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Partitura fugaz de los días. E n la partitura fugaz de los días escondí mi voz ruborizada que quiso colgar de una estrella endechas enhebradas al compás del tic-tac del reloj y desafinó al no coincidir sus horas con las notas que el pentagrama pautó. ………………………………………………….
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Partitura fugaz de los días
En la partitura fugaz de los días escondí mi voz ruborizada que quiso colgar de una estrella endechas enhebradas al compás del tic-tac del reloj y desafinó al no coincidir sus horas con las notas que el pentagrama pautó. ………………………………………………….
Cerré la puerta de la música secreta y sentí que el corazón se encogía por las notas faltantes de la melodía que se fueron escondidas en el tul vaporoso de las alas de una mariposa devorada por un éxtasis de luz. …………………………………………………
Ahora ensayo soledades en la isla perdida de las horas tras haber anudado un pañuelo-contraseña al mástil de un barco ligero de vela donde viajan nuevas melodías silabeando inéditas canciones para estrenarlas el día que escampe la niebla en el mar verde-azul de la vida. …………………………………………………..
He colgado otras sinfonías de la rosa inestable de los vientos por si la mar me devuelve un día la respuesta de cualquier otro náufrago soñador como yo el mensaje plagiado al diccionario transparente de la música ausente. …………………………………………………..
A dúo entonaría entonces endechas de estreno con los pájaros cantores en el pentagrama inalámbrico del último atardecer de mi vida con las mismas notas que ayer me robó el tic-tac inexorable del reloj. ………………………………..…………..
En la partitura fugaz de los días escondí mi voz ruborizada que quiso colgar de una estrella endechas enhebradas al compás del tic-tac del reloj y desafinó al no coincidir sus horas con las notas que el pentagrama pautó. Cerré la puerta de la música secreta y sentí que el corazón se encogía por las notas faltantes de la melodía que se fueron escondidas en el tul vaporoso de las alas de una mariposa devorada por un éxtasis de luz. Ahora ensayo soledades en la isla perdida de las horas tras haber anudado un pañuelo-contraseña al mástil de un barco ligero de vela donde viajan nuevas melodías silabeando inéditas canciones para estrenarlas el día que escampe la niebla en el mar verde-azul de la vida. He colgado otras sinfonías de la rosa inestable de los vientos por si la mar me devuelve un día la respuesta de cualquier otro náufrago soñador como yo el mensaje plagiado al diccionario transparente de la música ausente. A dúo entonaría entonces endechas de estreno con los pájaros cantores en el pentagrama inalámbrico del último atardecer de mi vida con las mismas notas que ayer me robó el tic-tac inexorable del reloj. Juan Manuel del Río