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“EL AUTORRETRATO”. Juani Rodríguez Márquez Cristina Picón Benítez María López Rodríguez Julio Alberto Delgado Cañadas. AUTORRETRATO.
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“EL AUTORRETRATO” Juani Rodríguez Márquez Cristina Picón Benítez María López Rodríguez Julio Alberto Delgado Cañadas
AUTORRETRATO Quizás el autorretrato sea uno de los temas más difíciles a los que ha de enfrentarse un artista, sobre todo cuando éste trata de dejar plasmado en la obra no sólo sus rasgos físicos, sino también algunos aspectos de su propia personalidad. Como es obvio, el autor se conoce a sí mismo mejor que a ninguno de sus modelos y mostrar a los demás su propia imagen (tal como él mismo se ve) es siempre un compromiso. Sin embargo, es bien sabido que la mayor parte de los grandes artistas (con escasas excepciones, como Velázquez, quien recurrió poco a este tema) ha abordado numerosas veces este reto, aunque claro está que por motivos bien distintos. Por medio de la pintura podemos saber cómo fueron los rostros de los personajes importantes de otras épocas (reyes, emperadores, papas, etc.) retratados e inmortalizados por la habilidad de los
AUTORRETRATO maestros pintores, que también disfrutaban pintándose a sí mismos. Esta costumbre se ha extendido hasta la actualidad, y en nuestros días son frecuentes los autorretratos hechos por medio de una cámara fotográfica u otras tecnologías. En un autorretrato interviene la subjetividad del artista, ya que el pintor o fotógrafo se representa a través de su propia mirada: su estado anímico pone de manifiesto en la elección de la pose, los gestos, los colores de su ropa y de su piel. Técnicamente, la pintura del autorretrato se realiza mirándose en un espejo, o en el agua de un charco o de un río, como lo hizo Narciso; otras veces los pintores se retratan según cómo “se piensan” a sí mismos o cómo se recuerdan; recorren con las manos la cara y trasladan las sensaciones a la representación pictórica.
AUTORRETRATO Pero sin duda, el espejo ha sido clave en el arte del autorretrato, pues ha sido el objeto idóneo para ello. Verse en un espejo es la manera más rápida de autorretratarse. Eso que mueve al artista a retratarse a sí mismo, indudablemente, está ligado a un acto “narcicista” típico, pero hay otros componentes igualmente importantes, de igual peso, para que ésta motivación artística se lleve a cabo, quizás sea el de “echar mano” a lo que primero está a la vista. O sea, uno mismo. El modelo más próximo, más inmediato, lo más familiar que uno tiene. Ese personaje al que nos enfrentamos todos los días “frente a frente” al espejo.
AUTORRETRATO El autorretrato es un subgénero del retrato, que comenzó a tomar gran importancia a partir del siglo XVIII. En dicha época predomina en los artistas el deseo de independencia de las artes, en este caso de la pintura, con respecto a las exigencias y órdenes del que manda a hacer el cuadro (instituciones religiosas y la realeza). Por ello, progresivamente el artista deja de ser un mero reproductor de un modelo, paisaje, imagen religiosa, etc., intentando ilustrar ahora en sus obras su propia actitud ante el mundo y el arte. De este modo, paulatinamente el artista no sólo comienza a autorrepresentarse en sus cuadros de forma subjetiva, sino también se incluye en las propias escenas que pinta, convirtiendo su obra en un autorretrato.
AUTORRETRATO ALGUNOS PINTORES DESTACADOS
GOYA Este pintor es un claro ejemplo de lo dicho anteriormente. En el cuadro Predicación de San Bernardo de Siena, encargo para la iglesia de San Francisco el Grande de Madrid (1781-1784), Goya se incluye en la escena estando bien visible entre los cortesanos que escuchan al santo.
GOYA Autorretrato en el taller (hacia 1790-1795). El artista está de cuerpo entero, vestido con elegancia, en el acto de ejecutar un gran cuadro sobre el que pinta mientras mira al modelo, virtualmente colocado en el lugar del espectador; en realidad, la mirada se dirige a un espejo.
