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Capu00edtulo inu00e9dito del futuro libro de Carlos Mesa, "La iglesia y sus demonios", todavu00eda por publicar
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LA IGLESIA Y SUS DEMONIOS HADES Lucas 16:19-31... "Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama". Constantemente se hace referencia en los evangelios al Hades griego, en lugar del Infierno católico. No es un sólo pasaje, sino en muchos. Un ejemplo más está en Hechos 2:27 donde se lee: "Porque no dejarás mi alma en el Hades". Hades es el mayor hijo varón de Cronos y Rea. Según el mito, él y sus hermanos Zeus y Poseidón derrotaron a los Titanes y reclamaron el gobierno del cosmos, adjudicándose el inframundo, el cielo y el mar, respectivamente; la tierra sólida, desde mucho antes provincia de Gea, estaba disponible para los tres al mismo tiempo. Hades también era llamado Plouton (en griego antiguo Πλούτων, genitivo Πλούτωνος, ‘el rico’), nombre que los romanos latinizaron como Plutón. Los antiguos romanos asociaron a Hades/Plutón con sus propias deidades ctónicas, Dis Pater y Orco; el dios etrusco equivalente era Aita. Parece que a los cristianos les gustó más el Hades griego que el infierno judío, ya que en el Hades griego aparece el Tártaro, el lugar o mazmorra de sufrimiento y agonía, donde se produce el chirriar de dientes. ¿A alguien le suena esta definición? En el judaísmo el infierno es un lugar de purificación para el malvado, en el que la mayoría de los castigados permanece hasta un año. Su nombre es Gehena. םנה ), que significa «Valle de Hinom». Ge Hinnom también ןב ), que significa «valle del hijo de Hinom». El valle estaba יג איג «Gehena» deriva de Ge Hinnom ( se llamaba Gai ben-Hinnom ( fuera de la muralla sur de la antigua Jerusalén, y se extiende desde el pie del Monte Sion hasta el valle de Cedrón, al este. םנה ¿Y en qué convirtieron la Gehena los cristianos? ¡Pues en el purgatorio! Resumiendo, si alguna vez creíste en el infierno deberás saber que su origen es el Hades griego. Así que no te preocupes más por los demonios, que no dejan de ser los antiguos dioses griegos del inframundo, pues si alguna vez pisas el Hades te lo pasarás en grande con estos dioses. PAN ¿Sabías que la palabra pánico se deriva de Pan, el dios griego de patas de cabra y cornudo? El vocablo pan se deriva a su vez del griego Πάν que quiere decir “todo”. Para los antiguos griegos, Pan era un semidios de los pastores, de los rebaños y los bosques. Era también dios de la sexualidad masculina desenfrenada, se creía que perseguía a las ninfas en busca de sus favores y por esta razón. Pan estaba relacionado también con la naturaleza salvaje. Se le representaba como un macho cabrío. Posteriormente, Pan estaría relacionado con el Dios Fauno de los romanos y no es de sorprender que a la llegada del Cristianismo, Pan pasara de
ser un dios griego a un demonio relacionado con la sexualidad y el desenfreno. Recordemos que para el Cristianismo cualquier tema que toque el sexo era y es cosa del demonio. Y sí, adoptaron, a Pan como representante simbólico del aspecto que deberían tener los demonios inventados por el Cristianismo. En 1863, Collin Placy publicó su Diccionario infernal con una de las jerarquizaciones infernales más detalladas de todos los tiempos. En este diccionario Pan ocupó el puesto de Príncipe de los Íncubos. Es decir, todos los demonios, incluyendo a Satanás y Lucifer, como iremos explicando, son inventos judaicos y cristianos, sin el más mínimo fundamento real. A partir de ahora tomaros a risa cualquier película de posesiones o demonios, porque es imposible tomarse en serio lo que sabemos fueron invenciones de la religión para atemorizar a sus feligreses. LAS PUERTAS DEL LIMBO Las puertas del limbo se cerraron el 6 de octubre del 2006 de forma definitiva. La versión oficial que dio el antiguo Papa Benedicto XVI es que de esta manera, los niños sin bautizar quedarían en manos de "la misericordia de Dios" e irían quizá al paraíso. La clausura del limbo comenzó con el catecismo publicado en 1992 por Juan Pablo II, un texto en el que no se citaba el misterioso lugar de frontera donde los niños "no gozan de Dios pero tampoco sufren", en palabras del catecismo de san Pío X. ¿Pero qué había detrás de este asunto de la Comisión Teólogica Internacional reunida en el Vaticano? El beato Juan Pablo II en 1980 en su discurso a los representantes de las comunidades judías de Alemania, en Maguncia, se refirió al “pueblo de Dios de la Antigua Alianza, que nunca ha sido revocada” (véase también Catecismo de la Iglesia Católica punto 121). Sería Juan Pablo II quien argumentara que los judíos estaban en diáspora por haber sido abandonados por Dios. A comienzos del 2006 la Comisión Teológica Internacional sencillamente discutía esta cuestión sobre el pueblo hebreo. Benedicto XVI abordó este delicado enfoque teológico en su segundo volumen sobre Jesús, "Jesús de Nazaret - Desde la entrada en Jerusalén hasta la Resurrección" (2011). En un capítulo dedicado al discurso escatológico de Jesús, se analiza la cuestión de la destrucción histórica del Templo de Jerusalén, en el año 70 de nuestra era, que es precisamente el centro de la argumentación a favor de una teología de la sustitución. Entendida como un acontecimiento histórico-salvífico, como el cumplimiento de la profecía escatológica de Jesús, la destrucción del templo se puede interpretar muy rápidamente, según Benedicto XVI, "como el acontecimiento histórico que confirmaría la caducidad de la elección de Israel". En la teología católica el Limbo de los Patriarcas fue el lugar donde residieron las almas de los justos anteriores a la redención de la cruz hasta que fueron rescatados por Jesús resucitado. Santo Tomás de Aquino argumentó extensamente sobre el descenso de Jesús a los infiernos en Summa Theologiae, comentando las opiniones previas de San Agustín de Hipona y San Gregorio Magno, y distinguiendo los conceptos de "infierno de los condenados" y "seno de Abraham".
