120 likes | 281 Views
Peregrinos en el Paso de Los Pirineos. Por la Ruta de Roldán el más noble Par de Francia, sobrino de Carlomagno y soldado de crianza, los Peregrinos caminan, los Peregrinos avanzan con insólita osadía, con inmensa confianza, con espíritu indomable y tenacidad a ultranza.
E N D
Peregrinos en el Paso de Los Pirineos Por la Ruta de Roldán el más noble Par de Francia, sobrino de Carlomagno y soldado de crianza, los Peregrinos caminan, los Peregrinos avanzan con insólita osadía, con inmensa confianza, con espíritu indomable y tenacidad a ultranza.
Al alba, con decisión, comienzan, ya, su proeza, atravesando Sant Jean envueltos en densa niebla, franqueando su Portón sin mirar atrás siquiera. Son ejemplo de valor, de coraje y entereza, soberanos ejemplares de una extinta realeza, Antecessors extraviados, homínidos sin certeza.
………………………. ……………………….. Llevan seis horas subiendo y ya sus fuerzas flaquean; su marcha se hace más lenta, sus cuerpos se tambalean. Ante el peligro inminente de la “pájara” que acecha, se socorren mutuamente con galletas de jalea, y con Pacharán Navarro sus gargantas secas riegan.
A punto de sucumbir cosidos de cefalea, con el ánimo exprimido y los músculos de cera, surge ante ellos una luz: Es el Apóstol quien llega para infundirles valor en su sobrehumana brega. Y les ofrece palabras, y con agua les consuela, y con sus manos les toca para redoblar sus fuerzas.
Han llegado a lo más alto y en lo más alto se sientan, engullendo con fruición las viandas de su cesta, descansando sus corpachos con una ligera siesta, dando Gracias a Santiago por salvaguardar su Gesta. Con la mente recompuesta y energía renovada, se disponen al descenso por pendientes prolongadas, atravesando los bosques, escenario de emboscadas, donde miles de soldados sucumbieron a pedradas.
Pero ellos son Peregrinos, más que cien Pares de Francia, más que osados Caballeros que combatían con lanzas, más que el insigne Roldán que allí perdió hasta su espada, y más que Napoleón que hasta cañones llevaba.
Son excelsos caminantes que no se rinden por nada, feroces aventureros por los senderos de España, héroes de condición en setecientas andanzas. Por eso, con valentía, entre los pinos avanzan, sorteando los peligros que tras las rocas, aguardan, un descuido pasajero o una falta de templanza.
Con la caída del sol la meta por fin alcanzan. Frente a ellos, cual gigante, Roncesvalles se levanta ofreciéndoles cobijo a sus cuerpos y a sus almas. Han vencido con honor, consumando la venganza en nombre de quien dejó allí perdida su Espada. Y ahora, el Apóstol les premia por su leal Embajada, dándoles la fortaleza que tanto necesitaban.
Así, han tomado el testigo del que otrora allí mandaba, y han de velar por la Paz en veredas y cañadas, en ríos, montes y valles, en tierras abandonadas, como en tiempos fue misión de Carlos y sus Mesnadas.
El Camino es su Destino, el Camino es, ya, su Meta, el Camino es la razón que colma su vida incierta. Y por él han de luchar, y en él han de abrir las Puertas por las que,ahora, los Creyentes cumplan con Fe sus Promesas y lleguen ante el Apóstol, para abrazar su Nobleza.
Por entrega, fe y valor son, sin duda, los Profetas que en el siglo veintiuno dominan toda la Tierra. Santiago los ha elegido otorgándoles fiereza, humildad, temple, valor, terquedad, fe y entereza. Venid Cristianos del Mundo, alcanzad presto la Aldea que hoy es la gran Capital de la Finisterre entera. Y seguid el buen ejemplo de los hombres que aquí llegan.
Hoy los Peregrinos son su Estandarte y su Bandera; siempre alabando al Apóstol, siempre ofreciéndole Entrega sin ninguna condición, dándole su vida entera, los diezmos de su valor y la sangre de sus venas.