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GUÍA DE ESTUDIO DE LA BIBLIA - 1 er Trimestre , 2009 EL DON PROFÉTICO EN LAS ESCRITURAS Y EN LA HISTORIA ADVENTISTA. EL DON PROFÉTICO Y LA IGLESIA REMANENTE. Lección # 4 para el 24 de enero de 2009. PARA MEMORIZAR:
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GUÍA DE ESTUDIO DE LA BIBLIA - 1erTrimestre, 2009 EL DON PROFÉTICO EN LAS ESCRITURAS Y EN LA HISTORIA ADVENTISTA EL DON PROFÉTICO Y LA IGLESIA REMANENTE Lección # 4 para el 24 de enero de 2009
PARA MEMORIZAR: “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apoc. 12:17).
El tema del remanente aparece por primera vez con Noé y su familia (Gén. 7:23), y reaparece en la historia de Israel. El apóstol Pablo se refiere a un remanente (Rom. 11:5) que estaba constituido entonces por judíos que habían aceptado a Jesús y quienes más tarde constituyeron el núcleo de la iglesia cristiana. En el libro del Apocalipsis aparece un remanente en las iglesias de Tiatira (Apoc. 2:24) y de Sardis (Apoc. 3:4), y también en el capítulo 12, y este será nuestro tema de estudio hoy. El remanente fiel de Dios no siempre fue visible; es decir, desde los primeros días hasta los últimos días, Dios tiene sus fieles en diferentes religiones, que es la razón del llamado: “Salid de ella [Babilonia], pueblo mío” (Apoc. 18:4). No obstante, hay una descripción específica del remanente de Dios en los últimos días. INTRODUCCIÓN:
PARTE I.- EL BIEN CONTRA EL MAL: Acto 1ro “Una gran señal apareció en el cielo. Una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Estaba encinta y clamaba con dolores, porque estaba por dar a luz. Entonces apareció otra señal en el cielo. Un gran dragón rojo, que tenia siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas. Su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró ante la mujer que estaba por dar a luz, a fin de devorar a su Hijo en cuanto naciera. Y ella dio a luz un Hijo varón, que había de regir a to- das las naciones con vara de hierro. y su Hijo fue arrebatado para Dios y para su trono. Y la mujer huyó al desierto, a un lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten durante 1,260 días” (Apoc. 12:1-6).
Apocalipsis 12 presenta el gran conflicto entre Cristo y Satanás en forma de símbolos, y describe su progreso desde el tiempo de Cristo hasta el tiempo del fin. En el versículo 1, Juan ve un espectáculo deslumbrante: una mujer embarazada, “vestida de sol , con la luna debajo de sus pies” y con una corona de 12 estrellas. Él llama a esa aparición “una gran señal”, indicando que La mujer es más que una mera mujer. Ella es un símbolo de la iglesia, es decir, del pueblo fiel de Dios (ver Isa. 54:5, 6; 2 Cor. 11:2). La aparición deslumbrante de la mujer la vincula con Jesús, el Sol de Justicia (Mat. 4:2; Apoc. 1:16).
Dios cuida de la mujer que huye al desierto por 1,260 días (Dan. 7:25; Apoc. 12:14; 13:5) Hasta el siglo XIX, la mayoría de los estudiantes de la Profecía usaba el principio de un día por año, y así com-prendían que los 1260 días se refe-rían al tiempo de persecución de la iglesia durante la edad Media, un periodo de 1,260 años.
Y lo hacían con buenas razones: 1roToda la sección está llena de símbolos que no son tomados lite- ralmente; así que, ¿por qué el ele- mento de tiempo habría de ser to- mado en forma literal? 2doLas diversas frases de tiempo usadas en Daniel y Apocalipsis: “tiempo y tiempos y medio tiempo”(Dan. 7:25; 12:7; Apoc. 12:14), “cuarenta y dos meses” (Apoc. 11:2; 13:5) y “mil doscientos sesenta días” (Apoc. 11:3; 12:6) no son la forma natural de expresar tres años y medio literales (ver Luc.4:25; Sant. 5:17).
