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18. 18. 18. El valor que Dios da a sus hijos. Cuando nada parecer salir bien, el autoconcepto de sus hijos puede ser conservado al darse cuenta de cuánto valen para Dios. Esta es la cubierta protectora que está por fuera del “caramelo duro” del autoconcepto.
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18 El valor que Dios da a sus hijos
Cuando nada parecer salir bien, el autoconcepto de sus hijos puede ser conservado al darse cuenta de cuánto valen para Dios. Esta es la cubierta protectora que está por fuera del “caramelo duro” del autoconcepto.
Sus hijos pueden aprender a experimentar el gozo en Jesús. Dios tiene un plan para Sus hijos: un hogar en el cielo. No podría haber nada mejor que esto. Dios no se tomaría todo este trabajo si sus hijos no fueran valiosos.
Cómo entender la diferencia entre el valor personal y la arrogancia La arrogancia está construida sobre las apariencias y sobre los logros individuales. La Biblia advierte sobre esto: “Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso” (Prov. 16:18, NVI).
Sin embargo hay una definición de orgullo que es saludable. Es tener el respeto adecuado de sí mismo; un sentido de su propia dignidad o valor; y deleitarse o tener satisfacción en las realizaciones de uno mismo o las de otros.
Cuando los niños están rodeados de persona que abiertamente los aman y respetan, y abiertamente les muestran cuán importantes son, ellos no tienen que actuar como si fueran más grandes o mejores que otros.
Principio 50 Cuando los hijos se sienten valiosos, no necesitan exaltarse a sí mismos.
El valor personal viene por medio de Cristo y al reflejarlo Aquí hay buenas noticias sobre el valor personal: los niños son valiosos por causa de Cristo. Ellos no necesitan hacer nada para fortalecer su propio valor, sino mirar a Jesús y reflejar su justicia.
A medida que los niños crecen, los padres deben enseñarles que Dios tiene una tarea para que ellos hagan. Seguirán sintiéndose valiosos mientras sigan preparándose para hacer lo mejor para Jesús.
Dios valora a sus hijos Si los niños cometen errores en las primeras cuatro capas del “caramelo duro” (autoconcepto), hay algo que lo cubre todo. Es la capa protectora de darse cuenta cuánto valora Dios a cada persona.
Cuando todo lo demás falla, su hijo siempre puede decir: “Por cuanto Dios me valora, y soy un hijo de Dios, tengo una valor especial para él. Soy el hijo del Rey”.
Principio 51 Los niños se sienten bien respecto de sí mismos cuando reflejan la bondad de Cristo.
¿Dónde pueden encontrar los niños evidencias del valor que les da Dios? La palabra de Dios está llena de textos que pueden recordarle a una persona su valor definitivo.
Compártalos con sus hijos, repítalos a menudo, márquelos en la Biblia de sus hijos, y anime a sus hijos a memorizar los que le resulten más significativos. Estos llegarán a ser textos positivos que modelarán las vidas de sus hijos.
Cómo dar el regalo del valor personal a su hijo “La belleza de los hijos está determinada por la forma en que se ven a sí mismo”. Tiene que tratar a sus hijos con mucho valor, tiene que hacer que sepan que son más importantes que todo a su alrededor.
El propósito de ser un padre firme y tierno es edificar una relación segura y estrecha con sus hijos que actuará como un escudo de protección contra las observaciones dañinas o los actos negativos de otros.
Y ayudar a sus hijos a desarrollar la fortaleza interior de carácter necesaria para escuchar los puntos de vista de otros sin sentirse amenazados o sin contraatacar.
Actividad Qué pueden hacer los padres para que sus hijos se sientan especiales • Página 251.
Principio 52 Darle a su hijo el regalo del valor personal es la llave que puede abrir puertas de potencial y oportunidades sin límites.
EN RESUMEN Criar a un niño para Dios es una tarea majestuosa. Criar a un hijo en el camino en que debe andar es un desafío. Darle a su hijo el regalo del valor personal es darle la llave que abre puertas de oportunidades sin límites.
Que siempre trate a su hijo como alguien a quien usted ama en forma incondicional. Y su hijo prosperará y llegará a ser todo aquello para los que Dios lo creó.
Actividad Querida mamá y papá • Página 252.
Actividad Haga suya la siguiente oración • Página 253.
Actividad Principios para aplicar a su familia • Página 254.