"Cristo bajó a cualquiera de los infiernos; pero no a todos por igual. Pues, al bajar al infierno de los condenados, su eficacia se tradujo en impugnarles por su incredulidad y por su malicia. En cambio, a los que estaban encerrados en el purgatorio les dio la esperanza de alcanzar la gloria. Y a los santos Patriarcas, que estaban encerrados en el infierno solamente por el pecado original, les infundió la luz de la gloria". ¿Visto lo anterior, cuál es la respuesta para la supresión del limbo? La tenemos en Dante, en el Limbo versos 1-63 de su obra Inferno. Es el Limbo, del latino "limbus", donde están aquellos que no tuvieron pecados, solo por no haber sido bautizados. Por tanto se encuentran los niños que nacieron muertos, las personas rectas nacidas antes que el Cristo y esas que por varias razones no tuvieron forma de conocer el mensaje de Jesús (Dante nombrará entre otros a dos musulmanes). También están los judíos que esperaron la llegada de Jesús el cual los liberó durante su descenso. Entonces, en contraste con la doctrina de los padres de la Iglesia, en particular de Tomás de Aquino, que retenían que en el Limbo residían solo los niños muertos sin bautismo, Dante agrega a las personas rectas pero no bautizadas. Esta es la tradición que existía desde antes del siglo XIII. Esto es lo que tanto preocupaba a la Comisión Teológica Internacional, antes incluso de la salvación de los niños: judíos y musulmanes que podían ser salvados porque su Cristo había descendido al limbo. ¿Pero qué ocurre si el limbo es suprimido? ¿Podrían estos mismos infieles ser salvados? Benedicto XVI, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el nombre que ahora recibe la Inquisición, lo tenía muy claro. ¡Y lo hicieron! Y nos los disfrazaron una vez más de un acontecimiento de vital importancia para los no bautizados, como renovación avanzada de la Iglesia Católica. Más retorcido no se puede ser. LA FAMILIA DIABÓLICA DE YAHVE Según el Pentateuco, escrito en hebreo, el verdadero nombre de Dios es yod-hei-vav-hei: הוהי (nótese que el idioma hebreo se escribe de derecha a izquierda) que se traduce al alfabeto occidental como YHWH, pues la escritura hebrea antigua sólo incluía las consonantes de cada palabra y descartaba las vocales. Debido a que por mucho tiempo los judíos consideraron una blasfemia pronunciar directamente el nombre de Dios, preferían denominarlo 'las cuatro letras’, tetragramaton en griego (tetragrama en español). Las vocales que se añadieron luego compusieron otro nombre, Adonai, que actualmente se traduce como "mi señor". La Biblia griega, comúnmente llamada Biblia Septuaginta o Biblia de los Setenta (Μετάφραση των Εβδομήκοντα), y generalmente abreviada simplemente LXX, fue traducida de textos hebreos y arameos más antiguos que las posteriores series de ediciones que siglos más tarde fueron asentadas en la forma actual del texto hebreo-arameo del Tanaj o Biblia hebrea. En la LXX el Tetragrama acabó por sustituirse por la palabra griega Kyrios (que significa "Señor"). De ahí que, en los Evangelios, cuando se menciona o cita al Antiguo Testamento, en lugar de usar la palabra Yahvé, que sería la correcta, se use la mala traducción de "Señor", que
da pie a ambigüedades con el fin de que algunos asocien Señor con Jesús y Yahvé al mismo tiempo. Lo curioso es que este Yahvé tenía madre, llamada Astarté por los griegos. Asherah, o Astarté, era el nombre de la principal deidad femenina adorada en la antigua Siria, Fenicia y Canaán. Los fenicios la llamaban Astarté, los asirios su adorada como Ishtar, y los filisteos tenían un templo de Asera. En los textos mitológicos de la Edad de Bronce Tardía (1550-1200 a.C.) de la ciudad-estado de Ugarit, ella es llamada "la creadora de los dioses", su consorte es el dios "El" ("creador"). también conocido como padre y patriarca de Ugarit. A Asherah también se le llama madre de los Dioses. En una excavación de 1975 a las Ajrud Kuntillet '(Horvat Teman) en el desierto de Sinaí, en una cerámica fue inscrito "Berakhti et'khem l'YHVH Shomron ul'Asherato" ("Yo he sido bendecido por Yahvé de Samaria y [su] Asera "). Debajo de las palabras tenemos dibujos de un árbol y de una vaca con un ternero. Muy cerca se encuentra un dibujo de un "árbol de la vida" flanqueado por dos cabras montesas. Una segunda referencia a "YHVH y [su] Asherah" fue identificada en una inscripción en una pared del edificio. Una referencia similar se ha encontrado en Khirbet el-Qom, cerca de Hebrón, donde una inscripción dice: "¡Bendito sea Uriyahu por Yahvé y por su Asherah;! De sus enemigos que lo salvó". Baal (en semítico cananeo baʕal, «amo» o «señor») era una divinidad de varios pueblos situados en Asia Menor y su área influencia: babilonios, caldeos, cartagineses, fenicios (asociado a Melkart), filisteos y sidonios. Era el dios de la lluvia, el trueno y la fertilidad. Baal era el hijo del dios El. En la mitología cananea se denominaba así (El) a la deidad principal. Se lo conocía como «padre de todos los dioses», el dios supremo, «el creador», «el bondadoso». Por lo general, El se representa como un toro, con o sin alas. También se lo llamaba Eloáh o Elah y su esposa principal era Asera (Astarté, Athirat o Ishtar). En los Textos de Ras Shamra se alude a Baal ―llamado también Aliyán [‘prevaleciente’] Baal) como «Zebul [‘príncipe’]) de la Tierra» y «el Jinete de las Nubes». Este Baal-Zebul será transformado luego en Belcebú, señor de las moscas. ¿Por qué? Porque los hebreos no lo adoptaron, ya que éste era el dios que adoraban los mismos antes de su monoteísmo, el becerro de oro, que Moisés repudió. Por tanto, los hebreos representaban a los dioses ajenos de otras culturas como algo maligno y cornudo. De hecho, para burlarse de los cananeos, debido a que en sus templos la carne de los sacrificios se dejaba pudrir, decían que estos lugares estaban infestados de moscas. Por lo tanto, el luego Belcebú será el señor de las moscas. Baal será transformado al nuevo nombre de Belial, cuando lo use Pablo en 6:15 de la Segunda Epístola a los Corintios: “¿Qué entendimiento puede haber entre Cristo y Belial?, ¿o qué unión entre el creyente y el que no cree? “ Pero acabemos resumiendo. Yahvé (derivación del Tetragrama, nunca Jehová, pues esta acepción es una aberración del idioma) tiene dos padres llamados El y Astarté, y su hermano es, ni más ni menos, que Baal-Zebul. De hecho, a Yahvé no le gusta que sirvan a otros dioses que no sea él mismo y su egolatría, como leemos en Exodo 20:5:
