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D a 24 Coraz n de Jes s, perforado por una lanza

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D a 24 Coraz n de Jes s, perforado por una lanza

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Presentation Transcript


    2. LETANÍA AL SAGRADO CORAZÓN  DE JESÚS Meditaciones y pensamientos del Papa Juan Pablo II  CORAZÓN DE JESÚS, PERFORADO POR UNA LANZA 30 de Julio, 1989 1. Pocas páginas del Evangelio a lo largo de los siglos han atraído la atención de los místicos, de los escritores espirituales y de los teólogos tanto como el pasaje del Evangelio de San Juan que nos narra la muerte gloriosa de Cristo y la escena en que le atraviesan el costado (En 19,23-37). En esa página se inspira la invocación de las Letanías, que he recordado hace un momento. En el Corazón atravesado contemplamos la obediencia filial de Jesús al Padre, cuya misión El realizó con valentía ( Jn 19,30) y su amor fraterno hacia los hombres a quienes El "amó hasta el extremo" (Jn 13,1), es decir, hasta el extremo sacrificio de Si mismo. El Corazón atravesado de Jesús es el signo de la totalidad de este amor en dirección vertical y horizontal, como los dos brazos de la cruz.

    3. 2. El Corazón atravesado es también el símbolo de la vida nueva, dada a los hombres mediante el Espíritu y los sacramentos. En cuanto el soldado le dio el golpe de gracia, del costado herido de Cristo "al instante salió sangre y agua" (Jn 19,34). La lanzada atestigua la realidad de la muerte de Cristo. El murió verdaderamente, como había nacido verdaderamente y como resucitará verdaderamente en su misma carne (Jn 20,24.27). Contra toda tentación antigua o moderna de docetismo, de ceder a la "apariencia" el Evangelista nos recuerda a todos la cruda certeza de la realidad. Pero al mismo tiempo tiende a profundizar el significado del acontecimiento salvífico y a expresarlo a través del símbolo. El, por tanto, en el episodio de la lanzada, ve un profundo significado: como de la roca golpeada por Moisés brotó en el desierto un manantial de agua ( Nm 20,8-11), así del costado de Cristo, herido por la lanza, brotó un torrente de agua para saciar la sed del nuevo pueblo de Dios. Este torrente es el don del Espíritu, (Jn 7,37-39), que alimenta en nosotros la vida divina. 3. Finalmente, del Corazón atravesado de Cristo brota la Iglesia. Como del costado de Adán que dormía fue extraída Eva, su esposa, así - según una tradición patrística que se remonta a los primeros siglos -, del costado abierto del Salvador, que dormía sobre la cruz en el sueño de la muerte, fue extraída la Iglesia, su esposa. Esta se forma precisamente del agua y de la sangre, - Bautismo y Eucaristía -, que brotan del Corazón traspasado. Por eso, con razón afirma la Constitución conciliar sobre la liturgia: "Del costado de Cristo dormido en la cruz nació el sacramento admirable de la Iglesia entera" (Sacrosanctum Concilium, 5). 4. "Junto a la cruz, advierte el Evangelista, se encontraba "la Madre de Jesús (Jn 19,25). Ella vio el Corazón abierto del que fluían sangre y agua - sangre tomada de su sangre -, y comprendió que la sangre del Hijo era derramada por nuestra salvación. Entonces comprendió hasta el fondo el significado de las palabras que el Hijo le había dirigido poco antes: "Mujer, he ahí a tu hijo" (Jn 19,26): la Iglesia que brotaba del Corazón atravesado era confiada a sus cuidados de Madre. Pidamos a María que nos guié a sacar cada vez más abundantemente el agua de los manantiales de gracia que fluyen del Corazón atravesado de Cristo.

    4. DÍA 24: DÍA DE APOSTOLADO “Para que el mundo conozca mi Bondad necesito apóstoles que le muestren mi Corazón, pero que sobre todo lo conozcan porque nadie puede enseñar lo que no sabe. Deseo formar una liga de amor entre mis almas consagradas, para que ellas enseñen y publiquen por el mundo mi Misericordia y mi Amor. No todas las almas pueden ir a evangelizar y predicar a países salvajes, pero sí todas pueden hacer conocer y amar mi Corazón. Mi Amor se sirve, no solamente de su vida ordinaria y de sus menores acciones, sino también de sus miserias y debilidades, y muchas veces de sus caídas para bien de otras almas.”

    6. OFRENDA FLORAL A JESUS: Al inicio del día, conságrate a su Inmaculado Corazón: Apenas comienza el día, conságrate a su Sacratísimo Corazón, ofrécele el día, todos tus planes, proyectos, penas, alegrías… CONSAGRACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Señor Jesús: el día de hoy quiero consagrar a tu Sagrado Corazón todo lo que soy y lo que tengo. Ayúdame a vivir en tu amistad. Te pido que en este día bendigas a mi familia, a mis amigos, a los que me hacen el bien, a los más necesitados y a los que no me quieren. Creo y espero en Ti, y deseo corresponder al gran amor que me has mostrado al morir por mí en la cruz. Toma mi corazón y transfórmalo con el fuego de Tu Sagrado Corazón. Amén.

