos y la tierra” (Gen. 1:1). En todas las Escrituras se celebra la creacion como procedente de la mano de Dios, a quien se alaba y adora como Hacedor y Sustentador de todo lo que existe. “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obradesus manos” (Sal. 19:1). La Biblia comienza con la historia de la creación, y la Biblia concluye con la historia la nueva creación. Todo lo que se perdió con la caída de nuestros primeros padres quedara restaurado. Aquel que hizo al principio todas las cosas por la palabra de su boca, hará que la larga lucha con el pecado, el mal y la muerte llegue a una conclusión triunfante y gloriosa. El es quien vivió entre nosotros y murió en nuestro lugar en el Calvario. Mientras los seres celestiales cantaban de gozo en la primera creación, así los redimidos de la tierra proclamaran: “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tu creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”.
Propósitos y metas de las actividades eclesiásticas • Todos los programas y las actividades de la iglesia deben contribuir al desarrollo de un carácter cristiano y a un testimonio efectivo. Fomentaran el logro de los siguientes aspectos: • 1) El pleno desarrollo del amor cristiano y la consideración abnegada por los demas (1 Cor. 13). • 2) El respeto y el compañerismo mutuo entre los creyentes, como lo ilustra la figura del cuerpo de la iglesia como una unidad (1 Cor. 12). • 3) La exclusión de la rivalidad egoísta, y el desarrollo de una experiencia superior en emprendimientos cooperativos. • 4) El desarrollo de un cuerpo, una mente y un espíritu saludables. • 5) La promoción y puesta en practica de relaciones sociales sanas. • 6) La inspiración y orientación hacia una adoración a Dios aceptable. • 7) El estimulo en cada persona para buscar lo mas elevado y lo mejor que pueda lograr en toda actividad digna. • 8) La movilización de los inmensos recursos humanos de la iglesia para la salvación de las almas.
Las drogas • La Iglesia Adventista del Séptimo Día anima a cada persona y a cada nación a cooperar en la erradicación de la epidemia mundial de drogas, la cual socava la estructura social de las naciones y que, en el nivel individual, a menudo mata a sus victimas o las conduce a una vida de crimen. • Los adventistas creen que la Biblia ensena que cada cuerpo humano es “templo del Dios viviente”, que debe ser cuidado en forma inteligente (2 Cor. 6:15-17). • Para tener una vida plena, los adventistas animan a todos a seguir un estilo de vida que evite los productos derivados del tabaco, las bebidas alcohólicas y el mal uso de las drogas. Esta declaración publica fue difundida por el presidente de la Asociación General, Neal C. Wilson, después de consultas hechas a los 16 vicepresidentes mundiales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en junio de 1985, en el Congreso de la Asociación General celebrado en Nueva Orleans, Luisiana.
Afirmación de la familia El lazo familiar es el mas intimo, el mas tierno y la mas sagrada de todas las relaciones humanas sobre la Tierra. Dios instituyo la familia como la proveedora principal de las relaciones cálidas y preocupada por el bienestar que el corazón humano anhela. En el circulo familiar se satisfacen en forma significativa la necesidad profunda y permanente de un sentido de pertenencia, del amor y de la intimidad. Dios bendice a la familia y tiene la intención de que sus miembros se ayuden mutuamente a alcanzar la madurez y la integración. En la familia cristiana, el sentido de valor personal y de dignidad de cada miembro es afirmado y protegido en un ambiente de respeto, igualdad, sinceridad y amor. En este circulo intimo se desarrollan las primeras actitudes y las que son las mas duraderas como relaciones, y se trasmiten los valores de una generación a la siguiente. Esta declaración publica fue puesta en circulación por el presidente de la Asociación General, Neal C. Wilson, después de consultas con los 16 vicepresidentes mundiales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, el 5 de julio de 1990 en el Congreso de la Asociación General realizado en Indianápolis, Indiana, EE.UU.
La violencia familiar La violencia familiar incluye cualquier tipo de agresión verbal, física, emocional, sexual, o la negligencia activa o pasiva cometida por una persona o personas contra otra dentro del circulo familiar, sin importar si son casados, parientes, o de si viven juntos o separados, o son divorciados. La violencia familiar se manifiesta de diferentes maneras. Por ejemplo, puede ser la agresión física contra uno de los cónyuges. Las agresiones emocionales tales como las amenazas verbales, los accesos de ira, la desvalorización de la personalidad del otro y las exigencias irreales de perfección, son también abuso. El abuso puede, incluso, tomar la forma de coerción y violencia física dentro de la relación sexual conyugal, o la de una amenaza de violencia a través del uso de un comportamiento intimidatorio verbal o no verbal. Incluye practicas tales como el incesto y el maltrato o el descuido de menores de edad que resulta en lesiones o danos producidos por parte de uno de los padres o tutores. La violencia contra los ancianos se manifiesta en agresiones físicas, psicológicas, sexuales, verbales, materiales, y en el abuso o negligencia medica.
