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Lección 21: ¡Auxilio! Estoy en problemas Santiago 5.13-18. «Confesaos vuestras ofensas unos a otros y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho». —Santiago 5.16. Propósito.
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Lección 21:¡Auxilio! Estoy en problemasSantiago 5.13-18 «Confesaos vuestras ofensas unos a otros y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho». —Santiago 5.16
Propósito El propósito de esta lección es comunicar la buena noticia de que Dios está con su pueblo aún en medio de la crisis. La fe nos da herramientas y estrategias para analizar, enfrentar y superar los problemas que podamos tener en la vida. Además, nos da una comunidad de fe que nos ayuda en la hora dura, orando por nosotros y acompañándonos con amor.
Bosquejo de la lección I. Exhortación a la oración (Santiago 5.13-16). II. Ilustración tomada del Antiguo Testamento (vv. 17-18).
Vocabulario bíblico «SANTIAGO»: Este nombre es una de las dos posibles traducciones del vocablo griego «Iacobos». La otra es «Jacobo». En el Nuevo Testamento encontramos, por lo menos, tres «Iacobos». Dos son discípulos de Jesús: el primero es hijo de Zebedeo y hermano de Juan, mientras que el segundo es hijo de Alfeo y hermano de Judas. El tercer «Iacobos» es el hermano de Jesús (véase Gl 1.19), aunque algunas personas piensan que era su primo. Apodado «el Justo», tras una revelación especial (véase 1 Co 15.7) se convirtió́ en un líder de la iglesia en Jerusalén. El Nuevo Testamento lo menciona, además, en Hechos 15.13 y 21.18, y Gálatas 2.9 y 2.12. Se cree que este último es el autor de la Epístola General de Santiago
Santiago 5.13-15 RVR VP 13 Si alguno de ustedes está afligido, que ore. Si alguno está contento, que cante alabanzas. 14 Si alguno está enfermo, que llame a los ancianos de la iglesia, para que oren por él y en el nombre del Señor lo unjan con aceite. 15 Y cuando oren con fe, el enfermo sanará, y el Señor lo levantará; y si ha cometido pecados, le serán perdonados. 13 ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. 14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia para que oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor. 15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si ha cometido pecados, le serán perdonados.
Santiago 5.16-18 RVR VP 16 Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros para ser sanados. La oración fervorosa del justo tiene mucho poder. 17 El profeta Elías era un hombre como nosotros, y cuando oró con fervor pidiendo que no lloviera, dejó de llover sobre la tierra durante tres años y medio.18 Después, cuando oró otra vez, volvió́ a llover, y la tierra dio su cosecha. 16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. 17 Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviera, y no llovió́ sobre la tierra durante tres años y seis meses.18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.
Resumen - 1 • La oración, como disciplina de fe, es un elemento crucial para el crecimiento espiritual de todo creyente. • La oración es un elemento crucial en tiempos de crisis, cuando necesitamos el consuelo que solo Cristo puede darnos. • Santiago recomienda que los lideres de mayor desarrollo espiritual de la iglesia visiten a las personas enfermas para orar por ellas. • Santiago nos exhorta a confesar nuestros pecados —tanto por comisión como por omisión— contra Dios y contra los demás. Lo que es más, nos exhorta confesarnos mutuamente nuestros pecados, es decir, a confesarnos los unos a los otros nuestra maldad.
Resumen - 2 • Santiago invita a todas las personas que tienen fe en Jesucristo a cultivar una vida de oración profunda que le permita crecer y desarrollarse en la fe. • El poder es de Dios, no de la oración.
Oración Buen Dios y Padre Celestial, gracias te damos por el don de la oración. Gracias porque podemos orar a ti en tiempos de necesidad. Gracias porque podemos confesar nuestros pecados por medio de la oración. Y gracias te damos por las personas que oran por nosotros cuando nos sentimos enfermos. Gracias, Señor, en el nombre de Jesús. Amén.