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Mateo 21:28 - 32. 28 En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: “¿Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó: ‘Hijo, ve a trabajar hoy en la viña’.
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Mateo21:28 - 32 28 En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: “¿Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó: ‘Hijo, ve a trabajar hoy en la viña’. 29 Éste le respondió: ‘No quiero ir’, pero se arrepintió y fue. 30 El padre se dirigió al segundo hijo y le dijo lo mismo. Él le contestó: ‘Ya voy, señor’, pero no fue.
31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?” Ellos le respondieron: “El primero”. Entonces Jesús les dijo: “Yo les aseguro que los publícanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. 32 Porque vino a ustedes Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publícanos y las prostitutas sí le creyeron; ustedes, ni siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído en él”.
Matthew21:28 - 32 28 Jesus said to the chief priests and the elders of the people: “What is your opinion? A man had two sons. He came to the first and said, ‘Son, go out and work in the vineyard today.’ 29 He said in reply, ‘I will not,’ but afterwards he changed his mind and went. 30 The man came to the other son and gave the same order. He said in reply, ‘Yes, sir,’ but did not go.
31 Which of the two did his father’s will?” They answered, “The first.” Jesus said to them, “Amen, I say to you, tax collectors and prostitutes are entering the kingdom of God before you. 32 When John came to you in the way of righteousness, you did not believe him; but tax collectors and prostitutes did. Yet even when you saw that, you did not later change your minds and believe him.
Reflections on Matthew 21:28 - 32 Reflexiones en Mateo 21:28 - 32 by Fr. Sam Rosales, S.J. Sept. 25, 2011 This is the 26th Sunday in Ordinary Time. The readings speak about God’s ways as being fair. But his ways of being fair are far above our ways of being fair. We saw a touch of that in last Sunday’s gospel: when the last shall be first and the first shall be last.
Hoy es el Domingo XXVI de Tiempo Ordinario. Las lecturas de la Misa hablan de los modos del Señor que siempre son justos. Pero sus modos de ser justo son mucho más arriba que nuestros modos de ser justos. Vimos un poquito de eso en las lecturas del Domingo pasado. Dice que los últimos serán primeros, y los primeros serán últimos.
The landowner in the kingdom parable paid everybody the same wages, even though some worked all day, and others worked only one hour. How inscrutable the mind of God! Who has known it? Jesus. El propietario (que representa a Dios) en la parábola del reino le pago a todos igual, aunque unos trabajaron todo el día, y otros solo una hora. ¡Que misterio la mente de Dios! ¿Quién la ha conocido? Jesús.
Today the Lord tells the chief priests and the elders of the people that tax collectors and prostitutes are entering the kingdom of God before them. Can this be fair? Yes, said the Lord, because when John the Baptist came “in the way of righteousness, they did not believe him, but the tax collectors and prostitutes did. In other words, God gave the chief priests and the elders equal opportunity to change their way of life, but they refused to change their minds. They refused to repent. They refused to leave their evil ways.
Hoy el Señor les dice a los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo que los recaudadores de impuestos y las prostitutas están entrando al Reino de Dios antes que ellos. ¿Puede ser esto justo? Si, dice el Señor, porque cuando Juan el Bautista vino “en el camino de la justicia, ellos no le creyeron, pero los recaudadores de impuestos y las prostitutas si le creyeron. En otras palabras, Dios le dio a los sumos sacerdotes la misma oportunidad para cambiar su vida, pero ellos se rehusaron. No quisieron arrepentirse. No quisieron cambiar su vida.
So it is not enough to hold a high office in the temple or anywhere. You have to be righteous, holy, in all that you do. Jeremiah 47:10 says: “Cursed is he who does the work of the Lord with slackness” (RSV translation). So there are no excuses. I suppose the chief priests and the elders thought they had it made. What a rude awakening it must have been for them to find out how wrong they were.
