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Cartagena de Indias es una ciudad fantástica que guarda los secretos de la historia en sus murallas y balcones, en sus construcciones y en sus angostos caminos de piedra.La magia de Cartagena reposa en los cimientos de sus fortificaciones, la calidez de su gente, la riqueza material de su arquitectura y las infinitas expresiones culturales de un pueblo aguerrido y valiente.Esta ciudad desborda romanticismo y cuenta anécdotas fascinantes en las esquinas de calles y plazas, y en el límite de sus murallas, que aguardan el ocaso para evocar las luchas del pasado.En días de sol, Cartagena vibra como el color de sus fachadas y la brisa del mar llega para refrescar un intenso recorrido por los callejones de la ciudad antigua.Los monumentos se levantan solemnes, antiguos claustros, iglesias, baluartes y vestigios de cruentas batallas son el testimonio de hombres y mujeres invencibles que concedieron libertad a la “ciudad heroica”.
Al caer la noche, Cartagena es cálida, irradia luz propia, cobra vida y se transforma. Crea una atmósfera única que enamora a sus huéspedes y los transporta a tiempos olvidados sobre un carruaje guiado por caballos.Desde las murallas, con una hermosa vista al mar, la euforia crece y una fiesta inagotable espera la llegada de los primeros rayos de sol para llevarse consigo el misterio de la noche.Así es Cartagena. Una ciudad que relata su pasado, entrega historias fascinantes y renace en el tiempo.Declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1984, Cartagena suma a los encantos de su arquitectura colonial, republicana y moderna, los atractivos de una intensa vida nocturna, festivales culturales, paisajes exuberantes, magníficas playas, excelente oferta gastronómica y una importante infraestructura hotelera y turística.Es placentero recorrer las calles y observar las construcciones coloniales, el Palacio de la Inquisición, la Torre del Reloj, las murallas y el Castillo de San Felipe de Barajas, además de disfrutar la brisa cálida y tranquila desde sus parques y plazas.
La gastronomía es también una fiesta en la ciudad. Las alternativas se multiplican para los viajeros que buscan experimentar sabores nuevos y exóticos de la cocina local e internacional.Las opciones de alojamiento son diversas. Es posible escoger tradicionales hoteles coloniales o exclusivos boutique que proporcionan una experiencia única por sus detalles y servicios personalizados.Cartagena entrega todo el encanto de su historia y el legado de ancestros que la hicieron grande y la convirtieron en uno de los destinos turísticos más importantes del país.
La ciudad más antigua de América del Sur está llena de una magia difícil de describir, su patrimonio arquitectónico inigualable, hermosos paisajes y un gran legado cultural, hacen de este paraíso natural un destino ideal para disfrutar, conocer y recordar.Aquí es posible tenerlo todo, la Sierra Nevada de Santa Marta, con una red de ecosistemas única en el planeta, y enigmáticos vestigios arqueológicos de la cultura Tayrona.Las playas del Parque Nacional Natural Tayrona, enmarcadas por una naturaleza virgen y exuberante, reconocidas entre las más bellas del mundo.Espacios poblados por bandadas de loros, infinita variedad de aves y manadas de monos aulladores que informan con su bullicio a los demás habitantes de la selva la presencia de excursionistas.Y un legado histórico, representado en la arquitectura y en las calles del centro histórico, un recorrido ideal para visitar la Catedral, los museos y el Malecón de Bastidas, donde además de conocer se puede gozar de un romántico atardecer.
Muchos viajeros conocen Medellín por su colorida Feria de las flores y su fama no es gratuita. En pocos lugares del mundo se ve la extensa variedad de flores y estilos de silletas que durante el evento. Desde 1957, la feria es una de las mejores muestras de la cultura paisa (nombre con el cual se le conoce a los habitantes de Medellín y Antioquia) con sus fondas o tiendas con los más exquisitos y típicos productos gastronómicos y artesanales.Medellín también es un destino para la moda, no sólo por sus numerosos centros y áreas comerciales sino por la excelencia de sus tejidos y el ingenio de las prendas de diseñadores colombianos que ahí se exhiben. Todo ese auge comercial convierte a esta productiva ciudad en un atractivo destino de negocios y convenciones. Las instalaciones de su centro de convenciones Plaza Mayor, del Palacio de Exposiciones o del Hotel Intercontinental, son perfectas para eventos de talla internacional.