"No los adorarás ni los servirás; porque yo, el Señor (Yahvé, en el texto original) tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen". Y en Exodo 30:20: "Y tomando el becerro que habían hecho, lo quemó en el fuego, lo molió hasta reducirlo a polvo y lo esparció sobre el agua, e hizo que los hijos de Israel la bebieran". Fin de la historia. Moisés impuso su monoteísmo y se acabó el adorar a la familia de Yahvé. LUCIFER "¿Cómo caíste del cielo, oh Lucifer, que nacías por la mañana? ¿Cómo caíste en tierra, tú que llagabas las gentes?". Este versículo de Isaías, 14:12 pertenece a la versión de Scío de San Miguel (1791), la primera traducción católica de la Biblia al castellano. El fragmento, que narra el conocido episodio de la hubris y la derrota luciferina, contiene la única mención a «Lucifer» de toda la Biblia y en el contexto del primer Isaías (siglo VIII) forma parte de una diatriba contra la arrogancia del rey de Babilonia: El nombre de Lucifer había aparecido por primera vez en la Vulgata, que fue el «original» traducido por Scío. Jerónimo de Estridón, el autor de la Vulgata, la transformó por completo al utilizar la palabra "Lucifer" para traducir el hebreo «helel ben-shahar» siguiendo literalmente la versión griega de la Septuaginta, que había utilizado «to heosphoros» («portador del alba»). Eósforo (también llamado Fósforo) es hijo de Eos, personificado en Venus, el Lucero del Alba. La siguiente Biblia católica, la de Torres-Amat (1824), que también seguía el texto latino, tradujo: "¿Cómo caiste del cielo, oh lucero, tú que tanto brillabas por la mañana? ¿Cómo fuiste precipitado por tierra, tú que has sido la ruina de las naciones?". Observamos la desaparición del nombre propio Lucifer (rescatado in extremis en las notas a pie de página) y el inicio del abandono de la identificación que los Padres de la Iglesia creyeron ver entre Satanás y la Estrella de la Mañana. En el siglo XX, las biblias católicas siguieron la senda planetaria y completaron la obliteración del nombre satánico. Resulta curiosa la fuerte presencia de «Lucifer» entre nosotros dada su fugaz aparición textual. Sin duda, el cine ha hecho mucho mal, haciéndonos creer que Lucifer es un demonio aparecido en la Biblia, cuando en realidad es una mala traducción bíblica del lucero del alba, o sea Venus. Lucifer por tanto nunca ha existido. Las palabras hebreas helel ben-shahar, se traducen hoy por «el Brillante, hijo del alba» y en ellas se reconoce una alusión a Venus. El siglo XIX las asoció con el mito griego de Faetón («Brillante») o Eósforo (dos hijos de Eos, la Aurora, confundidos tempranamente). El joven y arrogante Faetón es incapaz de conducir el carro del sol y debe ser fulminado por Zeus para evitar la destrucción del mundo. El descubrimiento de los textos de Ras Shamra permitió establecer una relación con el ciclo ugarítico de Baal. El dios Athtar, dios de la irrigación de origen sudarábigo, es llamado para ocupar el trono de Baal, pero se ve incapaz de hacerlo adecuadamente («sus pies no llegaban al escabel, su cabeza no alcanzaba el remate», KTU 1.6 I 59-60), se ve obligado a reconocer su incapacidad («No puedo reinar en las cumbres de Sapán», KTU 1.6 I 62) y acaba reinando en la tierra. La
palabra ugarítica ars puede significar «tierra» e «inframundo». Lo que entre los griegos acabó siendo un cuento moral fue utilizado por el autor de Isaías para denostar la insolencia del rey babilónico y pasó a la mitología cristiana como ejemplo del orgullo desmedido y la rebelión frustrada contra Dios. Así, mediante la singular alquimia de la traducción, el alba se convirtió en tinieblas, y el fósforo, en azufre. En conclusión, si alguien te habla de Lucifer como personaje, sonríe, pues el incauto que te lo comente no sabe que en realidad está haciendo referencia al planeta Venus. Lo que hace la ignorancia. TIAMAT Y LEVIATAN «Cuando en lo alto, el Cielo no estaba nombrado, y la Tierra, abajo, aún no tenía razón: El primigénio Absû, que los engendró y el Caos, Tiamat, la madre de ambos, sus aguas mezclaron. (Cuando) los campos no habían sido creados, y los pantanos no eran posibles de ver. Cuando ninguno de los dioses había sido llamado a existir, al no poseer nombre, y los destinos no estaban escritos…»Pasaje de la I tablilla del “Enuma Elish” texto sumerio de Nippur. I milenio a.c. El nombre “Tiamat” es unadeformación del vocablo acadio “Tiamtum”, “Mar/Océano”, (J.A. Black) y según A. Westenholz una contribución acadia al panteón mesopotámico. Un hecho que supondrá la conversión, dentro de la monstruosidad mitológica de tales creencias y que se cree acontecida durante el II milenio a.C., cambiando el origen de Tiamat desde un ser vinculado a las montañas en su primitivo relato sumerio a un horrendo ser marino de tradición mediterránea levantina y semítica occidental, posteriormente. Aunque no existen precedentes primitivos, algunas fuentes la identifican con la imagenes de una serpiente marina o un dragón. Ese mismo dragón marino volverá a aparecer en la tradición judía, dos mil años más tarde. « Para los Elohim, tu eres nuestro más antiguo Melech/Protector, la obra de Yahweh en medio de Ha’aretz/ la Tierra. Tu dividiste a Yam en tu Oz/Poder. Tu quebraste las cabezas de Tannin en las aguas. Tu hicíste pedazos la cabeza de Leviatán, y la entregaste como ma’akhal/alimento a los seres que habitan Tsyiyim/Infértil desierto o/y Inframundo. Tu forzaste la apertura de la Fuente (de Aguas Primigenias) y de la Inundación. Tu secaste el poderío de Nahar.» Salmos 74: 12-15 . Biblia Ortodoxa Hebrea. En el primer texto, un pasaje de Ugarit, Yamm aparece asimilado a un monstruo marino, tomando la representación del “Mal” o “Tunnan”, en hebreo “Tannin” o “Tan.ni.n(im)” – Según un pasaje el Antiguo Testamento, Tanin, fue un demonio-monstruo incorporado al episodio bíblico de la creación del mar en el quinto día. (Génesis 1:21), si bien debe ser interpretado en exclusiva como un avatar de la Gran Diosa-Madre mediterránea. « Hashem Elohei Tzva’os/ Dios de los Ejércitos ¿Quién como tú, Oh, poderoso Hashem, Tú al que el Emunah/Conocimiento Absoluto rodea. Tú que dominas la soberbia del Mar. Cuando las olas se encrespan, tú la apaciguas. Tú que despedazaste a Rahab, lo mismo que a un cadáver. Tú que destrozaste a tus oyevim/enemigos con tu excelso poder. » Salmos 89: 9-11 Biblia Ortodoxa Hebrea.
