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ANSIOSO POR PERDONAR (JONÁS). Lección 6 para el 11 de mayo de 2013. MARCO HISTÓRICO. La predicación de Jonás en Nínive se puede localizar en algún momento del reinado del rey asirio Adad-nirari III (810-782 a.C), contemporáneo del rey de Israel Jeroboam II.
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ANSIOSO POR PERDONAR (JONÁS) Lección 6 para el 11 de mayo de 2013
MARCO HISTÓRICO La predicación de Jonás en Nínive se puede localizar en algún momento del reinado del rey asirio Adad-nirari III (810-782 a.C), contemporáneo del rey de Israel Jeroboam II. Durante el reinado de Adad-nirari III, Asiria abrazó una religión monoteísta, como resultado de la predicación de Jonás. Si esta conversión se hubiese mantenido en el tiempo, Asiria hubiese evitado su total destrucción un siglo después, tal como profetizó el profeta Nahúm.
HUIR DE DIOS “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra. Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz” (Salmo 139:7-12) ¿Cómo podemos escondernos o huir de Aquel que conoce aún nuestros pensamientos más íntimos?
HUIR DE DIOS ¿Qué razones tenía Jonás para huir de la presencia de Dios cuando fue llamado a profetizar a Nínive? “Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal” (Jonás 4:2) La historia de Jonás es realmente sorprendente. Conoce el amor y el perdón de Dios, pero se niega a aceptar que los paganos lo merezcan. Contra toda lógica, intenta huir de Dios. Cuando se da cuenta de que Dios le persigue, se acuesta tranquilamente a dormir. Obligado por las circunstancias, reconoce su pecado y se auto condena ala muerte. Si Dios no hubiese intervenido, Jonás hubiese muerto en su pecado.
LA CONVERSIÓN DE COMERCIANTES Y MARINEROS Atemorizados grandemente por la tormenta, los marineros y comerciantes clamaron a sus dioses. Pero no recibieron ninguna respuesta de ellos. La historia de Jonás les atemorizó aún más. No obstante, se negaban a lanzar a Jonás a una muerte segura, ya que su conciencia no les permitía realizar un sacrificio humano. Cuando todo esfuerzo humano era inútil, lanzaron finalmente al profeta evadido al mar, y éste se calmó de forma tan milagrosa como se había embravecido. Defraudados por sus falsos dioses, se volvieron al Dios vivo y poderoso: “Y temieron aquellos hombres a Jehová con gran temor, y ofrecieron sacrificio a Jehová, e hicieron votos” (Jonás 1:16)
LA CONVERSIÓN DE JONÁS “Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo” (Jonás 2:7) Al hundirse en las aguas para afrontar una muerte segura, Jonás pidió ayuda a Dios. Cuando encontró salvación en el vientre del pez, agradeció a Dios con un salmo de alabanza. A pesar de su indignidad, Dios escuchó la oración de Jonás. A pesar de su reticencia, Dios usó a Jonás para alcanzar a los hombres de Nínive. A pesar de nuestra indignidad, y a pesar de que muchas veces somos reticentes a hacer Su voluntad, Dios nos oye y nos usa para alcanzar a otros. Su misericordia y bondad son infinitas.
LA CONVERSIÓN DE NÍNIVE “A pesar de lo impía que Nínive había llegado a ser, no estaba completamente entregada al mal. El que "vió a todos los hijos de los hombres" (Sal. 33: 13) y cuyos "ojos vieron todo lo preciado“ (Job 28: 10) percibió que en aquella ciudad muchos procuraban algo mejor y superior, y que si se les concedía oportunidad de conocer al Dios viviente, renunciarían a sus malas acciones y le adorarían. De manera que en su sabiduría Dios se les reveló en forma inequívoca, para inducirlos, si era posible, a arrepentirse” E.G.W. (Profetas y reyes, cp. 22, pg. 199) “Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque a la predicación de Jonás se arrepintieron, y he aquí más que Jonás en este lugar” (Lucas 11:32)
UNA LECCIÓN SOBRE EL PERDÓN ¿Cuánta alegría hubo en Nínive cuando se conoció la noticia de que Dios había aceptado su arrepentimiento y no los destruiría? ¿Por qué, pues, Jonás reaccionó tan mal ante la actitud perdonadora de Dios? ¿Cómo podemos aprender a tener más gracia y perdón por quienes no lo merecen?
Al contrario que Jonás, Dios está dispuesto a abrir su mano y ofrecer la salvación a todo aquel que desee obtenerla. Reformula la pregunta que Dios le hizo a Jonás rellenando el espacio en blanco con el nombre de alguien que pienses que no merece la salvación: “¿Y no tendré yo piedad de …………………………?” (Jonás 4:11)