Alicia en el País de las Estadísticas: sobre espejos, escalas y desigualdades

1. Alicia en el País de las Estadísticas: sobre espejos, escalas y desigualdades Francisco Sabatini / Seminario “Chile en la tarea de Medir las Brechas de Desigualdad” / Instituto Nacional de Estadísticas / Santiago, mayo 31, 2005

2. Alicia en el País de las Estadísticas • Un mundo se escondía detrás del espejo. Para iniciar su exploración, Alicia debió pasar a través de él. Sin embargo, la decisión de Alicia puede interpretarse como motivada por algo más profundo que una simple curiosidad: Fue una insubordinación contra la simetría, esa atracción estética innata que sentimos los seres humanos (Thomas, 2003); y, por qué no, quizás también fue una insubordinación contra la simetría del orden que la ciudad capitalista y victoriana que a Alicia le tocó vivir iría usando como forma de control social.

3. Alicia en el País de las Estadísticas • Proponemos parecida rebelión a quienes trabajan en el campo de los estudios territoriales, espaciales y urbanos. Hay que superar la tesis de que la sociedad se refleja en el espacio. Y la razón es que esa simetría empobrece nuestro entendimiento del mundo social, enmascara y petrifica las desigualdades sociales --desigualdades que adquieren el status de hechos naturales e inamovibles--, bloqueando así nuestras posibilidades de actuar contra ellas.

4. Alicia en el País de las Estadísticas • Cuando desde las ciencias sociales uno se aproxima a las ciudades o a las estructuras del territorio, la matriz epistemológica que se nos ofrece es la que denominaremos “tesis del espejo”, construida precisamente sobre la base de la simetría que habría entre la sociedad, sus nervaduras e intersticios, y el territorio en que supuestamente aquellas marcas se reflejarían.

5. Alicia en el País de las Estadísticas • En las formas espaciales y estructuras territoriales se manifestarían los procesos y realidades sociales, económicas y culturales, trátese del capitalismo postfordista que organiza redes regionales de producción e intercambio que generan impactos y configuraciones territoriales o, bien, de los niveles crecientes de polarización social que se expresan en grados y formas más sofisticadas de segregación social del espacio en las ciudades. Parece fácil y claro. Datos desagregados territorialmente nos aportarían un conocimiento más específico y local de dichos procesos y realidades.

6. Alicia en el País de las Estadísticas • Sin embargo, aproximar así los hechos no sólo plantea problemas metodológicos –como el de las distintas y hasta contradictorias realidades que exhiben los fenómenos al cambiar la escala de análisis—sino que, además, afecta, complicándola, nuestra concepción del mundo. ¿Es lo espacial simplemente un epifenómeno, un registro de realidades más profundas y “verdaderas”, como las de la economía, la cultura o las relaciones sociales? ¿Estamos los urbanistas, lo mismo que los geógrafos urbanos, condenados a ser los escribanos (en mapas y planos) de lo que descubren o hipotetizan economistas y sociólogos?

7. Alicia en el País de las Estadísticas • Nos parece, por el contrario, que las configuraciones espaciales y materiales que estructuran las ciudades y los territorios tienen relevancia por si mismas. Es cierto que no estamos diciendo nada nuevo, pero éste suele ser un raciocinio dejado de lado con extraordinaria facilidad.

8. Alicia en el País de las Estadísticas • Dichas configuraciones espaciales inciden en medida importante en cuestiones que van desde el crecimiento económico hasta el acervo cultural, pasando por los procesos de diferenciación e integración de los sistemas sociales. Las desigualdades sociales tienen una dimensión espacial y no sólo una manifestación espacial, y nuestro énfasis debería ser el de entender la forma en que las estadísticas territoriales pueden ayudar a informar, con un conocimiento de más calidad, acciones y políticas tendientes a revertir esas desigualdades.

9. Alicia en el País de las Estadísticas • La contribución que hacen los sistemas de estadísticas con información territorialmente desagregada a las decisiones de política, resulta obvia. Las estadísticas territoriales sirven para registrar problemas sociales y económicos en distintas escalas de intervención; y mientras menor la escala, más detalle y mejores posibilidades de reconstruir agregados que puedan fungir de niveles relevantes de intervención pública de acuerdo con específicos enfoques teóricos.