Dicho esto, existe una última concordancia que vendría dada por el término hebreo “Téhôm” – comparar las similitudes etimológicas de”thm”, Tehôm, con “thmt”, Tiamat –,”Lo Profundo” en Génesis 1:2, como su paralela designación como ente asociado a las “Aguas Primigenias”, y cuyo término es frecuentemente usado en Antiguo Testamento para definir a las “Aguas Celestiales”. Leviatán, en hebreo “liwyatan”, “Lo Sinuoso”, aparece una sola vez en textos pre-bíblicos, siendo mencionado en la Biblia en un número de seis veces. En el libro de Enoc 60: 7-9, aparece como un dragón de género femenino que reside en las profundidades del océano junto a “Behemot”, un dragón de género masculino, que vive en el desierto, el dios Mot(h), volviendo a rememorar en su paralelismo a los actores del ciclo mitológico de Ugarit. « En el Yom Hahu, Hashem con su cherev hakashah v’hagedolah v’hachazakah/terrible grande y fuerte espada escarmentarás a Leviatán, Nachash bari’ach/La Huídiza (diosa) Serpiente, cuando Leviatán (sea), la Sinuosa Nachash; El matará a Tanin, la que está en el mar » Isaías 27: 1. Biblia Ortodoxa Hebrea. Tomado lo anterior en consideración, podemos afirmar, sin ambages, que tanto Tiamat como Leviatán tienen la misma raíz, siendo ambos el mismo personaje que, para los judíos, sería transformado de dios primigenio a demonio del mar al servicio de Yahvé. Por cierto que las similitudes entre el Enuma Elish y el Génesis son tan evidentes que, pasan seis generaciones de dioses, antes de que en la séptima generación se produzca la creación. O lo que es lo mismo, al séptimo día Dios reposó después de haber creado su obra. PAZUZU En la mitología de Caldea estaba extendida la creencia de los siete dioses del mal, conocidos como Shedu, espíritus demoníacos de las tormentas que eran representados como híbridos de toro con alas y hombre, derivados de los Lammasu utilizados como entes protectores de los palacios reales en la antigua Babilonia. En la mitología de Sumeria, también se hablaba del demonio Asag, un ser tan terrible que hacía hervir a los peces de los ríos tan sólo con su presencia. En Asiria y gran parte del resto de Mesopotamia existía la creencia en Pazuzu, el rey de los demonios del viento y las tormentas, aquel que podía traer plagas y peste. Este demonio es muy conocido por ser mencionado durante la famosa película de El Exorcista, es decir, será adoptado desde Mesopotamia por la nueva religión judeocristiana. MOLOCH Moloch también conocido como Moloc, Moloch Baal o Baal fue una deidad semítica adorada por fenicios, cartagineses, cananitas y judíos primigenios. Según algunos pasajes de la Biblia, se le rendía culto sacrificando niños en la hoguera. Generalmente Moloch es representado como una figura humana con cabeza de toro, carnero o becerro, sentado en un trono y con una corona u otro distintivo de realeza, como un báculo. Era considerado el símbolo del fuego purificante, que a su vez simboliza el alma. Para agradar a Moloch se solía realizar un sacrificio de fuego denominado Holocausto que consistía en quemar bebés o niños pequeños vivos como ofrenda, a cambio de los favores otorgados por
dicho ente. Según el Antiguo Testamento los judíos solían hacer sus sacrificios en un lugar en las afueras de Jerusalén al que llamaban Tofet. Era el dios supremo y protector de la ciudad de Cartago. Los navegantes fenicios exportaron, a través del comercio, los cultos a varios dioses representados como deidades-toro tal como Moloch. Se le identificó con Cronos y Saturno. Como resultado de una catástrofe ocurrida en el despertar de los tiempos, el espíritu de Moloch se habría transformado a sí mismo en oscuridad al convertirse en materia. De acuerdo con las creencias fenicias, el hombre era la encarnación de esa misma tragedia, y para redimirse de ese pecado era necesario ofrecer sacrificios a Moloch. De ahí que se llame Holocausto al sacrificio ofrecido a este Dios. Según la Biblia, el rey hebreo Salomón edificó altares donde posteriormente eran sacrificados los niños en honor de los ídolos, de entre los cuales el que más veces aparece en la Biblia es Moloc, símbolo de este culto infanticida. “Por aquel tiempo, Salomón construyó, en el monte que está al oriente de Jerusalén, un santuario a Quemós, ídolo repugnante de Moab, y a Moloc, ídolo repugnante de los amonitas”. 1 Reyes 11:7 Así fue como otro dios pagano pasó a engrosar la larga lista de demonios judeocristianos. AZAZEL Según el libro apócrifo de Enoch, Azazel es un demonio atractivo y seductor, que en tiempos remotos "convivía con las hijas del hombre". En sus orígenes, fue uno de los líderes de los ángeles que se rebelaron contra Dios. Según cuenta el mito, al principio había diez órdenes de ángeles, pero la mayoría de los del décimo orden se convirtieron en ángeles caídos, y sólo quedaron nueve órdenes de ángeles leales a Dios. Los ángeles del décimo orden, bajo el mando de Azazel y Shemyaza, eran llamados Grigori (los Vigilantes o los que no duermen), y eran los más próximos a los humanos… hasta tal punto que se mezclaron con ellos, enseñándoles las artes de la civilización y enamorándose de las hijas de Adán. Los Vigilantes se unieron a las mujeres mortales, "llevando el pecado a la tierra" y engendrando una raza bastarda de gigantes conocida como los Nefilim. Azazel, uno de estos vigilantes, enseñó a los hombres los fundamentos de la alquimia y la metalurgia, y a las mujeres las artes mágicas y cómo emplear cosméticos y perfumes para seducir a los hombres. Así fue como lo que ahora llamaríamos un Anunaki, por los conspiranoicos, pasó a convertise en un demonio. SATANAS La palabra satanás en el hebreo original es un sustantivo de un verbo que significa principalmente "obstruir, oponer",y a que se encuentra en Números, Samuel, y Salmos. Ha- Satan se traduce tradicionalmente como "el acusador" o "el adversario" .El artículo definido ha- se utiliza para mostrar que se trata de un título otorgado a un ser, en comparación con el nombre de un ser. Por lo tanto, a este ser se refiere como "el Satanás", o sea “el
