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PASCUA EN MÉXICO De España la Pascua Joven fue llevada a diferentes países latinoamericanos por los salesianos, de esa forma en 1979 el P. Javier Prieto, de dicha congregación, tiene contacto con esta experiencia en las Antillas Centroamérica y Sudamérica, lo que lo llevó a preparar un material junto con un grupo de compañeros salesianos. Al mismo tiempo, el P. Cesar Hernández, también salesiano, tuvo conocimiento de la Pascua Juvenil que se vivía en Santo Domingo a nivel nacional. Con la información que se tenía y los ejemplos de las experiencias de los países latinoamericanos, se realizó la primera Pascua Juvenil en México en el año de 1980 en Tlaquepaque, Jalisco, en el D.F., en Guadalajara, en Cd. Juárez, Monterrey y Mérida. En 1985 también se realizó la Pascua en Uruapan, Chilchota, Coacalco, Cuautitlán, Zacatecas, Huejutla, Cd. Sahagún, Tulancingo, Guachinango, león, Tacámbaro, Tecario, Tampico, Aguascalientes, Irapuato, etc. Difundiéndose rápidamente en muchas otras diócesis de la República.
La Pascua Juvenil se ha caracterizado como un espacio en que los jóvenes se hacen protagonistas de su fe, para celebrar su vida cotidiana en el marco del año litúrgico. La fe se proyecta en los ámbitos de la vida diaria: educativo, social, cultural, político, económico. La Pascua Juvenil se presenta como un servicio para la gran masa de los jóvenes alejados de la Iglesia. Desde esta vivencia compartida, surgen numerosos grupos juveniles, alrededor de la parroquia y del Obispo, que emprenden un proceso de crecimiento en la vida cristiana hasta llegar a comprometerse en dinamizar a la Iglesia y a la Sociedad. Para muchos jóvenes, la Pascua Juvenil y las Comunidades Juveniles son el lugar en donde aprenden a vivir la fe, experimentándola y descubriéndola encarnada en otros jóvenes; son una escuela donde se educa hombres forjadores de historia.