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VIRGEN BLANCA DE TOLEDO. Alberto Jiménez Bonilla Amanda Muñoz Dinaldo. Análisis de la obra:.
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VIRGEN BLANCA DE TOLEDO Alberto Jiménez Bonilla Amanda Muñoz Dinaldo
Análisis de la obra: • La Virgen Blanca de Toledo se trata de una escultura exenta o de bulto redondo, realizada en alabastro policromado perteneciente al estilo gótico ( siglo XIII-XV ), situándose ya al final del mismo. Esta escultura se basa en un tema religioso, y muestra influencia francesa. Su autor es anónimo y se encuentra en el coro de la Catedral de Toledo.
Descripción de la obra: • El tema que representa esta figura es el culto a la virgen como intercesora y madre de la humanidad, interpretando a la humanidad en la figura de su hijo Jesucristo; cobrando más relevancia durante la edad media. • La figura de la virgen predomina en las catedrales y la pintura gótica desplazando la temática apocalíptica del arte románico anterior por el de la salvación representado en la virgen. • El manto blanco de la virgen indica pureza, que se puede asociar al concepto de virginidad.
La escultura es de tamaño menor que el natural (153 cm), destaca por mostrar una tierna y alegre imagen de maternidad. Podemos apreciar una sonrisa característica del arte gótico, además presenta un ligero contraposto con el peso del cuerpo sobre una pierna, que rompe el hieratismo de épocas anteriores. Mientras, el niño acaricia la barbilla de su madre y se miran mutuamente poniendo fin a la frontalidad característica de la escultura románica. • Se busca la representación de la belleza ideal y la proporcionalidad tanto de la virgen como de su hijo.
Esta escultura es de estilo gótico, origen francés, la cuál fue realizada en el siglo XIV y desde entonces se encuentra situada en el interior del coro de la Catedral de Toledo. • Se identifica como una escultura del gótico, ya que posee una temática religiosa, el naturalismo está patente en ella, además de ser de bulto redondo, la profundidad, el detallismo de la obra así como los materiales empleados en ella. • La escultura analizada refleja la nueva sensibilidad religiosa así como los nuevos cambios estéticos producidos a lo largo de la edad media, sin olvidar el gran avance del naturalismo que culminará en el estilo renacentista.
La Virgen Blanca de Toledo en comparación con otras vírgenes de estilo románico como es La Virgen de Cortscastell muestra grandes diferencias debido al avance de un estilo a otro.
La Virgen de Cortscastell perteneciente al arte románico, en concreto del siglo XII, donde es más importante el símbolo interno que cualquier tipo de expresividad y belleza exterior. • Esta escultura destaca por su frontalismo total y realizada en madera. Además representa la virgen como trono de Dios, hierática, inexpresiva, alejada de cualquier naturalismo y ajena a los sentimientos humanos. El niño aparece como un ser adulto con los ojos cerrados y el rostro envejecido, símbolo de sabiduría o eternidad. • Todas estas características nos llevan a la religiosidad del siglo XII así como la representación de la virgen como la persona mas cercana a los hombres de aquellos siglos. Estas características nada tienen que ver con las de la Virgen Blanca de Toledo, ya que la transición del arte románico al gótico presentó un gran avance tanto en la escultura como en la arquitectura.