adversario”.Ha-Satan como artículo definido aparece en 13 lugares en el texto masorético, en Job y Zacarías. Satanás sin el artículo definido se utiliza en 10 casos, de los cuales dos están traducidos como “diábolos” en la Septuaginta y "Satanás" en la versión Reina-Valera. En el cristianismo, hay muchos sinónimos de Satanás y el sinónimo más común para "Satanás" es " Diablo ", que desciende del Medio Inglés devel, del Antiguo Inglés deofol, que a su vez proviene de Diabolus. Este a su vez se tomó prestado del griego diabolos:"calumniador". En el judaísmo, el concepto de Satanás como adversario de Dios y jefe de los demonios parece haber echado raíces en pseudo epígrafes judíos durante el período del Segundo Templo, especialmente en los apocalipsis. El libro de Enoc contiene referencias a Satariel, parecido a Sataniel y Satan'el. El Segundo Libro de Enoc, también llamado el Libro de Enoc eslavo, contiene referencias a un vigilante (Grigori) llamado Satanael. El texto describe a Satanael como el príncipe de los Grigori quien fue expulsado del cielo. Una historia similar se encuentra en el libro de 1 Enoc; sin embargo, en ese libro, el líder de los Grigori se llama Semjaza. En el Libro de los Jubileos, Mastema induce Dios a probar a Abraham a través del sacrificio de Isaac. Por tanto, Satanás es sencillamente la derivación de Satanael, otro vigilante expulsado del cielo. ASMODEO Asmodeo pertenece al Mazdeísmo (o Zoroastranismo) persa: allí este dios servía directamente al mal principal (Angra Mainyu. Era sin embargo un dios distinto de aquel que nos legó la tradición judía: se trataba del dios de de la ira, lo cual ha quedado reflejado en el hecho de que el nombre “Asmodeo” se deriva de “ashma-daeva” en el idioma avéstico, palabras que se traducen como “ira”. Asmodeo fue incorporado al judaísmo como un espíritu malvado en el Talmud y en los textos de la construcción del Templo de Salomón, donde es descrito como “la criatura del juicio” aunque también es el responsable de crear la música, el drama y la danza. En el Talmud existe una leyenda que dice como el rey Salomón manipuló al demonio para que construya el Templo de Jerusalén; además existe una fábula en la que el Rey Salomón cambió lugares y anillos con Asmodeo. En el folclore judío, Asmodeo era el hijo de un hombre mortal y del ángel de la prostitución (Naamah). Los escritos dicen que su padre era Adán y que lo concibió mientras estaba casado con Lilith, la primera esposa de Adán antes de la llegada de Eva. De acuerdo a los textos del año 100 y 400 antes de Cristo, el origen del demonio dice: “Yo nací de la semilla de un hombre y un ángel.” Por tanto, estamos hablando del demonio de la lujuria. EL 666
La Marca de la Bestia es un término bíblico del libro de Apocalipsis, del Nuevo Testamento, que está asociado con la Bestia de Apocalipsis en el capítulo 13.1 En la mayoría de los manuscritos del Nuevo Testamento, la marca de la Bestia está comúnmente asociada al número 666. En ediciones críticas del texto griego, como la Novum Testamentum Graece, se señala que el número 616 es una variante. El número está ahora relacionado con Satanás y con el Anticristo. El origen de esta asociación está en el libro de Revelaciones de San Juan del Nuevo Testamento: “Aquí hay sabiduría: El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis”. Ap 13:18. En Apocalipsis 13:17 y Apocalipisis 15:2 se dice que el número 666 no es la marca de la bestia, sino el número del nombre de la bestia. Para calcular el número es necesario conocer el nombre, y conociendo éste debería ser sencillo averiguar qué es la marca. Algunos estudiosos modernos defienden que el 666 es en realidad un código relativo al emperador que imperaba cuando se redactó el Apocalipsis. Los escritos bíblicos católicos avalan esta teoría. Cuando se suman en hebreo las letras del nombre de Nerón el resultado es 616 y 666, tomando las dos variantes del nombre (Nero y Nerón). SABBAT El origen del término sabbat para describir una reunión de brujas se relaciona con el viejo prejuicio antijudío. Como la religión judía santifica el sabbat como día de descanso obligatorio, algunos gobernantes cristianos de la Edad Media buscaron relacionar el descanso prescrito por la religión judía con la actividad satánica y brujeril, asociando de forma peyorativa el judaismo con prácticas demoniacas y acusando a los judíos de adoradores del diablo. Por ello se decía que el sabbat era celebrado en la noche del viernes al sábado, en consonancia con el principio sabbat judío que comienza con la aparición de la primera estrella en el firmamento vespertino del viernes. EL MARTILLO DE LAS BRUJAS El Papa Inocencio VIII, entre otras acciones, nombró cardenal al hermano de trece años de su nuera y mató a tres niños de diez años sacándoles la sangre para hacerse una transfusión que no evitó su propia muerte. Este Papa promulga, en 1484, la bula “Summis desiderantes affectibus”. Con ella, la iglesia reconoce la existencia de la brujería. Inocencio manda a Alemania a dos monjes dominicos: Jacon Sprenger y Heinrich Kramer. Ellos se encargarán de realizar la primera caza de brujas de la historia. En 1487, los dos domínicos, expertos en brujería, publican el libro que será dogma para la iglesia y los inquisidores: El “Malleus Malleficarum” o “Martillo de las brujas”. La obra describe el modo en que las brujas hacen un pacto con el Demonio. Esto lo prueban en forma absoluta, ya que lo han afirmado las propias brujas mientras las torturaban. Ellas han relatado sus hechizos, pactos y actos sexuales con el Demonio. Por supuesto, Sprenger y Kramer, con total conocimiento del tema, exponen el modo de reconocer a una bruja, de combatirla y cómo se debe proceder. Los inquisidores no deben