10. Alicia en el País de las Estadísticas • Creemos, sin embargo, que la contribución debe ir más allá. Las estadísticas territoriales pueden ayudar a comprender la influencia que la dimensión espacial de la realidad tiene en esos problemas, en exacerbarlos, en darlos giros específicos e, incluso, en superarlos o morigerarlos. Esa es nuestra apuesta.

11. Alicia en el País de las Estadísticas • Dejaremos hablar a Alicia, quien también, podemos suponer, se conmovía con las desigualdades sociales. Publicadas en la segunda mitad del siglo XIX, las dos obras principales de Lewis Caroll sobre Alicia pueden considerarse una crítica al mundo adulto victoriano lleno de absurdas reglas, a la vez que, como integrantes de la tradición inglesa de los cuentos de hadas, esas obras conllevan un cuestionamiento a las injusticias e inequidades engendradas por el capitalismo industrial (Zipes, 1987).

12. Alicia en el País de las Estadísticas ¿Qué nos diría Alicia? Lo primero, que el territorio no es un simple reflejo de la realidad social • Hay que mirar detrás del espejo y explorar el mundo con más apertura de mente, yendo más allá de nuestros límites disciplinarios, nuestra rigideces mentales y nuestras barreras culturales. • ¿De dónde proviene la tesis del espejo y de dónde su fuerza? La tesis del espejo está arraigada culturalmente en América Latina

13. Alicia en el País de las Estadísticas ¿Qué nos diría Alicia? Lo primero, que el territorio no es un simple reflejo de la realidad social Fue, ante todo, un acto de Conquista y de creación del nuevo orden social. En la Conquista y la Colonia la carta o plano tuvo más influencia como expresión de un “ideal mental” que como fiel registro de la realidad.

14. Alicia en el País de las Estadísticas ¿Qué nos diría Alicia? Lo primero, que el territorio no es un simple reflejo de la realidad social • La tesis del espejo está arraigada internacionalmente en las ciencias sociales • La relación entre espacio y sociedad sería una entre “lo latente” o sustantivo, y “lo manifiesto” o superficial; o entre los fenómenos y procesos que queremos estudiar y sus manifestaciones externas. • Este anti-espacialismo se complementa con su opuesto, el espacialismo. En los análisis, las unidades territoriales o político-administrativas, usadas como ardid metodológico para recoger datos y producir estadísticas, cobran vida propia y protagonismo a la hora de las propuestas

15. Alicia en el País de las Estadísticas Lo segundo que Alicia nos diría es que el territorio no es una simple suma de partes, de pequeñas porciones de suelo o geografía • El atomismo filosófico nos lleva a pensar que mientras más desagregada la información que poseamos, más cerca estaremos de la verdad. • Estadísticas territorialmente desagregadas hasta alcanzar los polígonos más pequeños, nos permitirían tocar la base granítica de la realidad. • Realidades emergentes / Reversibilidad microscópica; irreversibilidad macroscópica / ¿Y la unidad del mundo?

16. Alicia en el País de las Estadísticas Lo segundo que Alicia nos diría es que el territorio no es una simple suma de partes, de pequeñas porciones de suelo o geografía • Pero nos hemos olvidado de Alicia ¿Qué nos diría ella sobre esta cuestión de las escalas? Alicia cambió varias veces de escala: su cuerpo creció y se redujo a niveles sorprendentes, lo que le permitió experimentar el mundo en distintas maneras. • La sensación de lo sublime y de sobrecogimiento que nos produce la escala de los descomunal, se complementa con el amor más o menos universal que tenemos por las miniaturas. • La sensación de ser inermes frente al mundo que nos provee mirar desde la pequeña a las grandes escalas, se complementa con la sensación de comprensión, gusto estético y, tal vez, ilusión de control que facilita la mirada a vuelo de pájaro.

