E N D
Habíaunavez, unabellaprincesa que se llamaba Bella Rosa y que vivía con su padre, el rey Carlos en un grancastillo. Su madrehabíamuertocuandoera un bebé. Su padre la amabamucho, ellaera la chica máshermosa, másinteligente y másgenerosa de todo el país. Su castilloeraenormey se encontraba a orillas de un río, cerca de un bosquedondevivían un grannúmero de animales agradables y cariñosos.
No muylejosvivía el príncipe Roberto, alto y hermoso, moreno con ojosverdes. Teníamuchasriquezas. Con sucaballo negro “Andalo”, el príncipe Roberto era el jinetemás guapo de los alrededores. La princesaestabalocamenteenamorada de Roberto, y no dejaba de admirar la belleza y el encantodelpríncipecadavez que loveía.
Porunahermosamañana de verano, Bella Rosa ibacaminandoporel bosque, recogiendo flores para decorar su habitación. De repente, ellaoyóruidos de cascos, se volvió y descubrió sobre su caballoal magnificopríncipe Roberto. A él, le bastóunasolamirada para enamorarseperdidamente de ella. El la invitóa dar un paseo a caballo y se adentraronlentamente en el bosque. De repente, unaflorrozóla mejilla de la princesa, ellalevantóla cabeza y vioun magníficocerezaoenflor. En la copadelárbolestabaun enano que le diounabonitacereza.
El enanopronuncióunaspocas palabras : “Estoyencantadohermosaprincesa ! Me llamo Miguel de la Luna, y vivo en un pequeña casa en el bosque” La princesa no le presto atención al enano Miguel porque eramuyfeo y no eramuylimpio. Entonces, Bella Rosa volvió a caballo con el hermosopríncipe Roberto. Pero Miguel de la Luna tambiénestaba loco por la princesa, y verla con otrole rompió el corazón.
Un poco más tarde, el príncipe le propuso venir a su castillo. Bella rosa, bajo la influenciadelpríncipe, losiguió sin hacerpreguntas. Ya era tarde cuandollegaron al castillogigantesco y sombríodelpríncipe. Roberto bajódelcaballoAndalo, puso el pie en el suelo y llamo de unavozimponente : “¡Guardias! ¡Puertasabiertas !”
Las puertas se abrieron, y criaturasextrañas se apresaron a ver a la princesa. Ella estabaasustadapor la magnitud de este castillooscuro y dio un paso atrás para huir, pero Roberto la tomóviolentamentedelbrazo y la llevó al castillo.
Ya que no conocíael castillo, ella no teníaotraopción que seguirlohasta la últimahabitaciónen lo alto de unatorre. De repente, sacóunallavedelbolsillo, abrióunapuerta y empujóa la pobremuchacha, que se encontrópresa en estasala oscura y húmeda. Roberto dio media vuelta y se echo a reírcruelmente.
Mientrastanto en el castillo de Bella Rosa, Juanita, el amade casa, descubrióque la bellaprincesa no estaba en sus cuartos, entro en pánico y alertótodo el castillo y fue a buscarla. Buscóprimero en los alrededoresdelcastillopero no pudoencontrarla ; siempremuypreocupada, fuea aventurarseporel bosquemientras la nochecaía. De pronto, cerca de un árbol, viouna figura en la oscuridad. Ella se acercó y el valiente Miguel de la Luna le preguntó: “Pero ¿Quéhacesaquí a estashoras?” “Estoy en busca de la princesa Bella Rosa, ella no regresó al castillo.” El enanorespondió : “Yo la hevistoacompañadpor un príncipe, ellosibanhacia el norte.” Juanita se exclamó: “¡Diósmio ! Este príncipe es malvado. ”
Acompañadapor el enanofeo, Juanita corrióhacia el castillo. Entraron en el edificooscuro, llegaron ante la granpuerta que encerraba a la princesa. Roberto apareció y les impidió el paso. En presencia de la princesa y de Juanita, el príncipey el enanolucharon con grandes espadas, Bella Rosa miraba con admiración al enanovaliente y temíapor su seguridad. De repente, Miguel de la Luna le diotalgolpe a Roberto que se cayóal suelo, mortalmenteherido. El enanoliberó a la princesa.
Bella rosa habíaaprendido a querer a Miguel, a pesar de su pequeñotamaño y de su fealdad. Ellosabandonaron el castillo y vivieronfelices para siempre... Fin