El Paisaje Cultural Cafetero es otro nombre con el que se identifica la región del Eje Cafetero incrustada en el centro de la geografía colombiana, donde alrededor del suave y delicioso café se han creado una cultura que enseña todo sobre el grano y muchas actividades turísticas con la presencia permanente de la tradición cafetera y los personajes que la protagonizan.Son tres departamentos: Caldas, Quindío y Risaralda, interconectados por carreteras en muy buen estado y separados por cortas distancias que eventualmente podrían confundir al viajero, gracias a la intempestiva fusión de pueblos muy parecidos en su armazón arquitectónica, en sus colores, en la gentileza humana y en el aroma delicioso y característico del café colombiano, del que cultiva mucho en estas tierras.El Paisaje Cultural Cafetero tiene para el turista los más hermosos paisajes típicos de Colombia, con haciendas cafeteras, zonas de cultivos, bellezas naturales, sus tradicionales Jeeps y la amabilidad inigualable de su gente.
Las rutas por el Triángulo del Café ofrecen distintas alternativas para recorrer la región, bien empezando desde las ciudades capitales o desde sus pueblos cercanos. Trayectos en los que se consumen muy rápido las distancias, además por lo placentero que resulta filtrase en los paisajes de haciendas cafeteras y de montañas tupidas de vegetación glauca y fresca, que por sus formas y colores, parecen asistidas por el cuidado permanente de hábiles jardineros.Lógicamente, un asunto es simplemente recorrer la zona y otro detenerse en cada uno de los lugares a conocer, a vivir la experiencia del Eje Cafetero que involucra, además, vistosas reservas naturales, deportes de aventura, exquisita gastronomía, parques temáticos, el trato de gente cordial y emprendedora.
Bogotá es la capital de Colombia, está ubicada en el centro del país sobre una extensa planicie en la Cordillera de los Andes a 2.600 metros sobre el nivel del mar, tiene una población cercana a los ocho millones de habitantes provenientes de todos los rincones del mundo. Es una ciudad tan diversa como el país entero, es el centro cultural más importante de Colombia y un lugar con centenares de sitios por conocer y actividades por realizar.Bogotá es una ciudad en transformación, la renovación urbana es visible en todos los sectores: el sistema de transporte masivo Transmilenio cambió la cara de las principales vías de la capital, nuevos edificios de oficinas, hoteles, centros comerciales y vivienda, así como la construcción y mejoramiento de parques y bibliotecas fueron los motivos para que en 2006 recibiera el Golden Lion Award, entregado por la Biennale de Venezia por su renovación urbana, o para que el New York Times la nombrara como uno de los 31 destinos por visitar en 2010.
Visitar esta ciudad es respirar cultura: Esta es una ciudad de museos, puedes encontrar exposiciones permanentes de arte de todas las épocas, también de objetos históricos, museos religiosos, ciencias naturales, de tecnología y de espacios interactivos.Puedes también visitar alguna de las grandes bibliotecas de la ciudad, ver una obra de teatro, asistir a un gran concierto multitudinario o a un pequeño recital privado, ir a alguno de los centros culturales o quizá hacer un recorrido por el centro histórico de La Candelaria.Acá se viven grandes eventos reconocidos internacionalmente: los Festivales al Parque reúnen a miles de espectadores con rock, hip-hop, jazz, salsa, música colombiana y todo tipo de ritmos; la Feria del Libro abre sus puertas para que el público se encuentre con los autores, instituciones y editoriales y el Festival de Teatro convierte a la ciudad en un enorme escenario donde la imaginación y el arte reinan.Bogotá es una ciudad para todos, hay actividades y planes para cada gusto. Cuenta con zonas de vida nocturna de diferentes estilos y ambientes: discotecas, bares, pubs, fábricas artesanales de cerveza y clubes donde la diversión y el baile son el factor primordial.
