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¿Qué es la revelación? Algunas objeciones a la idea de “revelación”. ¿Puede Dios hablarle al hombre? (Cf. B.Sesboüé, Creer ...: pp. 171-178 ). La idea de que Dios puede hablarle al hombre es común en las religiones tradicionales;
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¿Qué es la revelación?Algunas objeciones a la idea de “revelación”
¿Puede Dios hablarle al hombre?(Cf. B.Sesboüé, Creer...: pp. 171-178 ) • La idea de que Dios puede hablarle al hombre es común en las religiones tradicionales; • Pertenece al núcleo mismo de la profesión de fe cristiana, que se presenta como una respuesta a la llamada de la palabra de Dios. • Esta idea se hizo problemática a partir del siglo XVIII: Spinoza y el deísmo
Cuatro objeciones principales contra la idea de revelación • La objeción racional • Spinoza (1632 1677) rechaza la noción de «misterio»: Si este no es conocido, no es nada en el espíritu; • La verdad «revelada» es aquella que los hombres en su conjunto no pueden alcanzar directamente por su capacidad de razonamiento lógico, sino que reciben de sus semejantes más sabios; • Las palabras de la religión son en cierto modo las historietas del discurso filosófico; • Posteriormente en la filosofía occidental, Kant (1724 1804) y sobre todo Hegel (1770 1831) tratarán de dar así una interpretación racional de las grandes afirmaciones cristianas; • Razones y sin razones de esta primera objeción.
La objeción de una historia contingente • Lessing (1729 1781): «Las verdades históricas contingentes no pueden ser nunca prueba de verdades racionales necesarias». • La aspiración del hombre es lograr su autonomía. El anuncio de una revelación histórica y contingente pretende someterlo a una autoridad extraña (heteronornía). • Blondel: «… no se puede decir que en nuestra casa nos encontremos totalmente como en casa; … es necesario que haya huellas en el hombre puramente hombre, y eco en la filosofía más autónoma». • Maurice Blondel tratará de reconciliar los dos términos de esta antinomia (el exterior histórico y el interior a la búsqueda de lo necesario) utilizando el método de inmanencia, que analiza en el hombre puramente hombre la aptitud para reconocer y recibir como un bien necesario el don de Dios. • Razones y sin razones de esta objeción.
La objeción del desarrollo histórico: Es la objeción del «modernismo» (siglo XX): las nociones de la revelación no han caído del cielo; • A. Loisy (1857 1940): todas las nociones cristianas han salido de la conciencia humana; … son verdades naturales, aun admitiendo que Dios guía por medio de intervenciones «sobrenaturales» el proceso del descubrimiento religioso. Razones y sin razones de esta objeción.
La objeción ética • La idea de revelación histórica supone que ciertos hombres, o ciertas tradiciones, han recibido el don de Dios en detrimento de otros; • ¿cómo se puede pretender que Dios, si es el Padre que se dice, quiera revelarse a unos y no a otros? ¿No es atribuirle una odiosa injusticia?; • Razones y sin razones de esta objeción.
Perspectiva fundamental a desarrollar… “Quiso Dios, con su bondad y sabiduría, revelarse a sí mismo y manifestar el misterio de su voluntad: por Cristo, la palabra hecha carne, y con el Espíritu Santo, pueden los hombres llegar hasta el Padre y participar de la naturaleza divina. En esta revelación, Dios invisible, movido de amor, habla a los hombres como amigos, trata con ellos para invitarlos y recibirlos en su compañía”(Concilio Vaticano II, Dei Verbum, n.2).
La revelación acontece por hechos y palabras, acontece “sacramentalmente” “…Este plan de la revelación se realiza con hechos y palabras intrínsecamente conexos entre sí, de forma que las obras realizadas por Dios en la historia de la salvación manifiestan y confirman la doctrina y los hechos significados por las palabras, y las palabras, por su parte, proclaman las obras y esclarecen el misterio contenido en ellas. Pero la verdad íntima acerca de Dios y acerca de la salvación humana se nos manifiesta por la revelación en Cristo, que es a un tiempo mediador y plenitud de toda la revelación” (DV 2; cf. nn. 14, 17 y 19).