17. Alicia en el País de las Estadísticas Lo tercero es que Alicia probablemente pondría en cuestión Nuestro énfasis en los límites para definir los fenómenos Allí donde un sistema decae en intensidad hacia su periferia y queda expuesto a las influencias de sistemas vecinos, se produciría la combinación de inestabilidad y variedad que facilita la emergencia de lo nuevo.

18. Alicia en el País de las Estadísticas Lo tercero es que Alicia probablemente pondría en cuestión Nuestro énfasis en los límites para definir los fenómenos • Es un fenómeno largamente conocido en ecología: Los ecotonos son, justamente, las zonas de biodiversidad e intercambio donde la creatividad se exacerba. • ¿Qué significaría para las estadísticas territoriales pedirles que transiten desde el énfasis en los polígonos, que tantas posibilidades técnicas ha encontrado en los SIG a los ecotonos?

19. Alicia en el País de las Estadísticas • Digamos, a modo de conclusión, que nuestro interés por la investigación urbana y territorial y, específicamente, por entender la participación de lo espacial en la (re)producción de las desigualdades sociales, plantea algunos desafíos importantes a las estadísticas territoriales. El hecho de poder contar con estadísticas desagregadas territorialmente es lo básico, pero está lejos de ser suficiente.

20. Alicia en el País de las Estadísticas • La tesis del espejo y el atomismo filosófico han sido dos trabas culturales que han restado fuerza y relevancia a los aportes que pudieran hacer el urbanismo y la geografía urbana a la explicación de las desigualdades sociales y a su superación.

21. Alicia en el País de las Estadísticas • El atomismo, una obsesión occidental por rastrear la partícula última del mundo físico, es una negación de la geografía y de la prestancia de las distintas escalas geográficas; y la tesis del espejo relega lo espacial a simple señal de lo que viene determinado por un sistema social o un sistema económico que levita sobre el territorio sin dejarse influenciar por él.

22. Alicia en el País de las Estadísticas • Pero la fuerza de los hechos –la complejidad de ciudades que pierden su silueta o de redes económicas regionales que tienden a lo planetario, o la evidencia que representan los ghettos urbanos de que el espacio importa, o lo boyante de los negocios urbanos que se anidan en los mercados de suelo—nos obliga a abandonar estos viejos esquemas mentales.

23. Alicia en el País de las Estadísticas • Hay muchas intermediaciones entre lo social y lo espacial que debemos diagnosticar con ayuda de las estadísticas territoriales. En lo económico, están los mercados de suelo que intermedian la relación entre las desigualdades sociales y la disparidades territoriales; en lo cultural, los patrones de urbanización que influyen sobre la manera en que el espacio es “construido” o moldeado en el vida social; y en lo simbólico, la carga de prestigio o estigma que suele hacerse recaer sobre lugares y territorios, carga que se convierte en una suerte de multiplicador de estatus y poder social o, bien, de desprestigio y marginalización.

24. Alicia en el País de las Estadísticas • En suma, necesitamos estadísticas territoriales que nos permitan movernos ágilmente entre distintas escalas espaciales de los fenómenos, y entre distintas dimensiones o perspectivas disciplinarias de los hechos espaciales y territoriales. Requerimos, asimismo, estadísticas que nos permitan transitar entre el estudio de los espacios absolutos y las entidades urbanas con forma (silueta), por una parte, y los espacios de flujos y relaciones, por otra.

25. Alicia en el País de las Estadísticas • No disponer de estadísticas territoriales que nos permitan transitar desde la información sobre áreas a aquella sobre flujos y viceversa, y entre distintas escalas de agregación geográfica, limita los estudios sobre desigualdades sociales, y los estudios en general.

26. Alicia en el País de las Estadísticas • Las estadísticas, en términos metodológicos, presuponen cuerpos teóricos que parece necesario poner en entredicho. El territorio no es un mero reflejo de las desigualdades sociales; es una dimensión de ellas que debemos conocer mejor para actuar con mejores posibilidades de éxito sobre esas desigualdades. Tampoco el territorio se constituye como una suma de partículas de geografía. Presenta escalas que tienen, a la vez, unidad y autonomía legal (en términos de leyes científicas), aunque ésta síntesis teórica sea aún una tarea en buena medida pendiente.