La gastronomía en la ciudad también merece ser explorada y disfrutada, acá la oferta de comida típica local y extranjera es amplia y reconocida como una de las mejores de Latinoamérica. Puedes probar los platos típicos de la región como el ajiaco, el cocido, el tamal o las almojábanas y probar los jugos de frutas y postres colombianos.Monserrate, El Chicó o Usaquén reciben a los habitantes y visitantes con los brazos abiertos, el día se hace corto para explorar y descubrir todo lo que ofrecen estos maravillosos lugares. Otra opción es visitar uno de los parques de la ciudad y hacer deporte, caminar, contemplar la naturaleza o simplemente sentarse a leer un libro.En las zonas y centros comerciales de Bogotá encuentras todo lo que quieras, las mejores tiendas de ropa, zapatos, accesorios, joyas, tecnología, antigüedades, artesanías y cualquier cosa que busques. Acá ir de compras es deleitarte con sus almacenes y terminar la jornada en uno de los bares o restaurantes de la ciudad.
Cali se distingue en Colombia como capital de la “rumba”, la fiesta callejera, el baile y la salsa. Los caleños han desarrollado una cultura lúdica y hedonista, en armonía con el entorno natural y la vida campestre.Cali es una ciudad de grandes espacios para el turismo y la recreación. La capital del Valle del Cauca es la tercera ciudad de Colombia, y abundan en ella las mujeres hermosas, los sitios de valor histórico y espacios para la diversión diurna y nocturna que hacen de ella una meca del turismo. Cali es uno de los principales centros económicos e industriales del país y el principal centro urbano, económico, industrial y agrario del suroccidente colombiano.Cali y el Valle del Cauca se identifican por su gastronomía tradicional, una cocina que funde las herencias española, indígena y africana, dando un sabor único. Así nacen el sancocho de gallina, el arroz atollado, la sopa de tortillas, el aborrajado, las tostadas de plátano verde con hogao y los tamales.Además, sus valles cañeros originaron una variedad de dulces como las colaciones, el manjar blanco, la gelatina, las cocadas y el champús, bebida hecha con maíz, pulpa de lulo, trozos de piña, canela y melado de panela.
Los atractivos turísticos del Huila se extienden de forma paralela a su geografía. Ubicado en la parte más baja del área central de Colombia, este departamento se caracteriza por una variada producción agrícola y por la formación de paisajes con diferencias tan asombrosas como es el caso del desierto de la Tatacoa y el Macizo Colombiano que, localizados en extremos opuestos, llaman la atención del viajero.Al llegar a esta región desde Bogotá, una de las primeras sorpresas en el camino es el Desierto de la Tatacoa. Este bosque seco tropical de 330 km2, por el que paradójicamente pasan muy cerca los ríos Magdalena y Cabrera y donde la erosión de cientos de años formó un entorno ocre y cenizo, atrae a los turistas con sus formas y laberintos.El Desierto de la Tatacoa es un fantástico lugar por el que corre agua subterránea, está ubicado en un nivel terrestre que tiende a descender y sobre él se despliega un cielo generalmente despejado que facilita su estudio y contemplación a través del Observatorio Astronómico de la Tatacoa.
En 1995 la Unesco declaró como patrimonio de la humanidad al Parque Arqueológico de San Agustín, uno de los mayores símbolos del departamento gracias a la asombrosa obra dejada por culturas milenarias y avanzadas que habitaron la región antes de la Era Cristiana. Este majestuoso legado está representado en colecciones de estatuas, relieves en piedra, montículos funerarios, caminos empedrados, terraplenes y terrazas.Haciendo parte del tesoro que representa San Agustín, en el municipio de Isnos se encuentra el Parque Arqueológico Alto de los Ídolos. Allí se destacan los montículos artificiales funerarios unidos por un terraplén, especie de camino artificial rellenado de tierra. El patrimonio arqueológico del Huila lo complementan los cerros La Chaquira, La Pelota y Purutal. En el primero, asombran las piedras talladas al borde del cañón del río Magdalena; en La Pelota están figuras de interesante detalle como la serpiente y el águila y en Purutal se destaca la manera como los antepasados se valieron de las plantas silvestres para colorear sus obras en piedra.