temer nada porque están protegidos de todo maleficio por decisión divina. Los jueces están autorizados a prometer el perdón a cambio de la confesión. Después de la confesión, se las quema vivas para acabar con el mal. Para saber quién es una bruja alcanza con que algún vecino la acuse. Tampoco es imprescindible una acusación formal. Basta con los rumores. Si se dicen cosas sobre alguien, por algo será. Las pruebas para saber si se trataba de una bruja eran varias. Las más usadas fueron: la prueba del agua que tenía dos variantes: en una, se debía sacar un objeto de un recipiente lleno de agua hirviendo; en la otra, el agua estaba fría y se sumergía al acusado en un pozo, cabeza abajo; si no moría ahogado en unos diez minutos, era inocente. Otra prueba era la de la aguja. Se encontraba una marca del demonio en el cuerpo del acusado (una verruga o un antojo de nacimiento) y se lo pinchaba con un hierro; de sangrar, no era bruja. También, se usaba la prueba del fuego. La bruja tenía que tomar un hierro al rojo y sostenerlo entre sus manos varios minutos o pararse encima del fuego. Desde la bula de Inocencio y la edición del “Malleus Malleficarum” hasta avanzado el siglo XVIII, se calcula que murieron más de doscientas mil mujeres acusadas de brujería. Muchas fueron asesinadas por la iglesia durante las torturas. La mayoría de los asesinatos pasaron por la hoguera. LUTERO, EL DIABLO Y LAS FLATULENCIAS Durante la contrarreforma de Lutero, el Papa León X emitió una orden de captura contra él. No obstante Federico el Sabio lo puso bajo su protección, alojándolo en el Castillo de Wartburg. Durante esos meses Lutero tradujo el Nuevo Testamento al alemán. Lutero, según su propio testimonio, se sentía acosado por el diablo, dado que éste le había traído problemas intestinales. Lutero intercambiaba insultos como “Chúpame el culo”, y diversas flatulencias con el propio diablo. En uno de estos arrebatos Lutero arrojó un bote de tinta negra, que todavía hoy en día puede verse en una de las famosas paredes del castillo. En otra ocasión, siempre según el propio Lutero, se le presentó Satanás disfrazado de monje, realizándole preguntas sobre el Papa. Lutero le dio explicaciones, pero en vistas de que el monje seguía interrogándolo, perdió la paciencia al descubrir que las manos del monje eran garras de ave. Lutero le ordenó que se fuera, y así lo hizo el diablo, no sin antes obsequiarle con una flatulencia. Lutero acusó a León X de ser el Anticristo. Sin embargo, León X hizo lo mismo con él. El Papa fue divulgando la noticia de que el diablo se había disfrazado de comerciante de joyas, habiendo visitado Wittenberg, donde conoció a la madre de Lutero. Sería durante la juventud que el diablo le aconsejó cómo triunfar académicamente a costa de satirizar el Papado. Por lo tanto, Lutero sería hijo del diablo. MEFISTOFELES En 1587 apareció una versión apócrifa sobre la historia de Fausto, basada en la leyenda medieval de Teófilo de Adana, en el siglo VII.
Teófilo fue el archidiácono de Adana, Cilicia, que forma parte de la actual Turquía moderna. Fue elegido por unanimidad para ser obispo, pero tomó la posición inferior por humildad. Otro hombre fue elegido en su lugar. Se cuenta que era un archidiácono (ministro) de Adana, Cilicia, con muchas ganas de ascender en la carrera eclesiástica. Era un hombre bueno, estricto en la observancia religiosa, caritativo con los pobres, cercano a los enfermos y afligidos, elocuente en el púlpito, orante y penitente. A la muerte del obispo, fue llamado a sucederlo por aclamación del pueblo; sin embargo debido a su humildad lo rechazó, así que siguió en su cargo mientras otro llegaba a ese puesto. Lamentablemente comenzó a extenderse un rumor por toda la ciudad, de que había rechazado el puesto para seguir manteniendo los tesoros de la Iglesia a su antojo. El nuevo obispo, sin investigarlo, lo echó de su cargo. Teófilo trato de demostrar su inocencia, pero le fue imposible, cegado por la rabia, el enojo o la frustración... Visito a un viejo mago, que lo llevo a una encrucijada e invocó al diablo, con el que hizo un pacto, en el que, se comprometía a reintegrar su trabajo y buena fama, pero a un precio... debía abandonar a Dios y la Virgen, firmando el contrato con su propia sangre. La versión de 1587 sustituyó a Adana por Fausto e hizo aparecer el nombre de un nuevo demonio, Mefisfófeles. Mefitz, en hebrero, significa destructor; y tofel significa mentiroso. Con todo la versión más conocida de la historia de Fausto es la de Goethe, del 1802. EL PARAISO PERDIDO DE MILTON El paraíso perdido (Paradise Lost en idioma inglés) es un poema narrativo de John Milton (1608-1674), considerado como un clásico de la literatura inglesa, y que ha dado origen a un tópico literario muy difundido en la literatura universal. Sobrepasa los 10.000 versos escritos sin rima. El poema es una epopeya acerca del tema bíblico de la caída de Adán y Eva. Trata, fundamentalmente, del problema del mal y el sufrimiento en el sentido de responder a la pregunta de por qué un Dios bueno y todopoderoso decide permitirlos cuando le sería fácil evitarlos. Milton responde a través de una descripción psicológica de los principales protagonistas del poema: el diablo, Dios, Adán y Eva, cuyas actitudes acaban por revelar el mensaje esperanzador que se esconde tras la pérdida del paraíso original. En el poema, el cielo y el infierno representan estados de ánimo antes que espacios físicos. La obra comienza en el infierno (descrito mediante referencias a la permanente insatisfacción y desesperación de sus habitantes), desde donde Satanás (definido por el sufrimiento) decide vengarse de Dios de forma indirecta, esto es, a través de los seres recién creados que viven en un estado de felicidad permanente. Al principio del poema se expone su asunto: la caída del hombre en el pecado. Tras esto, se narra la historia de Satanás, el más bello de los ángeles, que antes de la creación del mundo encabezó una rebelión de ángeles contra Dios, por lo cual este le expulsa a él y a su séquito del Cielo y los condena a permanecer en un lugar terrible llamado Caos. Allí, Satanás arenga a sus fieles para vengarse de Dios, pero no con la fuerza, sino a través de la astucia y el engaño. Y para ello dispone que se utilice a una futura criatura suya, el hombre.
