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Dios migrante. Por una experiencia cristiana de éxodo y mestizaje Asamblea Regional CLAR: Centroamérica y México Ciudad de México, 11 de marzo de 2007. I. El testimonio fundante de la fe hebrea.
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Dios migrante Por una experiencia cristiana de éxodo y mestizaje Asamblea Regional CLAR: Centroamérica y México Ciudad de México, 11 de marzo de 2007
I. El testimonio fundantede la fe hebrea • La experiencia fundante de Israel es un testimonio de la intervención histórica de Dios a favor de los excluidos: • “Mi padre era un arameo errante que bajó a Egipto y residió allí como inmigrante siendo pocos aún pero se hizo una nación grande, fuerte y numerosa. Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron dura servidumbre. Nosotros clamamos a YHWH Dios de nuestros padres, y YHWH escuchó nuestra voz ; vio nuestra miseria, nuestras penalidades y nuestra opresión. Y YHWH nos sacó de Egipto con mano fuerte y tenso brazo […] Y nos trajo aquí y nos dio esta tierra que mana leche y miel. Y ahora yo traigo las primicias de los productos del suelo que tú YHWH me has dado (Dt 26 5b-10a)
Dicha liberación de Egipto implica una dimensión ético-política. • La experiencia vivida en tierra de esclavitud, dramáticamente narrada en Éxodo 2: 23, hirió el corazón del pueblo y, habiendo sanado éste con el gran acontecimiento de la liberación obrado por Dios a través de Moisés, se dispuso a ofrecer sanación y consuelo a todo forastero: • “Cuando un inmigrante resida contigo, en vuestro país, no le oprimiréis. Será para vosotros como el nativo: lo amarás como a ti mismo porque inmigrantes fuisteis vosotros en el país de Egipto. Yo soy el Eterno, vuestro Dios” (Lv 19,33; Ex 22: 20).
3. Dicha experiencia fundante se traduce en ley que ob-liga a todos: • “No habrá más que una norma para vosotros y para el forastero residente, una norma eterna para vuestro descendientes: que el forastero sea igual que vosotros delante del Eterno. Una sola ley y una sola norma regirá para vosotros y para el forastero que reside entre vosotros”. Num 15: 15-16
4. El monoteísmo hebreo conlleva pues necesariamente el reconocimiento del prójimo: • “[…] porqué Yahvé nuestro Dios es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, fuerte y terrible, que no es parcial ni admite soborno; que hace justicia al huérfano y a la viuda, que ama al forastero y le da pan y vestido. Amarán al forastero porque forasteros fueron ustedes en el país de Egipto”. Dt 10,17-19 • “Esto es el amor que dispensa el Dios de los profetas: la justicia para los pobres. El forastero, el esclavo, la viuda y el huérfano son sus cuatro fases: cuarto creciente, cuarto menguante, plenilunio, novilunio”. Hermann Cohen, El prójimo (Berlín, 1935)
5.Condicion migrante del profeta, hombre o mujer de Dios: • Migrando adonde los conduce la voz de Dios, su vida ya no les pertenece. • Migrando hacia quienes precisan escuchar, recordar y hacer vida la alianza • Migrando, huyendo de la persecusión por causa del anuncio del verdadero Dios. • Acompañando a su pueblo, siendo portavoz de consuelo y esperanza en el destierro; promesa y realidad de restauración
Elías • Originario de Tisbé, un pueblo seminómada, es enviado por Dios para enfrentar la estructura de poder injusta (Ajab-Yesabel), anunciando la sequía. • “Sal de aquí, dirígete hacia el oriente y escóndete en el torrente de Querit”. Ahí Dios le provee de pan y carne. • “Álzate, vete a Sarepta de Sidón y establécete ahí”. Desde su condicion de extraño, y porque Dios lo quiso, convierte la situación de hambre, pobreza, egoísmo y enfermedad de la viuda de Sarepta. • “Vete, déjate ver de Ajab”. El enfrentamiento confiado con el opresor genera el pasaje del monte Carmelo como escenario de la afirmación de la presencia y poder de Dios. • Angustiado y deprimido por la persecusión de la cual es sujeto, emigra hacia el Horeb, lugar teológico de alianza. Dios se le revela de una forma totalmente distinta… El verdadero Dios colma su corazón con la suavidad de la contemplación y se opone a las falsas imágenes que él mismo se había hecho de Dios. • “Vuelve a tu camino en dirección de Damasco”. Luego Jericó. Después de haberse encontrado con el verdadero Dios, puede rectificar el camino. Termina en Jericó, puerta de entrada a la tierra prometida y ahí entrega su espíritu a Eliseo.