Creemos que la iglesia tiene la responsabilidad de: 1) Cuidar de las personas involucradas en violencia familiar y atender a sus necesidades: • a) Escuchando y aceptando a las personas que sufren abuso, dándoles amor y la seguridad de su valía e importancia. • b) Destacando las injusticias del abuso y hablando en defensa de las victimas, tanto en la comunidad de fe como en la sociedad. • c) Proveyendo un ministerio humanitario y de apoyo a las familias afectadas por la violencia y el abuso, tratando de que tanto las victimas como los agresores tengan acceso al consejo de profesionales adventistas, cuando tal cosa es posible, o a la red de recursos profesionales disponibles en la comunidad. • d) Animando a los profesionales adventistas a especializarse y al establecimiento del servicio de profesionales licenciados por la iglesia, tanto para los miembros de iglesia como para las comunidades circundantes. • e) Ofreciendo un ministerio de reconciliación cuando el arrepentimiento del agresor abre la posibilidad del perdón y la restauración en las relaciones. El arrepentimiento siempre incluye la aceptación total de la responsabilidad por los errores cometidos, la disposición para hacer restitución en todas las formas posibles, y cambios en la conducta para eliminar el abuso. • f) Proyectando la luz del evangelio sobre la naturaleza de las relaciones esposo-esposa, padres-hijos y otras relaciones próximas, y capacitar a las personas y familias a crecer a la luz de los ideales de Dios en su vida de relación. • g) Guardándose contra la tendencia a aislar en la familia o en la iglesia, tanto a las victimas como a los agresores, aunque responsabilizando firmemente a los agresores por sus actos.
Los juegos de azar • Los juegos de azar definidos como aquellos en los que hay que pagar, impactan en forma creciente a mas y mas personas en el mundo entero. • La sociedad paga grandes costos por los crímenes asociados a ellos, por el sostén de las victimas y por la destrucción de las familias, ya que todo esto erosiona la calidad de vida. • Los adventistas se han opuesto en forma consistente a los juegos de azar por ser incompatibles con los principios cristianos. No es una forma apropiada de entretenimiento o un medio legitimo para recolectar fondos. • La Iglesia Adventista del Séptimo Día rechaza los juegos de azar como fueron definidos mas arriba, y no solicitara ni aceptara financiaciones que sean claramente derivadas del juego.
La homosexualidad • La Iglesia Adventista del Séptimo Día reconoce que cada ser humano es valioso a la vista de Dios, y por eso buscamos ministrar a todos los hombres y mujeres en el espíritu de Jesús. Creemos también que, por la gracia de Dios y con el animo de la comunidad de fe, una persona puede vivir en armonía con los principios de la Palabra de Dios. • Las Escrituras declaran: “Por tanto, dejara el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Gen. 2:24). Este patrón heterosexual es afirmado a través de todos las Escrituras. La Biblia no da cabida a la actividad o relación homosexual. Los actos sexuales realizados fuera del circulo de un matrimonio heterosexual están prohibidos (Lev. 20:7-21; Rom. 1:24-27; 1Cor. 6:9-11). Jesucristo reafirmo el propósito de la creación divina cuando dijo: “.No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejara padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya mas dos, sino una sola carne’’ (Mat. 19:4-6). Por estas razones los adventistas nos oponemos a las practicas y relaciones homosexuales. Esta declaración fue votada durante el Concilio Anual de la Junta Directiva de la Asociación General el 3 de octubre de 1999 en Silver Spring, Maryland, EE.UU.
La Observancia del SÁbado(DSA 90-639) El sábado abarca nuestra total relación con Dios. Es una indicación de la acción de Dios en nuestro favor en el pasado, el presente, y el futuro. El protege la amistad del hombre con Dios y ofrece el tiempo esencial para el desarrollo de esa relación. El sábado aclara la relación entre Dios y la familia humana, porque señala a Dios como Creador en un momento cuando a los seres humanos les gustaría usurpar la posición de Dios en el universo.