Por estas razones y otras, los Adventistas del Séptimo Día (en contraste con la mayoría de los otros cristianos hoy) interpretan los 1,260 días como 1,260 años, y los ven como una referencia al período de la supremacía papal desde el siglo VI hasta fines del siglo XVIII.
Apocalipsis 12:7-12 es un interludio en la historia; se concentra en la caída de Satanás en el cielo y su exilio a la tierra. Por esto, se nos da una vislumbre del origen de la gran controversia que comenzó en otra parte del universo. Los movimientos entre el cielo y la tierra deberían decirnos cuán estrechamente ligados están los eventos en uno que impactan en la otra. Realmente, ¡estamos en medio de una batalla cósmica! PARTE II. EL BIEN CONTRA EL MAL: Acto 2
“Cuando el dragón vio que él había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al Hijo varón. Pero a la mujer le fueron dadas dos alas de una gran águila, para que volara de la presencia de la serpiente, al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, tiempos y medio tiempo. Entonces la serpiente echó de su boca tras la mujer, agua como un rio, para que fuese arrastrada por el rio. Pero la tierra ayudó a la mujer. La tierra abrió su boca y sorbió el rio que el dragón había arrojado de su boca. Entonces el dragón se airó contra la mujer, y fue a combatir al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús” (Apoc. 12:13-17).
En Apocalipsis 12:16 se describe la tierra como ayudando a la iglesia perseguida. En 1620 los primeros peregrinos, al huir de las persecu-ciones religiosas de Europa, llegaron a Norteamérica. Aquí encontra-ron un lugar seguro donde los ejércitos perseguidores de los poderes europeos no podían alcanzarlos. De este modo, simbólica-mente, el Nuevo Mundo tragó a los ejércitos perseguidores.
Apocalipsis 12:17 se está refiriendo al tiempo después del período de 1,260 días (que terminó al final del siglo XVIII). Satanás, al ver que era incapaz de eliminar al pueblo fiel de Dios, se enoja con un grupo especifico llamado “el resto de la descendencia de ella”.
Pero, ¿cómo identificar al “pueblo remanente” de Dios? “Entonces el dragón se airó contra la mujer, y fue a combatir al resto de sus Hijos, los que guardan los mandamientos de Diosy tienen el testimonio de Jesu-cristo” (Apoc. 12:17). “No penséis que he venido para abolir la Ley o los Profetas. No he venido a invalidar, sino a cumplir. Os aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra, ni un punto de la Ley perecerá, sin que todo se cumpla” (Mat. 5:17-20). “Orad que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado” (Mat. 24:20) . Entonces, ¿anulamos la Ley por la fe? ¡De ninguna manera! Al contrario, confirma-mos la Ley” (Rom. 3:31).
¿Cuánto más sencillo podría haberlo hecho Dios? Este rema-nente del tiempo del fin se dis-tinguirá, en primer lugar, por el hecho de que guarda los diez mandamientos de Dios, todos ellos, lo que por supuesto inclu-ye el sábado del séptimo día, el día que Dios santificó y bendijo.