6. Algunas figuras femeninas de emigrantes hebreas. Sara comparte con Abraham el proceso migratorio de la fe pero con matices propios femeninos en un contexto patriarcal: • El recorrido juntos. La historia de Abraham y Sara, de Sara y Abraham, ancestros en la fe, está llena de migraciones, como es propio de un pueblo nómada. El sentido de las migraciones después de Jarán será la obediencia a un llamado de Dios y la fe. • Es en Egipto donde acontece la revelación de un patriarca débil que pone de manifiesto todas las iniquidades de una estructura patriarcal al exponer a su esposa: Sara la migrante, no sólo está en riesgo en Egipto, igual que Abraham, sino que está a merced de las estructuras que marginan su condición de mujer pues, su persona y decisión no cuentan. Cuando Abraham la expone a la injusticia, dominado por el miedo y la cobardía, acarrea la maldición sobre el país que los acoge (Gen 12: 7) en vez de la bendición de la cual debería ser portador. • Su historia nos revela la crueldad de la explotación de la mujer en condiciones de migración. Nos recuerda también aquél triste pasaje de la mujer levita, narrado en Jueces 19, donde los hombres se libran a sí mismos a costa de la vida de una mujer anónima.
Ruth. El libro presenta la causa de la migración de la familia de Elimélec y Nohemí: el hambre (1: 1-7). • Salen de su país y se instalan en Moab. Es en el compartir la vida en tierra extranjera que se establecen nuevos vínculos. • La apertura de corazón de Ruth y Orfá posibilitan la vida al casarse con sus hijos. Después de la muerte de sus esposos. Ruth opta por regresar a Belén junto con su suegra Noemí para integrarse ahora ella a una nueva cultura desde una situación de abandono y pobreza extrema. • El final del relato nos presenta la victoria de Ruth al insertarse en el grupo de las edificadoras de la casa de Israel, junto con Lía y Raquel, al obtener descendencia del Go’el (rescatador) y nos deja entrever el proyecto de Dios de conformar su pueblo con raíces interculturales como anuncio de la salvación universal. • Así rompe Ruth con la estructura patriarcal, xenofóba y de género del pueblo de Israel (Ruth 4:11).
II. La radicalidad cristiana • El principio Galilea “El que Dios haya elegido ser un Galileo subraya la gran paradoja de la encarnación, en la cual Dios se vuelve uno de los más despreciados y bajos del mundo. Al iniciar en Galilea, Dios elige una región culturalmente mestiza, como el punto de partida de la nueva creación. Mientras el ser humano tiende a rechazar lo mixto como impuro, Dios lo tomará como la base cultural de la nueva humanidad., caracterizada por la apertura y no por la cerrazón” Virgilio Elizondo. Mestizaje, violencia cultural, anuncio del Evangelio (San Antonio, 1978).
El testimonio de los evangelistas: • Mateo y Lucas nos muestran a Jesús en el vientre de su madre María como un emigrante de Nazaret a Belén donde ha de nacer para que se cumplan las profecías. • Mateo coloca en los relatos de la infancia de Jesús, la persecución de Herodes con la intención teológica de hacer un paralelo entre Moisés y Jesús y acentuar la misión liberadora del mismo. • Los tres evangelios sinópticos nos presentan el inicio del ministerio de misericordia de Jesús, después del bautismo y las tentaciones, “recorriendo toda Galilea, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando de toda enfermedad y dolencia en el pueblo” (Mt 4,23; Mc 1,39; 3,7-8; Lc4, 14-15.44; 6, 17-18; =Mt 9,35).
2. El principio Jerusalén: • ¿Por qué Jesús tomó la firme determinación de subir a Jerusalén? • Porque la ciudad santa era símbolo de la triple dominación: • Religiosa: elitismo basado en ritos purificadores. • Intelectual: elitismo basado en conocimiento legal y moralista.. • Político-económico-militar: elitismo basado en colaboración con el imperio romano.
3. El principio resurrección: • Es el inicio de un nuevo orden, ‘más allá de las fronteras’ (beyond Borders) de la vida y la muerte, la exclusión y la violencia. • No podemos dejar de exaltar la posición privilegiada de la viuda, el pobre, el huérfano y el extranjero en el reinado de Dios : son situaciones en las cuales los sujetos reciben la acción de la justicia misericordiosa de Dios y su amor. • En suma, se trata de un nuevo universalismo posible desde Dios: “Por lo tanto, ya no son extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios” (Ef 2: 19).