1. Las formas básicas de la acción de Dios Se pueden distinguir cuatro formas fundamentales, e irreductibles entre sí, de la acción de Dios que, a su vez, constituyen cuatro grados ascendentes de autorevelación de Dios: • la acción creadora directa de Dios (creatio ex nihilo); • la acción creadora universal y permanente de Dios (creatio continua, la conservación y gobierno del mundo a través de "causas segundas"); • la acción particular e innovadora de Dios a través de personas o agentes humanos (signos, Cristo, Iglesia, testimonio) • la acción innovadora de Dios sin ninguna mediatización humana, (resurrección y la plenitud de vida)
2. Los “signos” de la Revelación: testimonio de la acción innovadora de Dios por Jesucristo • Los signos de la Revelación se sitúan en el tercero de los grados de la acción de Dios: en este sentido se excluyen, pues, los posibles "signos" que podrían ser propios la segunda forma de acción de Dios, es decir, de la conservación y gobierno del mundo (creatio continua); • Superando concepciones extrinsecistas y positivistas, el Vaticano II afirma en Dignitatis humanae, nº 11:
“Dios llama ciertamente a los hombres a servirle en espíritu y en verdad, y por eso éstos quedan obligados en conciencia, pero no coaccionados. Porque Dios tiene en cuenta la dignidad de la persona humana que El mismo ha creado, que debe regirse por su propia determinación y gozar de libertad. Esto se hizo patente sobre todo en Cristo Jesús, en quien Dios se manifestó perfectamente a sí mismo y descubrió sus caminos. En efecto, Cristo, que es Maestro y Señor nuestro , manso y humilde de corazón , atrajo pacientemente e invitó a los discípulos . Es verdad que apoyó y confirmó su predicación con milagros, para excitar y robustecer la fe de los oyentes, pero no para ejercer coacción sobre ellos”
¿Cómo comprender la relación entre revelación particular y universal? Natural Universal Revelación Sobrenatural Particular
La misma revelación universal ha abierto la posibilidad y preparado la revelación concreta de Dios, en Cristo Jesús y, así, la revelación ha llegado a su plenitud. • De nuevo: “De una manera fragmentaria y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a quien instituyó heredero de todo, por quien también hizo todo, por quien también hizo los mundos… (Heb 1, 1 y ss.). • Juan Pablo II expresaba en la Encíclica Fides el ratio: "el Eterno entra en el tiempo, el Todo se esconde en la parte" (n.12); • Para expresar la indisociable relación entre lo universal y lo concreto la teología contemporánea ha recurrido a la expresión universale concretum.
De Trento al Vaticano II… pasando por el Vaticano I • Dei Verbum confiesa que quiere seguir los pasos de Trento y del Vaticano I continuidad; • A su vez, el Vaticano II desarrolla y profundiza dichas enseñanzas discontinuidad
De Trento al Vaticano I • En el Decreto sobre “la aceptación de los sagrados libros y tradiciones” (DH 1501 y ss.] el Concilio de Trento ni si quiera habla de “revelación”; • Hay un Evangelio que “promulgar”, “predicar”; • El Evangelio es una “verdad salvadora”, una “norma de costumbres”; • Él está contenido en “libros sagrados y en tradiciones no escritas” [DH 1501].
El Vaticano I • El Vaticano I cambiará el concepto de “Evangelio” por el de “revelación sobrenatural” [DH 3006] [Vaticano II , “revelación suprema” y se explicita el contenido cristológico del acontecimiento de la revelación; • El Vaticano I, además, parece favorecer una perspectiva de lo sobrenatural como sobreañadido [cf. la misma palabra «sobre-natural»: DH 3005]; • A partir de Cayetano y, especialmente, Fr. Suárez, una cierta teología postridentina comenzó a concebir lo natural y lo sobrenatural como dos pisos sobrepuestos, sin mucha ligazón interna, al contrario de Santo Tomás que los religaba por el deseo natural de ver a Dios. • Así pues, emerge una teoría de la revelación que se desarrolla conjuntamente con la concepción del sobrenatural: • por un lado, se da la posibilidad de un conocimiento natural de Dios seguro de sí mismo; • y, por otro, además existe una verdad misteriosa «sobrenatural» que es garantizada por la autoridad divina de las Escrituras y de la Iglesia.
Los cuatro puntos centrales • La revelación es el acto de Dios que se revela a sí mismo (DV 2.6); • Ella acontece por medio de gestos y palabras conexas entre sí (DV 2.17); • Cristo es, a la vez, mediador y plenitud de la revelación (DV 2.4); • La revelación efectuada en la historia se relaciona con la manifestación de Dios en el universo: no sólo la razón puede llegar a conocer a Dios por medio de las realidades creadas, sino que Dios mismo da testimonio de sí en sus criaturas (DV 3).
Otros aspectos a tener en cuenta • el carácter trinitario de la revelación (DV 2.4); • la autoridad de la Iglesia está subordinada a Jesucristo (DV 1; cf. n.10); • los milagros, más que pruebas, son signos y gestos que se hacen significativos al estar iluminados por la Palabra (DV 2.4.14).