BIENESTAR FAMILIAR INTERNACIONAL PREGUNTAS Y RESPUESTAS • ¿Qué texto bíblico identifica al remanente de la iglesia de Dios? • R. APOCALIPSIS 12:17 2. ¿Qué dos características tiene la iglesia remanente? R. • GUARDAN LOS MANDAMIENTOS DE DIOS y • TIENEN EL TESTIMONIO DE JESUCRISTO 3. ¿Qué profecía bíblica identifica la lucha entre el dragón y la iglesia? R. APOCALIPSIS 12:1-6 4. ¿Durante cuánto tiempo Dios cuidó de su iglesia en el desierto? R. DURANTE 1,260 AÑOS
PARTE III.- EL TESTIMONIO DE JESUS La segunda marca para identificar a la iglesia remanente es “el testimonio de Jesucristo” (gr.,marturia Iesou). Esta expresión aparece seis veces en el libro del Apocalipsis (Apoc. 1:2, 9; 19:10; 20:4). “Él testifica de todo lo que vio; a saber, de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo (Apoc. 1:2). “Yo me postré a sus pies para ado- rarlo. Y él me dijo: “No hagas eso. Yo soy siervo como tú y como tus her-manos que se atienen al testimonio de Jesús. ¡Adora a Dios! Porque el testimonio de Jesús es el espíritu de profecía” (Apoc. 19:10). “Y vi las almas de los decapitados por el testimonio de Jesús y por la palabra de Dios” (Apoc. 20:4).
“…. El testimonio de Jesucristo” …. ¿Qué significa? Hay 2 explicaciones gramaticales con respecto a su significado: • El testimonio que • da una persona de • Cristo. • La autorrevelación • de Jesús, su propio • testimonio. • “Un estudio de la palabra testimonio en los escritos de Juan indica que cada vez • que aparece en la misma construcción gramatical como está en el Apocalipsis , • siempre se refiere al testimonio de Jesús mismo (Juan 1:19; 3:11; 32, 33, 5:31). • En contraste, en los escritos de Juan, la idea de testificar acerca de alguien se • expresa siempre en forma consistente por una construcción gramatical diferente”.
En el libro del Apocalipsis, por lo tanto, la expresión “testimonio de Jesús” o “de Jesucristo” también debería entenderse como el testimonio de Jesús acerca de sí mismo y no el testimonio del remanente acerca de él. De este modo, la Palabra de Dios” es sencillamente lo que Jesús dice; es el testimonio que Jesús da acerca de sí mismo.
“Yo, Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la pa- ciencia de Jesús, estaba en la isla de Pat- mos, por causa de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesús” (Apoc. 1:9). Nuevamente, vemos claramente el paralelismo entre “la Palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo”. De este modo, de acuerdo con el principio de “inter-pretar la Escritura con la Escritura”, cada texto en el libro de Apocalipsis donde aparece la frase “el testimonio de Jesús” siempre se refiere al testimonio que Jesús da de sí mismo.
PART IV.- EL ESPIRITU DE PROFECIA, TESTIMONIO DE JESUCRISTO. “…. Porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía” (Apoc. 19:10). “A cada uno le es dada manifestación del Espíritu para el bien común. A uno es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro fe por el mismo Espíritu; a otro don de sanidad por el mismo Espíritu; a otro, operación de milagros; a otro profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; y a otro inter- prestación de lenguas. Pero todas es- tas cosas, las efectúa uno y el mismo Espíritu, y reparte a cada uno en par- ticular como él quiere”. “Así los puso Dios en la iglesia, primero apóstoles, segundo profetas, tercero maestros, después operadores de milagros, después dones de sanidad, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas” (1 Cor. 12:2- 11, 28).
Pablo se refiere aquí al Espíritu Santo como el que da el don de profecía entre otros varios dones, y a la persona que recibe este don se le llama profeta. Así, tanto en los escritos de Pablo como en los de Juan, quienes tienen este don se les llama profetas. Si el principio de interpre-tar las Escrituras con la Escrituras significa algo, esta com-paración debe conducirnos a la conclusión de que “el espíritu de profecía” en Apocalipsis 19:10, es el don pro-fético que no se da a los feligreses en general, sino solo a los que han sido llamados por Dios para ser profetas.
