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BENEMERITA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE PUEBLA ESCUELA DE BIOLOGIA SECCION 001.
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BENEMERITA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE PUEBLAESCUELA DE BIOLOGIASECCION 001
Es importante cuidar y preservar las especies que nos rodean, para eso tenemos que cuidar nuestras especies animales y también forestales, Sin tu ayuda el ecosistema como lo conoces terminara acabándose y la vida como la conoces también acabara. CONSEJOS PARA PRESERVAR ESPECIES ANIMALES: No cazar especies en peligro de extinción No pescar con red No comprar accesorios de piel de animales en peligro de extinción Apoya los eventos que se efectúan con fines de ayudar a las especies animales
La Vida Silvestre de nuestro país pasa por un momento difícil. Se ve afectada y reducida principalmente por un uso inadecuado de los recursos y el tráfico ilegal de especies, productos y subproductos. Esto trae como consecuencia la consiguiente pérdida de hábitat, lo que reduce la capacidad de reproducción y de alimentación. Las especies de fauna y flora silvestres fueron en el pasado fuente importante de alimentación, así como su uso en la medicina tradicional. Muchas de ellas hoy sobreviven con poblaciones reducidas o están en peligro de desaparecer.
Berrendo (mejor conocido como antílope) Sus poblaciones y área de distribución han disminuido considerablemente debido a uno de los problemas más graves para esta especie, la destrucción y modificación del hábitat, así como la cacería furtiva. Se ha estimado que no existen más de 200, 250 y 750 ejemplares para las subespecies: A. a. peninsulares, A. a. sonorenses y A. a. mexicana respectivamente.
Tortuga Laúd Las poblaciones mexicanas de tortuga laúd, el quelonio más grande del mundo, se han desplomado en los últimos años y están próximas a desaparecer. La especie anida en playas del Pacífico mexicano y se consideraba una de las poblaciones anidantes más grandes del planeta. En 1980 decenas de miles de tortugas laúd desovaban en México y este año lo han hecho únicamente 50 hembras.
Lobo mexicano Debido a que los lobos han sido repudiados por los ganaderos, quienes argumentaban que perdían sus becerros, vacas, caballos y burros por los ataques de estos cánidos, en los años 50 se les condenara al exterminio. A principios de 1990 algunos autores consideraban que apenas quedaban 10 lobos en libertad. En la actualidad la población de lobos sólo es de 260 lobos entre Estados Unidos de Norteamérica y México.
Guacamaya Roja En las selvas de Chiapas, México, en Guatemala, en Belice y en Honduras vive esta guacamaya. En años recientes, una gran cantidad de estas aves ha desaparecido a causa de su tráfico ilegal. Un traficante de aves lleva de contrabando de México a Estados Unidos al menos 2 mil 500 aves drogadas escondidas en tapones de llanta, brasieres, fajas, tubos para pelo y muchos otros recipientes en tan sólo dos años.
Vaquita marina Se calcula que no existen más de 600 individuos de esta especie y que anualmente mueren entre 40 y 80 vaquitas marinas que se quedan enredadas en las redes agalleras utilizadas por los pescadores para la pesca de tiburón, sierra, chano norteño y otras especies en el Mar de Cortés. Esta especie mexicana desaparecerá de la faz de la tierra si no se aplican medidas urgentes para salvarla.
Ballena Azul En México habitan cerca del 50% de las especies de cetáceos del mundo. En el Pacífico y el Atlántico Norte estos animales alcanzan una longitud promedio de 24.5 metros. A pesar de que esta ballena fue intensamente explotada en todo el mundo reduciendo su población de 200 mil a menos de 13 mil individuos.
Cocodrilo de río, de pantano y caimán Hace más de un siglo los cocodrilos mexicanos comenzaron a estar amenazados por la cacería. No obstante, la caza furtiva se mantiene en algunos estados aunque en mucha menor cuantía que en el pasado, y otros factores como el uso de las lagunas costeras con fines turísticos, la construcción de obras marítimas, la contaminación de los cuerpos de agua, la desecación de las lagunas para fomentar pastizales para la ganadería y las granjas de camaronicultura que ocupan parte de sus territorios son algunas de las principales causas de preocupación por el buen estado de las poblaciones silvestres.