Satanás se encarga de ir él solo a descubrir el nuevo mundo; Dios lo ve y se lo enseña a su Hijo, al que le explica que el hombre va a ser culpable, por lo cual el Hijo se presenta voluntario para expiar con su muerte el pecado del hombre. Satanás explora el nuevo mundo, que es descrito al lector, y averigua dónde está la morada del hombre, la nueva creación divina. Allí contempla, admirado, la perfección de su forma, y averigua la prohibición que pesa sobre Adán y Eva, primeros seres humanos, de comer el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Dios, atento a lo que sucede en el paraíso, envía al arcángel Rafael para exhortar a Adán y Eva a la obediencia y prevenirles de la trama de Satanás; además, cuenta con detalle de la historia del ángel caído. Satanás ha regresado al paraíso en forma de serpiente, y cuando encuentra a Eva sola, le explica que tiene el don de hablar gracias al fruto de un árbol. Conduce a ese árbol a Eva, que reconoce el árbol del conocimiento del bien y del mal; con argucias y mentiras fomenta dudas en Eva. Tras probar la fruta, se la lleva a Adán para que él también pruebe. Adán, pese a reprochar a Eva su desobediencia, come de la fruta, porque su amor por Eva hace que quiera compartir su suerte. Al conocer Dios la caída en el pecado de desobediencia de sus criaturas, envía al arcángel Miguel para que les comunique su expulsión del paraíso y que Dios acepta las súplicas que ha hecho Adán de posponer su muerte. Antes de la expulsión definitiva, Miguel explica a la pareja el futuro y destino de la humanidad, dominado por el esfuerzo y el sufrimiento a causa de su pecado original, y les muestra el mundo que van a habitar ellos y sus descendientes. Al final acaba con una asamblea de demonios, donde Moloch propone combatir a Dios. Beliar propone dejarlo todo como está. Mammon propone quedarse en el infierno y trabajar para convertirlo en un lugar agradable. Belzebú propone que la mejor manera de vengarse de Dios es atacando al hombre. Será entonces cuando todos voten a favor de esto último y es cuando Satanás viaje a la Tierra para tentar a Adán. Toda la iconografía del Paraíso perdido de Milton es la que ha servido como referencia del cómo entendemos el culto al diablo y su parafernalia, que no sale más que de este poema. BAFOMET Baphomet (también Bafomet, Bafumet, Bafometo, Baffometo) es un supuesto ídolo o deidad cuyo culto se le atribuye a los Caballeros de la Orden del Temple. Su nombre apareció por primera vez cuando los templarios fueron enjuiciados por herejes. Durante el proceso muchos de los caballeros de la orden fueron sometidos a tortura, y confesaron numerosos actos heréticos. Entre ellos se incluyó la adoración a un ídolo de este nombre. Se entiende que aquellos que buscan destacar esta imagen son contrarios al cristianismo. Eliphas Lévi es el nombre adoptado por el mago y escritor ocultista francés Alphonse Louis Constant, en el siglo XIX. No muchos lo saben, pero Eliphas Levi fue el primero en adaptar el pentagrama con las dos puntas hacia arriba como símbolo del Mal. Durante la Edad Media la estrella de dos puntas hacia arriba representaba el invierno (la Estrella Oriental de la Masonería es ésta misma estrella). Tal es el verdadero Pentáculo Pitagórico denominado "pentágonas" de cinco ángulos.
El Pentágono que se hallaba en el centro era una casa; como tal, al tener las dos puntas hacia arriba no está invertido y tampoco tiene nada que ver con las estaciones. La Estrella Oriental sigue utilizando éste símbolo hasta el día de hoy, y no consideran que esté invertido, mucho menos maligno. Levi hizo dos ilustraciones del pentagrama, la primera era la buena, bastante cristianizada, que representaba las cinco extremidades de un hombre dentro de las cinco puntas del pentagrama, los nombres Adán y Eva dentro de la estrella y las letras hebreas correspondientes a Yshua a su alrededor. Lo llamó el hombre microcósmico y representa los cuatro elementos, tierra, aire, fuego y agua representados por los miembros del hombre, su cabeza representando el espíritu Junto al hombre microcósmico, dibujó una estrella con las dos puntas hacia arriba, con la cabeza de una cabra o el Baphomet dentro de ella. Los nombres Samael y Lilith estaban escritos en ella, y alrededor la palabra Leviatán. Al hacer esto, formó, por primera vez, una diferencia entre el bien y el mal simbolizados por el pentagrama. Levi representó la figura del Bafomet con cuerpo humano, cabeza de cabra y alas de pájaro. Esta iconografía inventada por Eliphas levi es la que ha llegado a nuestros días. LA CRUZ INVERTIDA Anton Szandor LaVey (nacido Howard Stanton Levey; Chicago, Illinois, Estados Unidos, 11 de abril de 1930 – San Francisco, California, Estados Unidos, 29 de octubre de 1997). Se hizo especialmente conocido por ser el fundador de la Iglesia de Satán. Fue un escritor y músico, un icono dentro del Satanismo y la cultura popular y se le proclamó también como el Papa negro. Escribió varios libros, entre ellos la Biblia satánica, The Satanic Witch, The Devil's Notebook y fundó el sistema filosófico LaVeyan satanismo, un sistema sintetizado de su comprensión de la naturaleza humana y las ideas de los filósofos que abogaban por el materialismo y el individualismo, por el que no se reivindica ninguna inspiración sobrenatural o teísta. Cuando Anton LaVey funda su Iglesia de Satán retoma el pentagrama en su sentido inverso, con el vértice hacia abajo y representándolo sobre una cabeza de macho cabrío, para su esperpéntica iglesia. La Cruz invertida o Cruz de San Pedro es una cruz latina, invertida en sentido vertical simbolizando la forma en que se supone que murió el apóstol San Pedro en Roma hacia el año 64. Este sería otro de los inventos de Lavey. LA BROMA DE TAXIL La broma de Taxil es vista como la mayor farsa antimasónica, de la historia. Su autor fue el escritor marsellés él Tazil (1854- 1907). que quería vengarse de la masonería, de la que fue expulsado, acusado de plagio, en el año 1882. Léo Taxil había escrito y publicado distintos libros, de gran contenido anticatólicos, donde se solía describir a la jerarquía católica, como si fuera sádica y hedonista. Entró en la masonería, en el año 1881, pero su paso fue bastante efímero, ya que a los diez meses de su ingreso, fue acusado de plagio y, por esta razón, fue expulsado. Tras la publicación de la Humanus genus, por parte del papa León XIII, Taxil vio cómo disponer de una gran oportunidad para poder llevar a cabo una acción que pudiera
