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Seminario “La Legislación y las Políticas Públicas de Seguridad: hacia una política de Estado” Montevideo, Uruguay, Agosto 18 y 19 de 2010 Luis Humberto Falla Lamadrid Congresista de la República de Perú. República de Perú Seguridad Ciudadana
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Seminario “La Legislación y las Políticas Públicas de Seguridad: hacia una política de Estado” Montevideo, Uruguay, Agosto 18 y 19 de 2010 Luis Humberto Falla Lamadrid Congresista de la República de Perú
República de Perú Seguridad Ciudadana En el Perú actual, la inseguridad ciudadana contribuye, junto a otros problemas, a deteriorar la calidad de vida de las personas. Según información del Ministerio del Interior, la percepción de la población sobre la seguridad ciudadana es negativa, más del 80% de las personas con una encuesta respondieron que en sus ciudades el delito había aumentado. Las tres formas de delito que la población asocia con los problemas de seguridad ciudadana son: Las violaciones, acosos y abusos sexuales La violencia callejera, el asalto con armas, la venta de droga; y Los secuestros
Se reporta, asimismo, que la percepción de inseguridad ciudadana guarda estrecha relación con el consumo inmoderado de alcohol y sustancias ilícitas. Un problema asociado con la violencia callejera es el pandillaje. El Ministro del Interior informa de la existencia en el país de 483 pandillas, con un promedio de 23 miembros por pandilla
La estadística del Ministerio del Interior muestra que el año 2008, se registraron 151,560 delitos, el 5% más que en el año 2007. De estos, 66% fueron delitos contra el Patrimonio, el 13% de delitos contra la vida, cuerpo y la salud de las personas, 8% delitos contra la libertad y 7% delitos contra la Seguridad Pública. Tráfico ilícito de drogas, micro-comercialización de drogas, tenencia ilegal de armas y otros. El 6% de restantes se distribuye entre delitos diversos.
Narcotráfico Hasta 1995, el Perú era fundamentalmente un país productor de pasta básica de cocaína, principalmente insumo para la producción de clorhidrato de cocaína. La captura de los líderes de los carteles colombianos ese año determinó que la producción de cocaína empezara a extenderse tanto al Perú como a Bolivia. Esto trajo como consecuencia la reactivación del cultivo ilegal de la coca, que se focalizó en algunas áreas y cobró mayor fuerza a partir del año 2000 en las zonas del VRAE y el Huallaga, donde los cultivos se incrementaron hacia el 2008 de 11,475 á 16,719 hectáreas (45.7%) y de 13,636 á 17,848 hectáreas (30.9%)
De acuerdo con el informe Mundial sobre las Drogas 2009 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, el Perú continua siendo –con 56,100 hectáreas sembradas- el segundo país con el mayor cultivo de coca. El primer lugar lo ocupa el hermano país de Colombia con 81,000 hectáreas y el tercero Bolivia con 30,5000 hectáreas. En el año 2008, la producción estimada de cocaína en el mundo disminuyó 15%, sobre todo por la fuerte reducción de la producción de cocaína en Colombia (28%) que no fue compensada por el incremento en Bolivia y el Perú, de 6% y 4% respectivamente.
La presencia del terrorismo en el Perú está fuertemente ligada a las actividades del narcotráfico y se concentra precisamente en los valles de alta producción cocaleras: el valle del Alto Huallaga y el Valle del río Apurimac. El gran problema para el Perú es que la combinación de terrorismo y narcotráfico tiene efectos multiplicadores sobre la violencia.