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EL IDEAL ESTOICO. 1. LA EXALTACIÓN DE LA VIRTUD. La escuela estoica fue fundada en Atenas por Zenón de Citio a comienzos del siglo III a.C. Representantes antiguos: Crisipo , Cleantes , Panecio , Posidonio , Séneca, Epicteto , Marco Aurelio.
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1. LA EXALTACIÓN DE LA VIRTUD • La escuela estoica fue fundada en Atenas por Zenón de Citio a comienzos del siglo III a.C. • Representantes antiguos: Crisipo, Cleantes, Panecio, Posidonio, Séneca, Epicteto, Marco Aurelio. • Influencia en Descartes, Spinoza y Kant, entre otros. • Afinidad con el cristianismo.
La concepción estoica de la vida buena • Exaltación de la virtud. • Coincide con el principio kantiano según el cual solo la buena voluntad es buena sin restricción. • La excelencia moral es incomparablemente mejor que cualquier otra cosa. • Otras cosas poseen valor (axía) o son valiosas, pero solo la virtud es buena. • La felicidad a la que aspira nuestra naturaleza es la vida virtuosa. • La virtud es la felicidad.
Comparación • Para el sentido común, y para el aristotelismo, el bien del hombre tiene otros ingredientes además de la virtud: placer, salud, bienestar material, libertad política, amistad.. • Respuesta del estoicismo: esos bienes no dependen de nosotros. • Cifrar nuestra felicidad en lo que no está en nuestras manos equivale a condenarnos a la frustración. • Con el tiempo la salud decae, la belleza languidece, el placer se acaba
El sabio estoico • El sabio estoico se caracteriza por la serenidad (apátheia) • No siente deseos ni abriga temor alguno, pues nadie puede privarle de su virtud, lo único que en verdad le importa. • Se ha emancipado de la tiranía de la fortuna. • Y si las circunstancias le hacen imposible la práctica de la virtud, siempre le queda la salida del suicidio. La vida no es un valor absoluto.
2. COSMOLOGÍA • La metafísica estoica se caracteriza por su divinización de la naturaleza. • El universo es concebido como un inmenso organismo, un ser vivo regido por una razón universal. • Teleología: nada de cuanto sucede es en vano, todo responde al designio divino. • Determinismo: todo en la naturaleza sucede de manera estrictamente necesaria.
El ser humano • Como ser natural que es, el hombre forma parte del universo animado y regido por el Logos divino. • La expresión de s. Pablo «en él somos, nos movemos y existimos» está tomada de Cleantes. • El hombre es partícipe del orden divino porque está dotado de razón. • La virtud no es otra cosa que la vida racional, la colaboración o incorporación total al plan de la Razón universal.
Frente al epicureísmo… • Frente al epicureísmo, el estoicismo sostendrá que el primer impulso del recién nacido no se orienta al placer, sino a la autoconservación. • El niño procura cuanto favorece la conservación y despliegue de su naturaleza y rehúye cuanto la amenaza. • Cuando niño: amor propio • Adulto (después de los 14): universalismo de la razón.
Ciudadano del universo • Hermanado con todo y con todos, el sabio estoico se siente ciudadano del universo. • Vivirá ocupado en desentrañar el orden admirable de la naturaleza para mejor plegarse a él. • Su identificación con lo dispuesto por la Razón universal se manifestará en su serena aceptación de todo cuanto el destino le depare.
3. PSICOLOGÍA • Programa de regeneración moral de corte intelectualista. • Dado que las pasiones estriban en errores de juicio, solo la lucidez del conocimiento será capaz de liberarnos de ellas. • El camino de la perfección moral es un camino de conocimiento. • Esto explica la insistencia estoica en que solo el sabio es bueno.
4. LA VIDA DEL SABIO • Al igual que otras escuelas de la Antigüedad, el estoicismo cifró su programa moral en la idea de una vida en consonancia con la naturaleza. • Vivir en consonancia con la naturaleza equivale a vivir de manera racional.
La ética estoica • La ética estoica divide las cosas en buenas, malas e indiferentes. • Las únicas cosas que merecen llamarse buenas son las acciones y los hábitos virtuosos, y las únicas malas, los vicios. • Las cosas indiferentes: • Las que no despiertan apetito ni repulsa, ni afectan de ninguna manera la felicidad del hombre • Las que sí fomentan o impiden la felicidad dependiendo del uso que se haga de ellas.
Lo que fomenta o impide la felicidad • Unas se encuentran en el alma y otras son exteriores. • Los bienes extramorales no son buenos en sentido estricto, pero poseen valor. • El sabio estoico no los desdeñará, sino que los juzgará preferibles: honrar a padre y madre, fundar una familia, participar en la vida política, cuidar la salud, bienestar material y prestigio… • Todas estas acciones son conformes con la naturaleza.
Siempre, la virtud • La diferencia entre el hombre virtuoso y el que no lo es no reside en lo que hacen, sino en cómo lo hacen, en la actitud de fondo que los anima. • Las acciones del sabio no son solo conforme a la naturaleza, sino también realizadas de manera virtuosa. • Prueba: no conceden tanta importancia al logro efectivo de sus propósitos cuanto al hecho mismo de intentar alcanzarlos. Es la acción lo que cuenta, no los resultados.
Siempre, la razón universal • Lo único que es bueno en sentido propio, es participar y colaborar en el orden racional del universo cumpliendo adecuadamente la función que el destino le ha encomendado a cada uno. • En tanto que ser natural, el sabio se propondrá el logro de bienes extramorales; en tanto que ser racional, no se contrariará si sus propósitos se frustran. • La vida es como un juego, o una actuación.
Eupátheia • El ideal estoico no se cifra propiamente en la apátheia, ausencia total de sentimientos, sino en la eupátheia, estado de ánimo que comprende diversas emociones congruentes con el predominio de la razón en el alma.
Valoración • El juego tiene sentido en el contexto del no-juego. • El estoicismo, en cambio, invierte los términos preconizando un modo de existencia en el que el juego es el horizonte último de la existencia. • Absoluta desindividualización del ser humano: solo puedo identificarme plenamente con el plan racional del universo si prescindo de cuento en mí es particular, si me reduzco a pura razón. • La sola razón raramente mueve.