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“Mi nombre es Julie Makimaa y si el aborto hubiera sido legal en 1964 yo no estaría aquí. Fui concebida en una violación y mi madre me dio en adopción. ¿Cómo podría yo apoyar el aborto? Verdaderamente estaría negando mi propia vida, mi propia existencia. Todo niño tiene un propósito especial en la vida y el derecho a vivir. ¿Qué importa cómo comenzó nuestra vida?”
Julie Makimaa con su mamá Julie se dedica a promover la adopción como alternativa al aborto
Lily Barreto esperaba su cuarto hijo cuando le diagnosticaron que su bebé padecía anencefalia, una malformación congénita que supone la muerte del recién nacido. “No pudimos contener nuestro llanto, pero Dios dulcemente nos consoló cuando en el fondo nos pedía una hermosa misión. El bebé viviría siempre y cuando lo dejáramos vivir. Sólo yo sería portadora de su vida. Desde ese momento sentimos una gran responsabilidad”.
Un sacerdote acompañó a Lily y su esposo durante el parto y bautizó al pequeño Pedro José en cuanto nació. El niño vivió 62 horas.“Fueron tres días llenos de entrega, amor y dolor. Lo gocé por tan poco tiempo pero puedo decir que tuve la dicha de tenerlo entre mis brazos”. Hace unos meses, Lily dio a luz a su quinto hijo sin complicación alguna.
Lily y el pequeño Pedro José La familia Barreto
Gianna Beretta Molla tenía 39 años. Era una pediatra italiana de profunda fe católica, dedicada esposa y madre de tres niños. En 1961 esperaba a su cuarta hija. Cuando tenía cinco meses de embarazo le diagnosticaron un tumor maligno en el útero. El tratamiento que podría haberla curado implicaba la muerte de su bebé. Decidió esperar a dar a luz para someterse al procedimiento.Falleció pocos días después de que naciera la pequeña Gianna Emanuella.
Santa Gianna Beretta fue canonizada por el Papa Juan Pablo II en el año 2004. La hija que pudo vivir por su sacrificio, fue al encargada de llevar sus reliquias en la ceremonia.
Gianna Emanuella Santa Gianna Beretta