III. La revelación de un Dios migrante 1. En la creación desde los orígenes … • La Ruah divina aletea sobre el caos original como incesante movimiento creador de Dios • Cuando Dios separa el cielo de la tierra se inicia el dinamismo creador que hace que cada ser sea diferente. • Dios crea y se retira (shabbat) para dejar ser a su creación haciendo espacio para el otro
2. En la encarnación: migración divino-humana. • Dios sale de sí (exitus) al encuentro del otro-creación para plenificarla (reditus). • La identidad característica de cada Persona de la Trinidad se mueve hacia el otro como el gesto original del amor. Ese salir de sí para encontrarse en y con el otro es la primera experiencia migratoria. • Cuando hablamos de encontrarse en y con, estamos presentando el encuentro en dos sentidos: • uno, como el definir su identidad de sí mismo ante la alteridad; • y el otro sentido, más bien relacional y de comunión.
La kénosis del Verbo es la migración fundante del ser divino: ser-para-y-con-los-otros: Tomó distancia de su tierra, de sus raíces y quedó despojado de su divinidad para convivir y hacer su morada entre nosotros con la única finalidad de devolvernos al Padre y a nuestra condición Trinitaria de donde hemos salido • … “Y plantó su tienda en medio del campamento” reconoce, en suma, el destino divino-humano.
El ministerio de Jesús con los migrantes: • Se identifica totalmente con ellos: “porque era forastero y ustedes me acogieron” (Mt 25,35). • Sale permanentemente de sí para encontrarse en y con la otra y el otro: la mujer sirofenicia y el dialogo con la mujer samaritana. • Ese encuentro tan puntual es portador de toda la misericordia liberadora del Padre y reorienta definitivamente la vida del próximo: ‘del reconocimiento de la dignidad a la solidaridad liberadora’: El nuevo rumbo conduce hacia la humanizacion y el proyecto personal de vida, para instaurar el Reinado. • El cómo: el Pastor samaritano (Lc 10,29).
3. En la redención como migración lograda: • En Dios: cuando Dios se hace humano para que lo humano se haga divino. • En el ser humano: como liberación del instinto de muerte asumiendo la regla de oro: amar al prójimo [kamokha = porque eso eres tú]. • Para el cosmos: porque la redención es un permanente éxodo interior para reconocer en todos los otros (humanos y creaturas) al Dios que pasa liberando y plenificando a su creación.
4. Proceso de una espiritualidad migrante* 1. Corazón destrozado: • Hambre de libertad: el sueño americano convertido en pesadilla. • Dejando la casa materna: las raíces, la lengua, la cultura. • Cruzando la frontera de la muerte en manos de los coyotes y polleros. • Ser extranjero alienado como trabajador sin derechos reconocidos. * Cf. Daniel Groody. Frontera de muerte, valle de vida. Una ruta migrante del corazón y el Espíritu (Boston, 2002)
2. Corazón rehabilitado: • La sorpresa de encontrar hermanos en el camino: otros migrantes y personas/instituciones solidarias. • Descubriendo santuarios de vida donde el migrante es acogido en solidaridad fraterna. • Los ritos de la transformación espiritual por los que aprende a reconstruir su identidad expoliada. • Empoderamiento del corazón agradecido gracias al encuentro con los otros.
3. Corazón animado: • La conversión afectiva: de la desconfianza de la víctima a la apertura del empoderado. • La conversión social: de la vergüenza a la afirmación cultural. • La conversión intelectual: de machos a ‘hombres de verdad’, de viejas a ‘mujeres de dignidad’. • La conversión moral: de la autocompasión al empoderamiento del ‘cristo-centrado’. • La conversión religiosa: de la sumisión mágico-religiosa a la amistad con Dios.
4. Corazón florido: • Viviendo la recuperación del símbolo de la madre tierra como hogar universal. • El poder de Guadalupe como símbolo materno de la nueva creación. • Tepeyac como espacio simbólico del santuario de la dignidad recuperada. • Juan Diego como prototipo de la conversión del migrante cristiano digno y solidario.
En resumen • La migración es un fenómeno permanente en la historia humana que ha sido vivido como experiencia creyente. • La fe de Israel y de la Iglesia viven el ser migrantes con esperanza y com-pasión. • Su testimonio nos interpela para vivir la migración no como fatalidad sino como vocación para la construcción de mundo nuevo. • La espiritualidad migrante es una invitación a recrear santuarios de corazón florido.
PARA PROFUNDIZAR • A partir de la imagen del Dios migrante, ¿qué nos dice el Espíritu para nuestra vida espiritual y apostólica como vida religiosa en Centromaérica y México? • ¿Cómo vivimos nuestro ser migrante como vida religiosa?
Juana Ángeles Zárate, CSC Carlos Mendoza Álvarez, OP Equipo de Reflexión Teológica Junta Directiva Nacional CIRM México