Entonces, no es suficiente tener un oficio alto en el templo o en ningún otro lugar. Tienes que ser justo, santo, en todo lo que haces. Jeremías 47:10 dice: “Maldito aquel que hace el trabajo del Señor con flaqueza.” No hay excusas. Supongo que los sumos sacerdotes y los ancianos pensaban que la tenían hecha. ¡Que sorpresa ha de haber sido para ellos saber que mal estaban!
The Lord tells us that what counts is deeds, not words. The religious leaders were saying “Yes” to God. They were the first to speak about God, his law, and his temple. But when Jesus called them to “seek first the kingdom of God and his justice” they closed their minds to his message and did not enter by his way. They said “No” to God by their resistance to Jesus. Eventually they killed him.
El Señor nos dice que lo que cuenta son las obras, no las palabras. Los dirigentes religiosos le habían dicho ‘Si’ al Señor. Ellos eran los primeros para hablar de Dios, de su ley, y de su templo. Pero cuando Jesús les llamo a “buscar primero el reino de Dios y su justicia” ellos cerraron sus mentes a su mensaje y no entraron por su camino. Ellos dijeron ‘No’ a Dios por su resistencia a Jesús. Con el tiempo lo mataron.
Meanwhile the tax collectors and prostitutes said “No” to God. They lived outside the “Law”. They were excluded from the temple. Nonetheless, when Jesus offered them friendship with God, they listened to his call and took steps towards conversion. Zacheus and Levi and the prostitute who washed the feet of the Lord with her tears and dried them with her hair and so many others are good examples from the gospels for us.
Mientras tanto los recaudadores de impuestos y las prostitutas dijeron ‘No’ a Dios. Vivian fuera de la ley. Eran excluidas del templo. Sin embargo, cuando Jesús les ofreció amistad con Dios, le escucharon su llamada y comenzaron a tomar pasos para su conversión. Zaqueo y Leví, y la prostituta que lavo a los pies del Señor con sus lagrimas y los seco con su pelo y muchos otros mas son buenos ejemplos del evangelio para nosotros.
Jesus also gave us his life as an example. Most of his life is hidden and lived in silence. And when he went to his death he went like a sheep that is led to the slaughter. He kept silence through most of his own final trial, even though he was asked many questions. And when he did speak he said the seven last words. Among them was “Father, forgive them, for they know not what they are doing.”
Jesús también nos dio su vida como ejemplo. La mayoría de su vida fue escondida y vivió en silencio. Y cuando fue a su muerte fue como cordero llevado al matadero. Guardo silencio por la mayoría de su prueba final, aunque se le pregunto muchas preguntas. Y cuando hablo dijo sus ultimas siete palabras, entre ellas “Padre, perdónalos, que no saben lo que hacen.”
Someone said: “what you are thunders so loudly, I cannot hear what you are saying.” And St. Ignatius Loyola also said: Love is manifested in deeds, rather than in words. So there you have it. Most of creation is silent. We have huge oval disks in Magdalena NM listening to the heavens to see if anyone else is out there. All they hear is pulsars.
Alguien dijo: “lo que eres truena tan fuerte, que no puedo oír lo que estas diciendo.” Y San Ignacio Loyola también dijo: “El amor se manifiesta mas bien en hechos, y no en palabras.” La mayoría de la creación esta en silencio. Tenemos unos platillos enormes en Magdalena, NM, escuchando los cielos para ver si hay alguien mas allá tan lejos. Todo lo que oyen son lo que se llama “pulsos” (Ondas de ruido del espacio).
The less we speak, the more we hear. Some monastic orders take vows of silence, and they live in solitude, and are as happy as can be. And Ecclesiastes 3 says: “There is a time to speak, and a time to be silent.”
Entonces lo menos que hablemos, lo mas que oímos. Las ordenes monásticas toman votos de silencio. Viven en soledad, y son muy felices. Eclesiastés 3 dice: “Hay tiempo para hablar, y tiempo para estar silencio.”