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“Los tres elefantes y sus aventuras ”. Había una vez un elefante que se llamaba Raúl era muy pequeño porque sólo hacía unos meses que había nacido y era muy comilón y travieso.
E N D
Había una vez un elefante que se llamaba Raúl era muy pequeño porque sólo hacía unos meses que había nacido y era muy comilón y travieso.
Vivía al lado de un rio que llevaba mucho agua y muy cristalina y a Raúl le gustaba bañarse en él, pero siempre en un sitio que hacía pie.
Tenía dos hermanos, el mediano se llamaba Dumbo y el mayor Jacinto. Jacinto era muy bromista y gastaba bromas pesadas a los otros animales de la selva.
Dumbo era inteligente y ayudaba a su padre a buscar la comida. Salian por la selva todas las mañanas.
Raúl ayudaba a su madre a hacer dulces para el postre. Un día Raúl y Jacinto se acercaron al rio.
Jacinto empujó a Raúl par gastarle una broma. Pero Raúl tropezó en una piedra y cayó al rio.
Raúl empezó a gritar y a llorar y Dumbo oyó las voces y acudió.
Y vió a Jacinto asustado y sin hacer nada. Rápidamente pensó y cogió una rama y se la acercó a Raúl .
Raúl la cogió pero se le escapó de las manos y la corriente empezó a arrastrarlo.
Entonces Jacinto corriendo trajo una cuerda. Mientras el agua se llevaba a Raúl hacia la cascada. Pero antes, se veia un puente.
No había tiempo que perder. Se montó en su patinete y se acercó muy rápido al puente.
Lo cruzó hasta la mitad y echó la cuerda. El pequeño elefante que iba chapoteando vió la cuerda y se agarró a ella..
Pero la corriente era muy fuerte y Jacinto no tenía, sólo, tantas fuerzas.
En ese momento llegó Dumbo justo a tiempo de coger la cuerda que se le estaba escapando a su hermano. Unieron las fuerzas los dos y poco a poco lo subieron.
Mientras la madre elefante, que estaba haciendo un pastel, se acordó de Raúl, que siempre la ayudaba y salió en su busca.
Recordó que siempre a Raúl le gustaba mucho ir al rio a jugar y se fue para allá. Cuando llegó dijo:
Hijos venid a merendar el pastel que acabo de hacer. ¿No estáis un poco mojados?.
Y como su mamá les tenia prohibido bañarse solos, contestaron: - No. Es que hacía mucho calor y hemos sudado.
Y los tres hermanos riendo entre ellos se fueron a merendar. Y Jacinto, escarmentado por lo que había pasado, no volvió a gastar bromas pesadas.