PICASSO Si bien se conocen autorretratos anteriores de grandes artistas, lo interesante a partir de esta época es que el pintor al autorretratarse no sólo desea cultivar su figura, sino también sus ideas e inquietudes respecto de su arte y su biografía, para lo cual se alejará de la imagen realista de sí mismo. Uno de los artista que logra materializar de forma acabada lo mencionado es Pablo Picasso. Los autorretratos de Picasso en la época de juventud, intentan dar cuenta de la voluntad de afirmarse como artista y sujeto, y sus rupturas con el mundo académico y emocional.
PICASSO AUTORRETRATOS DE JUVENTUD Estos autorretratos, si bien son tradicionales, puesto que se inscriben en la línea de aprendizaje académico del artista (1896), son ya muy originales por el tratamiento del rostro y la fuerte carga emocional que leemos en la mirada, con la cual trata de ser arrogante. Además da la impresión de que quiere ser provocativo por la indumentaria y por el tratamiento del peinado.
PICASSO Dentro del contexto muy pesimista de finales de siglo XlX, con la pérdida de las últimas colonias españolas, varios artistas se orientan hacia una tendencia denominada “tenebrista” o negra. Dentro de esta se inscribe Picasso, ilustrando en este autorretrato (1900) su tristeza. La técnica del carbón le permite acentuar los rasgos duros e intensificar la mirada.
PICASSO En estos dibujos caricaturescos, Picasso se autorretrata con sus amigos en el viaje realizado a París (1904).
PICASSO PERIODO AZUL Este autorretrato se inscribe en el periodo denominado Azul (1901 – 1904), durante su estadía en París. Aquí la pintura de Picasso esta influida por sentimientos de desilusión y soledad, que se reflejan en su monocromía, gatillados por la muerte de su amigo Casagemas.
PICASSO PERIODO ROSA Este periodo (1904-1905) si bien está marcado por la pasión y el romance, también lo está por un sentimiento de exilio y soledad, en el cual se autorretrata con la imagen metaforizada del arlequín, representando con esta la condición social del propio artista, como un payaso ante la sociedad.
PICASSO LA MINOTAUROMAQUIA En este periodo (años 30 y 40) Picasso se autorretrata con la imagen metaforizada del minotauro, con la cual se pregunta dónde empieza la animalidad del hombre y dónde acaba la humanidad del monstruo. Además ilustra su vigor sexual y sueños eróticos fomentados por el amor con Marie – Therèse Walter.
PICASSO EL MONO En un autorretrato de 1903 y en los que aquí aparecen (1972), encontramos una imagen simiesca, en la cual el artista intenta quizás ilustrar la animalidad del hombre (lo primitivo) y burlarse de sí mismo.
REMBRANDT Rembrandt es el gran maestro del autorretrato de todos los tiempos, se retrató a sí mismo en más de medio centenar de óleos y dibujos. Autorretrato, 1659. En esta obra, en particular, realizada cuando el artista tenía algo más de 50 años, llama la atención el punto de vista extremadamente cercano y el excelente uso de la luz tan propio de Rembrandt.
VAN GOGH Van Gogh se realizó 35 autorretratos. Quizás un pintor que no vende sus cuadros y carece de recursos no encuentra mejor modelo para sus obras que su propia imagen en el espejo. “Autorretrato con la oreja vendada”, 1889. Este es uno de los dos autorretratros que Van Gogh realizó tras seccionarse la oreja. La expresión del rostro del artista es, paradójicamente, más serena que en otros muchos autorretratos del artista. Tal vez se trata de un esfuerzo del pintor por encontrar en la pintura su salvación particular, a lo que podría contribuir la presencia de una estampa japonesa en el fondo, una pintura -la japonesa- que Van Gogh admiraba por “su estilo tan sencillo como respirar”.