Esta no es una interpretación exclusivamente adventista. El erudito Luterano Hemann Strathmann dice acerca de “los hermanos que tienen el testimonio de Jesús” en Apocalipsis 19:10: “De acuerdo con el paralelo de 22:9, los hermanos a los que se refiere aquí no son los creyentes en general, sino los profetas. Si tienen la marturia Iesou [el testimonio de Jesús] tienen el espíritu de profecía, es decir, son profetas”. (Theológical Dictionary of the New Testament, t. p, 501)
PARTE V.- LA IGLESIA REMANENTE VISIBLE • Por nuestro estudio hecho hasta ahora, entendemos que en Apocalipsis 12:17 “el resto de la descendencia de ella” se refiere a la iglesia remanente visible, que puede ser reconocida por dos características específicas: • “Guardan los mandamientos • de Dios” como Dios los dio • en el monte Sinaí, sin altera- • ciones, es decir, incluyendo • el día sábado como reposo. • 2. “Tienen el testimonio de Je- • sucristo”, que es “el espíritu • de profecía” o el don profe- • tico.
El movimiento adventista guardador del sábado, aun desde antes de su organización en 1863, siempre ha reclamado estas señales de identificación para sí mismo. Como adventistas proclamamos los Diez Mandamientos, incluyendo el del sábado; y creemos que, como iglesia, tenemos el testimonio de Jesús; es decir, que Dios se manifestó a si mismo en la vida y la obra de Elena G. de White.
De este modo, la Iglesia Adventista del 7mo Día no es una iglesia más entre muchas otras, sino que es una iglesia prevista profética-mente. Dios ha llamado a la existencia a esta iglesia para un propósito muy específico: proclamar el mensaje de los tres ángeles, el ultimo mensaje de la misericordia de Dios a un mundo perdido en sus pecados y a punto de perecer en su maldad.
“El Mensaje de los Tres Ángeles” El 1er Ángel anuncia el juicio: “Entonces vi a otro ángel que volaba por el cielo, con el evan- gelio eterno para predicarlo a los que habitan en la tierra, a toda nación y tribu, lengua y pueblo. Decía a gran voz: ¡Reverenciad a Dios y dadle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio! Y adorad al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” (Apoc. 14:6, 7).
El 2do Ángel anuncia la caída de Babilonia. “El segundo ángel lo siguió, diciendo: ¡Ha caído, ha caído la gran Babilonia!, la que ha dado de beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación” (Apoc. 14:8).
El 3er Ángel anuncia la destrucción de la bestia. “Y el tercer ángel los siguió diciendo a gran voz: “si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe su marca en su frente o en su mano, este también beberá del vino de la ira de Dios, vaciado puro en la copa de su ira. Y será atormentado con fuego y azufre ante los santos ángeles y ante el Cordero. Y el humo de su tormento sube para siempre jamás. Y los que adoran a la bestia y a su imagen, y los que reciben la marca de su nombre, no tienen reposo ni de día ni de noche” (Apoc. 14:9-11).
BIENESTAR FAMILIAR INTERNACIONAL PREGUNTAS Y RESPUESTAS 5. ¿De qué dos cosas testifica Juan en el Apocalipsis? R. DE LA PALABRA DE DIOS Y DEL TESTIMONIO DE JESUCRISTO 6. ¿Qué es según el Apocalipsis, el testimonio de Jesucristo? R. EL ESPÍRITU DE PROFECÍA 7. ¿En quién se ha manifestado el Espíritu de Profecía en la iglesia remanente? R. EN LA PERSONA DE ELENA G. DE WHITE 8. ¿Qué regla bíblica usamos para probar a un profeta? R. ¡A LA LEY Y AL TESTIMONIO!
RESUMEN: Hoy hemos aprendido que “uno de los dones del Espíritu es el de profecía. Este don constituye un rasgo que identifica a la iglesia remanente y se ma- nifestó en el ministerio de Elena G. de White. Por haber sido la mensajera del Señor, sus escritos proveen consuelo, conducción, instrucción y corrección. Además hacen claro el hecho de que la Biblia es la regla con la cual se debe probar toda enseñanza y experiencia” (CASD, p. 246).
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