    7. Tres de la tarde, la hora de la misericordia: “A las tres implora Mi misericordia, especialmente por los pecadores; y aunque sea por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión, especialmente en Mi desamparo en el momento de agonía. Esta es la hora de gran misericordia para el mundo entero. Te permitiré entrar dentro de Mi tristeza mortal. En esta hora, no le rehusare nada al alma que me lo pida por los méritos de Mi Pasión.” El Santo Rosario: El nombre del Rosario en la lengua castellana proviene del conjunto de oraciones, a modo de rosas. Rosas blancas de serenidad y pureza, rosas rojas de sufrimiento y amor. Rézalo a la hora que te resulte más apropiada. Si te es posible, invita a participar a tu familia. Recuerda que la familia que reza unida, permanece unida y la bendice Dios. Modo de rezar el Rosario con Letanía al Sagrado Corazón de Jesús

    8. Antes de acostarte: ORACIÓN A JESÚS SOLITARIO EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO:   ¡Oh Divino Jesús! que durante la noche estáis solitario en tantos tabernáculos del mundo, sin que ninguna de vuestras criaturas vaya a visitaros y adoraros. Yo os ofrezco mi pobre corazón, deseando que todos sus latidos sean otros tantos de amor y adoración. Vos, Señor, estáis siempre en vela bajo las especies Sacramentales, vuestro amor misericordioso nunca duerme ni se cansa de velar por los pecadores. ¡Oh Jesús amantísimo! ¡Oh Jesús solitario! haced mi corazón cual lámpara encendida; en caridad se inflame y arda siempre en vuestro amor. Vela ¡oh centinela Divino! vela por el mísero mundo, por los sacerdotes, por las almas consagradas, las extraviadas, por los pobres enfermos cuyas noches interminables necesitan tu fortaleza y tu consuelo, por los moribundos y por ésta tu humilde sierva que, para mejor servirte, descansa pero sin alejarse de Ti, de tu Sagrario... donde vives en la soledad y el silencio de la noche. Sea siempre bendito, alabado, adorado, amado y reverenciado el Corazón Sagrado de Jesús en todos los Sagrarios del mundo. Amén.

    9. Visitas al Santísimo Sacramento. ¿Porqué es tan importante visitar frecuentemente a Jesús Sacramentado? Porque está presente en el Santísimo Sacramento, como mi Dios y Señor y por lo tanto le debo adoración y homenaje de sumisión. Porque el Corazón de Jesús que por mi fue traspasado en la cruz, late en el altar y desea que le ame. Porque de esta manera doy la mayor alegría a María, mi queridísima Madre, a San José y a todos los ángeles y santos del cielo, que sin cesar adoran a Jesús Sacramentado. Porque es un acto meritorio y una profesión pública de mi fe. Porque el Señor ha reservado gracias especiales para los que le visitan. En el altar el Señor es puro amor, y distribuye sus gracias a manos llenas a los que le visitan. Porque de este modo puedo resarcir las injurias del género humano, especialmente los sacrilegios, y la frialdad de tantos cristianos. Porque allí Jesús, me enseña la humildad, la obediencia, el amor, en una palabra: el espíritu de sacrificio, que tanto nos falta para el fiel cumplimiento de nuestros deberes de estado. Porque de este modo puedo ayudar a las pobres almas del purgatorio. Porque Dios es el mejor pagador, que remunera cada sacrificio que por Él hacemos. Porque de este modo me preparo mejor para mi adoración que he de dar a Dios por toda la eternidad en el cielo.

    11. ORACIÓN: BUENAS NOCHES, SEÑOR DIOS. Padre mío, ahora que las voces se silenciaron y los clamores se apagaron, aquí al pie de la cama mi alma se eleva hasta Tí, para decirte: Creo en Tí, espero en Tí, te amo con todas mis fuerzas, Gloria a Tí Señor. Deposito en tus manos, la fatiga y la lucha, las alegrías y desencantos de este día que quedó atrás. Si los nervios me traicionaron, si los impulsos egoístas me dominaron, si dí entrada al rencor o a la tristeza, ¡Perdón, Señor! Ten piedad de mí. Si he sido infiel, si pronuncié palabras vanas, si me dejé llevar por la impaciencia. Si fui espina para alguien ¡Perdón, Señor! No quiero esta noche entregarme al sueño, sin sentir sobre mi alma la seguridad de tu misericordia, tu dulce misericordia, enteramente gratuita, Señor. Te doy gracias, Padre mío, porque has sido la sombra fresca que me ha cobijado durante todo este día. Te doy gracias porque, invisible, cariñoso, envolvente, me has cuidado a lo largo de estas horas. Señor, a mi alrededor ya todo es silencio y calma. Envía el ángel de la paz a esta casa. Relaja mis nervios sosiega mi espíritu, suelta mis tensiones, inunda mi ser de silencio y serenidad. Vela sobre mí, Padre querido, mientras me entrego confiado al sueño, como un niño que duerme feliz entre tus brazos. En tu nombre Señor, desacansaré tranquilo. Amén!

    13. Me ofrezco, Señor Jesús, para servirte, heme aquí. Mi vida te la doy, me rindo a tus pies, bendito Señor. Poderoso Rey de Reyes, vencedor. La honra, la gloria, por siempre. Bienaventurado mi buen Pastor. Te digo: heme aquí. Poderoso, Rey de Reyes, vencedor. La honra, la gloria, por siempre. Bienaventurado mi buen Pastor. Te digo: heme aquí. Te digo: heme aquí.

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