Oso negro El oso negro fue una importante pieza de caza mayor en México por lo que se redujeron sus poblaciones, obligando a que se le considerara como especie en peligro de extinción, por lo que quedó prohibida su caza. Los osos negros americanos, a diferencia de otras especies de osos son capaces de vivir cercanos a los seres humanos; sin embargo, una de las causas importantes del decremento en sus poblaciones ha sido la pérdida de hábitat.
La Cahuama Está presente en el Pacífico en Japón y en México en Baja California y golfo de California; por el lado del Atlántico en el sureste de Estados Unidos, además en el golfo de México, y Quintana Roo. Actualmente la tortuga marina es afectada por la sobre explotación, principalmente de adultos reproductores, la extracción de huevos en zonas de anidación y mar abierto, la pérdida o degradación de hábitats críticos y la pesca incidental
Borrego Cimarrón En 1996, la Semarnap se comprometió públicamente a no autorizar los permisos de caza de borrego cimarrón. La "veda total" para el estado de Baja California, se estableció el 24 de diciembre de 1990, por Acuerdo Secretarial exclusivamente para la temporada 1990-1991, prohibiéndose estrictamente la caza del borrego cimarrón, captura, transporte, posesión y comercio, lo cual quiere decir que, tal como se aclaró públicamente en diciembre de 1996. A pesar de estas medidas el número de animales avistados en este censo fue extremadamente bajo.
Técnicas de conservación Las técnicas de conservación de la vida silvestre tienen contrapartidas en silvicultura y en la conservación de suelos, aguas y paisajes. Entre ellas se incluyen prohibiciones y controles, restauración, subsidio, santuarios y propiedad pública. Las formas más antiguas de prohibiciones y controles son aquellas que regulan la cacería y la pesca. Aunque, como se dijo antes, muchas de las primeras regulaciones resultaron en esfuerzos errados dirigidos únicamente a aumentar las poblaciones de especies cinegéticas, otros controles jugaron un papel importante en la protección de la vida silvestre. Especialmente útiles fueron aquellas limitaciones sobre la cacería de ciertas especies durante la época de reproducción. Entre los mecanismos legales modernos, uno de lo más importante en la protección de la vida silvestre son las leyes y acuerdos internacionales que protegen las especies amenazadas y en peligro. Igualmente importantes son las leyes y reglamentos que determinan controles en la contaminación ambiental; los mejoramientos resultantes en la calidad del aire y del agua mejoran las perspectivas para la supervivencia de la vida silvestre (y humana). Sin embargo, la reparación de hábitats que han sido dañados por contaminantes es un proceso lento y, en muchos casos, la implementación de las leyes contra la contaminación ha sido estorbada por litigios y débil cumplimiento.
Entre los métodos artificiales para revertir la disminución de recursos se encuentran los programas de re poblamiento y restauración de hábitats. Durante muchos años, se han ido desarrollando granjas de especies cinegéticas y criaderos de peces para abastecer de especies de interés para los deportistas. Más recientemente se han ido desarrollando programas diseñados para reforzar poblaciones salvajes de especies en peligro con individuos criados en cautividad. Tales esfuerzos dependen no solamente de la reproducción exitosa en cautiverio de la especie en peligro sino también de la capacidad de los individuos liberados de hacer la transición hacia la vida salvaje. Un enfoque todavía más ambicioso es la restauración de hábitats degradados, lo cual es muy caro pero sus resultados pueden ser dramáticos en la restauración de humedales, por ejemplo. Los santuarios también llamados reservas y refugios- han sido muy importantes en la conservación de la vida silvestre desde mediados del siglo 19. Los grandes parques nacionales han dado la protección y el espacio necesario a los grandes depredadores y otros animales grandes de praderas, lo mismo que la ausencia de interferencia humana necesaria para que las aves puedan anidar; en muchas partes también sirve para disminuir parcialmente la presión ejercida por la cacería, en especial de aves acuáticas. La propiedad pública, que usualmente acompaña el establecimiento de los santuarios, facilita el manejo de la vida silvestre.