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La mujer en Grecia. “ Temed el amor de la mujer más que el odio del hombre.”(Sócrates).
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“Temed el amor de la mujer más que el odio del hombre.”(Sócrates) • Desde el comienzo de la civilización Griega, las mujeres estaban bajo la autoridad de los hombres. Así pasaban de la autoridad del padre ala autoridad del marido. La conclusión que sacamos de esta época que las mujeres era inferiores a los hombres. Al considerarlas tan débiles debían ser protegidas. La única condición era de esposa y madre, encargadas de la enseñanza y cuidado de los hijos. La vida de la mujer solo se reducía a eso y hacían vida dentro de la casa.
Muchas de ellas encontraban consuelo en la religión. En Grecia las mujeres sacerdotisas cuidaban y mantenían los templos, lo mismo se podía decir en Roma porque su situación como sacerdotisas era mejor. En Roma solo ostentaban poder las mujeres vestales. Los festivales también significaban un respiro para las mujeres griegas, en particular Thesmophoria de Atenas, en la que los hombres no podían participar. El propio Aristóteles llego a decir que: `` La hembra es un macho deforme ´´
El matrimonio • Como en todos los pueblos y sociedades, la familia se constituye en primer lugar gracias a un pacto o intercambio de dones • Ahora bien, este matrimonio se entiende pues como una unión donde no hay lugar para la elección ni para el amor por parte de los futuros marido y mujer, y se enmarca dentro de todos los aspectos puramente económicos y gentilicios que desarrollan las diversas familias.
Los baños • Muchos griegos odiaban los baños, pues los creían símbolo de debilidad y consideraban que este tipo de hábito disimulaba el olor fuerte del atleta. Sin embargo, no todos los griegos compartían esta opinión. Los más ricos tenían en sus casas recipientes cincelados, llenos de agua para bañarse. Además, en todos los cruces de caminos había una pila de mármol con agua para que los más humildes también pudieran bañarse. El baño también confería prestigio. Todo banquete griego que se preciara de ser lujoso, incluía una sesión de baño para los invitados. En el salón destinado para dicho fin se los lavaba y untaba con aceites de nardo, rosas, almendras y azafrán. En las mesas, se colocaban jarras de oro y alabastro llenas de agua aromatizada con la que los esclavos perfumaban luego a los comensales. Los más excéntricos soltaban palomas empapadas con perfumes, que salpicaban a los invitados desde las alturas.
EL OCIO Las actividades de ocio más importantes eran: * Acudir a los baños era muy normal, ya que en las casas griegas no había agua corriente y además estos baños eran también centros de reunión. Esta costumbre griega de acudir a los baños la tomaron los romanos. Otra actividad para el ocio era pasear, por unos paseos, porticados, en ocasiones de dos pisos decorados con mosaicos, frescos, cuadros… llamados stoás. * Los griegos además disfrutaban con la política, en la que podían participar, participando en la toma de decisiones que incumbían a la polis donde vivían. * Otra de las actividades de ocio que les gustaban a los griegos eran la música y el teatro. Ambas contaban con recintos aptos para ellas, el odeón y el teatro.
El Divorcio El divorcio está previsto en numerosos contratos matrimoniales, permitiendo a marido y mujer iguales oportunidades para repudiarse mutuamente. También se han hallado escrituras de divorcio. Las estipulaciones más importantes son las que se referían a la restitución de la dote. Los hijos tenían que ser mantenidos por el padre, aunque no residieran con éste. Esta medida era justa, ya que lo normal era que la propiedad común quedara en manos del marido. Un contrato matrimonial de 92 a.C.que aborda la protección de los bienes comunes a lo largo de toda la duración del matrimonio, admite que la esposa normalmente sufre un daño financiero tras la disolución de su matrimonio, ya que no recibe parte alguna de los bienes del matrimonio sino, simplemente le devuelven la dote que aportó. Este documento también hace constar específicamente cual debe ser la conducta sexual del marido, lo que incluye la prohibición de traer al hogar una segunda esposa, tener una concubina o un joven amante y tener hijos con otra mujer o vivir en una casa que no sea la suya, apartándose así de su esposa.
Clases de mujer • ESCLAVAS: sin lugar a dudas fueron las menos favorecidas, se encargaban de las tareas domésticas o de las labores agrarias. Nacidas como esclavas sólo podían aspirar a ser liberadas por orden de su amo y quedaban supeditadas al control de éstos. Carecían de derechos legales pero disponían de cierta protección en la medida en que no estaba bien visto el maltrato o el asesinato de un esclavo, incluso algunas leyes pusieron fin al control férreo e impune de los propietarios. • HETAIRAS o cortesanas: Hay gran fascinación por estas mujeres, casi comparables aunque con excepciones a las geishas japonesas, eran mujeres libres de un gran nivel cultural e intelectual que participaban en las fiestas y banquetes de la aristocracia helena. Eran prostitutas de lujo dedicadas a amenizar y entretener con su oratoria, cantos y encantos físicos a cuantos comensales hubiera. Muchas de ellas eran portadoras de secretos de estado o incluso podríamos decir sus asesoras.
CONCUBINAS: Las concubinas eran esclavas con un tratamiento diferente, ellas eran las amantes y en ocasiones compañeras fieles y dedicadas de los amos, algunas de ellas gozaron de grandes privilegios a nivel económico y los favores de sus dueños si tenían la suerte de pertenecer al grupo de las preferidas, no obstante y a pesar de que éstas tuvieran hijos de su propietario, eran considerados bastardos, y por lo tanto carecían de derechos legales o de herencia. Un ejemplo es el caso de Pericles con Aspasia, enamorado perdidamente de ella, dejó que entrara en los círculos políticos e intelectuales aún a sabiendas que ella no era reconocida como legítima pues tenía esposa e hijos. Aspasia tuvo dos hijos con Pericles y a la muerte de los herederos legales, Pericles instó a la asamblea a que fueran tratados como legítimos, haciendo caso omiso a las leyes que él mismo promulgó.