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E N D
Hola. Yo soy peruana y el chico que me gusta es cubano, su nombre es Marcos. Vivo en Miami. Les confesare que siempre jure que nunca me iba a fijar en un cubano porque según yo y muchos más todos eran iguales: aprovechados que engañaban a sus novias y demás, pero como bien dice el dicho “nunca digas nunca” o como dice otro dicho “no escupas al cielo porque te caerá en la cara”, o algo así.
Esto ocurrió en 11avo grado de secundaria. Lo conocí en mi clase de Historia, el es un chico muy inteligente, habla ingles y español, muy bien parecido, muy serio, bromista, cuando es conveniente y muy respetuoso. Pero en realidad nunca me percate de eso, porque siempre ando con mi amiga Lucia y su novio Hugo (amigo de Marcos).
Marcos es siempre callado, así que no era posible notarlo entre tantos hasta que este año 2011 nuestra profesora de historia nos dio una charla acerca de como ingresar a las universidades y una chica estaba súper preocupada porque ella quería ingresar a la Universidad de la Florida. Entonces marcos intento darle la solución a su problema y comenzó a explicarle que podía tomar clases en las vacaciones pero en medio de la explicación me quedo mirando y yo estaba súper concentrada escuchando lo que el decía (porque al igual que esa chica yo tampoco
retomando el tema, yo me estuve preguntando todo el camino a casa si había visto bien (soy muy insegura) pero luego dije: “Bueno, si le gusto intentara hablarme”. • Y luego el acontecimiento de esa tarde desapareció por completo de mi cabeza y ¡dicho y hecho! La clase siguiente llego y el me hizo el habla me pregunto sobre mi clase de química, quien era mi profesor. Entonces yo le respondí cordialmente y con una gran sonrisa pero en fin. Hablamos solo un ratito pero fue un gran avance ya que nunca habíamos cruzado palabra alguna en más de medio año que llevábamos estudiando juntos. • Fueron pasando los días y lo comencé a observar mas y me di cuenta de todo lo que ya describí anteriormente sobre el y me fui enamorando poco a poco, pero fuertemente al darme cuenta que era todo lo que había deseado en un chico. El siempre buscaba la manera de acercarse a Lucia, Hugo y a mi que siempre hacíamos grupo en clase como por ejemplo, le pedía a Hugo que le regresara su regla pero el no necesitaba pararse. Fácilmente podía haberlo llamado a Hugo para que fuera a su sitio a dejárselo, pero últimamente se acercaba mucho a nosotros y nunca lo había hecho. Y cuando yo le devolvía su regla, yo le decía gracias con una gran sonrisa, pero el no me miraba a los ojos y se iba. Esa parte me pareció algo rara y me hacia dudar si verdaderamente le gustaba, pero luego de repente otra vez sucedía algo que me confundía sus amigos lo molestaban no exactamente conmigo pero sentía la mirada de uno de ellos sobre mi que se reía pícaramente y Hugo que me hacia llamarlo “Marquitooosss” cuando yo me hacia la que no sabia su nombre, cuando si lo sabia y lo peor era que Hugo lo decía enfrente de el y me decía: “¡No! ¡Dile Marquitos!” ¡Y Marcos se ponía rojo! ¡Rojo! Como un tomate. Comentarios como esos eran los que me hacían dudar si sus amigos sabían algo sobre lo que estaba pasando o si verdaderamente le gustaba o no.