ridiculizar a la Iglesia Católica y de paso vengarse de la masonería, por haber dado el paso de expulsarlo. En 1885, fingió que se había convertido al catolicismo y anunció su intentó de poder reparar el daño que le causó a su verdadera ge. Después, se inventó una orden masónica satánica, con el nombre Palladium, cuya labor más importante, es la de dominar el mundo. El supuesto objetivo del escritor era llegar a denunciar dicha orden, haciendo publico sus secretos y las acciones, que llevaban a cabo dicha sociedad. Siguió acusando a la masonería de llegar a incentivar, entre sus seguidores, el vicio o, incluso, el asesinato y de ser una secta satánica, cuyo culto giraba alrededor de Bafomet. Todo era mentira. El 19 de abril de 1897, Leo Taxil acabó con su «broma» en una conferencia de prensa organizada en la Sociedad de Geografía (la llamada «Conferencia de Leo Taxil»), en la cual confesó que sus revelaciones sobre los masones eran ficticias y agradeció al clero por su contribución en el éxito de la farsa al darle propaganda y fondos a sus publicaciones. Eso provocó un escándalo que obligó a la policía a intervenir para proteger al autor. LAS 3 DE LA NOCHE Y condujeron a Jesús a un lugar llamado Gólgota, que significa: «lugar del Cráneo». Le ofrecieron vino mezclado con mirra, pero él no lo tomó. Después lo crucificaron. Los soldados se repartieron sus vestiduras, sorteándolas para ver qué le tocaba a cada uno. Ya mediaba la mañana cuando lo crucificaron. La inscripción que indicaba la causa de su condena decía: «El rey de los judíos». Al mediodía, se oscureció toda la tierra hasta las tres de la tarde; y a esa hora, Jesús exclamó en alta voz: «Eloi, Eloi, lamá sabactani», que significa: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». Algunos de los que se encontraban allí, al oírlo, dijeron: «Está llamando a Elías». Uno corrió a mojar una esponja en vinagre y, poniéndola en la punta de una caña le dio de beber, diciendo: «Vamos a ver si Elías viene a bajarlo». Entonces Jesús, dando un grito, expiró. Este pasaje harto conocido indica que Jesús murió hacia las tres de la tarde. Y dado que el demonio es la antítesis de Jesús, su aparición siempre ocurre a las tres de la noche. Este detalle ha sido aprovechado en la mayoría de películas que tocan temas demoníacos. LA MENTIRA DE LAS POSESIONES Y EL DEMONIO CONTINUA EN EL SIGLO XXI “Los fenómenos de posesión diabólica y trance la creencia delirante o no que tiene un sujeto (y en ocasiones otros) de que sus síntomas experiencias y conducta se encuentran controladas por fuerzas sobrenaturales y diabólicas no son raros y están arraigados en varias zonas del mundo civilizado como Haití y Brasil” según aseguró el psiquiatra y profesor de la Universidad de Cádiz Leonardo Casais con motivo de una conferencia sobre los síndromes paranoides raros dentro del XVI Congreso de Actualización en Psiquiatría celebrado en Vitoria. El psiquiatra apuntó además a un fenómeno que se viene observando desde la década de los años setenta del siglo pasado como es el renacimiento pujante del satanismo. En este sentido se refirió a que “tampoco eran raras las posesiones y exorcismos en la Europa de hace 500
años, pero cuando la ciencia y la razón fueron capaces de separar endemoniados y enfermos asistimos a nuevas formas de este fenómeno a través del satanismo”. Según Casais este resurgimiento “nos devuelve a épocas de pensamiento mágico y primitivo”. Además, puso de relieve la abundancia de material existente en la sociedad actual como “caldo de cultivo de que se pueden nutrir estos tipos de delirios”. Para el profesor Casais entendemos como raros los trastornos paranoides poco comunes, atípicos y exóticos de los que muchos psiquiatras quizás no hayan visto ninguno en toda su vida profesionl. Asimismo puso de relieve que “aunque sean menos importantes pueden tener el atractivo de ser más espectaculares e interesantes que la patología cotidiana”. Algunos de los síndromes paranoides raros son raros en Occidente y comunes en el resto del mundo. De este modo la literatura científica describe “hasta 24 trastornos arraigados en Asia África o Latinoamérica”. El experto apuntó varios de ellos como el “síndrome de Capgras” del que dijo que es “un cuadro florido y poco frecuente en el que el paciente cree que una persona alguien habitualmente muy cercano a él ha sido sustituido por un doble exacto”. También aludió al “síndrome de Clérambault” en el que el paciente generalmente una mujer desarrolla repentinamente la creencia delirante de que un hombre con el que ella puede que tenga escaso contacto o ninguno está enamorado de ella. Por su parte el “síndrome de Otelo” “es una enfermedad en la que el síntoma central y dominante es el delirio de que la esposa le es infiel”. De este apuntó que “es menos raro sobre todo en alcohólicos crónicos”. El “síndrome de Cotard” (delirio de negación) consiste en un cuadro raro “en el que el rasgo central es un delirio nihilista que cuando es completo lleva al paciente a negar su propia existencia y la del mundo externo”. Por otro lado, el término ´Folie à deux´, incluye varios síndromes en los que los síntomas psíquicos en especial las ideas paranoides se transmiten de una persona a otra con quien el inductor mantiene una estrecha relación de forman que llegan compartir la idea delirante. Por último Casais se refirió al “síndrome de Ekbom” (parasitosis delirante) como una enfermedad en la que el paciente tiene el delirio de estar infestado. “Cree con absoluta certeza que insectos piojos gusanos etc. viven o crecen de alguna forma en su piel y a veces en su cuerpo”. Es decir, todas las llamadas supuestas posesiones demoníacas se pueden explicar a la luz de la Ciencia. Una manera de desmontar una supuesta posesión es preguntarle al endemoniado (casi siempre son endemoniadas, pues el machismo suele imperar en según qué condiciones) si es creyente. En el 100% de los casos resulta ser que sí, pues no hay ateos endemoniados, lo cual viene a evidenciar de dónde procede el fenómeno.