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APOCALIPSIS. Los paréntesis de los sellos. Apocalipsis 7. LOS 144.000 (1ª PARTE). Apocalipsis 7: 1-8.
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APOCALIPSIS Los paréntesis de los sellos Apocalipsis 7
LOS 144.000 (1ª PARTE) Apocalipsis 7: 1-8
“Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel. De la tribu de Judá, doce mil sellados. De la tribu de Rubén, doce mil sellados. De la tribu de Gad, doce mil sellados. De la tribu de Aser, doce mil sellados. De la tribu de Neftalí, doce mil sellados. De la tribu de Manasés, doce mil sellados. De la tribu de Simeón, doce mil sellados. De la tribu de Leví, doce mil sellados. De la tribu de Isacar, doce mil sellados. De la tribu de Zabulón, doce mil sellados. De la tribu de José, doce mil sellados. De la tribu de Benjamín, doce mil sellados”. Apocalipsis 7: 1-8
Los cuatro vientos de la tierra “Daniel dijo: Miraba yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo combatían en el gran mar.” (Daniel, 7: 2) Mar = Multitudes(Apocalipsis, 17: 15) Vientos= Guerras(Daniel, 7) Soltar los cuatro vientos implica que se le da a Satanás mayor libertad para desatar conflictos en la tierra. Apocalipsis 7: 1
El sello del Dios vivo = SELLO SEÑAL “Al hombre vestido de lino que llevaba en la cintura un estuche de escriba, el Señor lo llamó y le dijo: "Recorre la ciudad de Jerusalén, y coloca una señal en la frente de quienes giman y hagan lamentación por todos los actos detestables que se cometen en la ciudad. " Pero oí que a los otros les dijo: "Síganlo. Recorran la ciudad y maten sin piedad ni compasión".” (Ezequiel, 9: 3-5 NVI) Apocalipsis 7: 2-3
Este sello no es el sello del Espíritu Santo que recibe cada creyente en su conversión. “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa” (Efesios, 1: 13)
Es la señal que distinguía al pueblo de Israel de los demás pueblos, y distingue a estos 144.000 “israelitas” del resto de creyentes. “Guardarán, pues, el sábado los hijos de Israel, celebrándolo a lo largo de sus generaciones como un pacto perpetuo. Para siempre será una señal entre mí y los hijos de Israel, porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y descansó” (Éxodo, 31: 16-17)
“El día de reposo del cuarto mandamiento es el sello del Dios vivo” (Elena G. de White, “El conflicto de los siglos”, pg. 698) “¿Cuál es el sello del Dios vivo que se pone en la frente de sus hijos? Es una marca que pueden ver los ángeles y no los ojos humanos, puesto que el ángel destructor debe percibir esa señal de redención. La mente inteligente ha visto la señal de la cruz del Calvario sobre los hijos e hijas que ha adoptado el Señor. El pecado de la transgresión de la ley de Dios es borrado. Están ataviados con el vestido de bodas y son obedientes y fieles a todos los mandamientos de Dios” (Elena G. de White, “¡Maranata!”, pg. 242)
144.000 ¿Número literal o simbólico? Si es un número literal, debemos aceptar lo siguiente (véase Ap. 14: 1-5): Apocalipsis 7: 4-8
4 + 3 = 7 Unión de lo divino y lo humano: Jesucristo. 4 x 3 = 12 La acción de Dios sobre el hombre: Israel / la Iglesia. 12 x 12 = 144 Todo el pueblo de Dios en todas las épocas. 1.000 Muchos. Deuteronomio, 32: 30;1ª de Samuel, 18: 7; Salmo 91: 7;Isaías, 60: 22; Miqueas, 6: 7;1ª de Corintios, 14: 19; Apocalipsis, 20: 2 El nombre que se le da a esta compañía (144.000) implica que ellos completan el número de los siervos de Dios (Ap. 6: 11) y el sello de Dios los capacita para permanecer en pie en la Venida de Jesús (Ap. 6: 17)
LA GRAN MULTITUD Apocalipsis 7: 9-17
“Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero. Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios, diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén. Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.” Apocalipsis 7: 9-17
Reciben el cuidado especial de Jesús • Están delante del trono y le sirven de día y de noche • Han emblanquecido sus ropas en la sangre de Jesús • Han salido de la gran tribulación • Los ángeles dan séptuple alabanza Apocalipsis 7: 9-10 Apocalipsis 7: 11-17
La gran multitud y los 144.000 “Habiendo sido trasladados de la tierra, de entre los vivos, son contados por ‘primicias para Dios y para el Cordero’. ‘Estos son los que han venido de la gran tribulación’, han pasado por el tiempo de angustia cual nunca ha sido desde que ha habido nación; han sentido la angustia del tiempo de la aflicción de Jacob; han estado sin intercesor durante el derramamiento final de los juicios de Dios. Pero han sido librados, pues ‘han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero’. ‘En sus bocas no ha sido hallado engaño; están sin mancha’ delante de Dios. ‘Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono tenderá su tabernáculo sobre ellos’. Han visto la tierra asolada con hambre y pestilencia, al sol que tenía el poder de quemar a los hombres con un intenso calor, y ellos mismos han soportado padecimientos, hambre y sed. Pero ‘no tendrán más hambre, ni sed, y el sol no caerá sobre ellos, ni calor alguno. Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de agua viva; y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos’” Elena G. de White (“El conflicto de los siglos, pg. 707)
La gran multitud y los 144.000 Con el juicio por la casa de Dios ya terminado, se muestra ante Juan a todos los redimidos. Entre ellos están los últimos sellados, un grupo conocido como “los 144.000”. Todos recibiremos la recompensa al mismo tiempo. Hebreos, 11: 39-40
Y ASÍ ESTAREMOS SIEMPRE CON EL SEÑOR 1ª de Tesalonicenses, 4: 15-17