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Domingo 20º del tiempo ordinario. Ciclo B. Día 16 de Agosto de 2009. Este es el tercer domingo que nos habla del discurso del “Pan de vida”. Jesús se queda entre nosotros para ser alimento espiritual. Para ello, dice Jesús, es necesaria la fe. Señor, creo, pero aumenta mi fe.
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Domingo 20º del tiempo ordinario Ciclo B Día 16 de Agosto de 2009
Este es el tercer domingo que nos habla del discurso del “Pan de vida”. Jesús se queda entre nosotros para ser alimento espiritual.
Para ello, dice Jesús, es necesaria la fe Señor, creo, pero aumenta mi fe
Hoy comienza el evangelio con la misma frase con la que terminaba el domingo pasado. Jn 6,51-58 Dice así:
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo.
El que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.
Disputaban los judíos entre sí: "¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?"
Entonces Jesús les dijo: "Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros".
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.
El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron.
El que coma este pan vivirá para siempre." Palabra del Señor
Muchos de los que escuchaban a Jesús tomaban sus palabras en sentido material. Igualmente en todos los tiempos, los que no viven en el “Espíritu”.
Por eso san Justino, en el siglo II, tuvo que defender la presencia real de Jesús en la Eucaristía, con sus escritos y con su vida.
Jesús no hablaba de una presencia simbólica sino real. Jesús está presente verdaderamente en la Eucaristía
Lo hizo realidad en la "Última Cena" Esta es la grandeza de la misericordia de Dios
La grandeza de recibir a Jesús en la comunión es que, al ser un alimento superior a nuestra naturaleza, nos vamos asemejando a Él.
Por eso la Eucaristía es prenda de vida eterna.
Jesús es el verdadero pan de vida. Automático
Tu eres, Señor, el pan de vida.
mi vida sin ti no será vida.
El pan que yo os daré ha de ser mi propia carne
Contigo viviré cuando coma de tu pan
Tu eres, Señor, el pan de vida
mi vida sin ti no será vida
Aquel que cree en ti tiene ya la vida eterna
Si como de tu pan, de tu vida gozaré.
Tu eres, Señor, el pan de vida
Mi vida sin ti no será vida
Tu eres, Señor, el pan de vida
Mi vida sin ti no será vida
Mi Padre es quien os da verdadero pan del cielo
Y a la tierra bajó para el mundo alimentar
Tu eres, Señor, el pan de vida
Mi vida sin ti no será vida
Quien come de tu pan no padecerá más hambre
Quien bebe de tu sangre ya no tendrá sed jamás
Tu eres, Señor, el pan de vida
Que María nos lleve a la verdadera Vida AMEN