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El nopal es un cacto verde con flores rojas. Hay muchas en México. Esta leyenda explica el origen de esta planta y la razón porque está en la bandera mexicana.
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El nopal es un cacto verde con flores rojas. Hay muchas en México. Esta leyenda explica el origen de esta planta y la razón porque está en la bandera mexicana.
Hace muchos siglos los aztecas vivieron en el norte de México. Cerca del año 800 d. de J.C. los dioses les dijeron «Viajan al sur donde hay una tierra muy rica. Cuando ven un águila con una serpiente en su pico encima de una planta, construyen una ciudad nueva.» Los aztecas obedecieron a los dioses pero el viaje fue largo y difícil y duró por muchos siglos. Finalmente en el año 1300 llegaron al gran valle de México.
«Aquí vamos a vivir,» dijo el sacerdote supremo, «y vamos a esperar un señal de nuestros dioses.» Y construyeron su ciudad en una isla en el centro de un lago. «
El dios de la guerra de los aztecas, Huitzilopochitli, demande sacrificios humanos. Por eso, los aztecas hicieron guerra sin cesar contra sus vecinos. • En el norte vivió un buen hermano de Huitzilopochtli con su esposa y hijo, Copil. • Copildijo, «Cuando yo soy mayor, voy a hacer prisionero a mi tío para que él no pueda matar a tantos.» • Muchos años pasaron. Copil creció en un joven valiente e inteligente. Todavía quería vencer a su tío y proteger a los personas pacíficas.
Copil empezó su viaje al sur con mil hombres valientes. Pero su tío tuvo espías y él supo las intenciones de su sobrino. Huitzilopochitli les dijo a sus sacerdotes, «Matan a Copil y me traen su corazón como ofrenda.»
Los sacerdotes lo hicieron. Enterraron el corazón de Copil entre rocas y mala hierba en una isla en el centro del lago.
La mañana siguiente, todos vieron una bella planta verde con magníficas flores rojas en el mismo lugar donde enterró Copil. Encima de esta planta hubo un águila con una serpiente en su pico.
De repente, Huitzilopochili declaró, «La profecía de los dioses está cumplida. Aquí nosotros vamos a construir una gran ciudad. Se llama Tenochitlán.»
Tenochitlán creció y ahora es la Ciudad de México y esa bella planta verde con flores rojas sigue recordándonos de joven y valiente Copil.