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RESEÑA HISTORICA DE YAGUARA. ELABORADO POR : MARIBEL MENDEZ MENDOZA MARIA ALEJANDRA RADA MORALES. INSTITUCION EDUCATIVA TECNICA OLAYA HERRERA ORTEGA- TOLIMA ONCE 2011. RESEÑA HISTORICA DE YAGUARA I
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RESEÑA HISTORICA DE YAGUARA ELABORADO POR : MARIBEL MENDEZ MENDOZA MARIA ALEJANDRA RADA MORALES INSTITUCION EDUCATIVA TECNICA OLAYA HERRERA ORTEGA- TOLIMA ONCE 2011
RESEÑA HISTORICA DE YAGUARA I Yaguara situada al norte del municipio de Chaparral, fue la segunda titulación de tierras que hizo la Corona española a los indígenas del sur del Tolima, en el año 1654. La primera entrega había sido en el año 1621 y la tercera, en el año 1761, quedando así constituida la “Gran Comunidad General de Indígenas de Ortega y Chaparral”. El titulo otorgado por la Corona no fue logrado sin lucha. Las tierras planas, fértiles y exuberantes pastos fueron codiciadas para la cría de ganado por el entonces cura vicario del pueblo de Coyaima, el licenciado Francisco de Oviedo, quien, como hombre ambicioso y emprendedor, no sólo pastoreaba fieles, sino que amaba también otra clase de ovejas y ganados.
Inmediatamente los indígenas se aprestaron a la defensa de su tierra. “Nuestra madre Tierra”, decían. Es así como, actuando por las vías legales, los indios Pedro Camacho, Rodrigo Imbo y Diego Vera, en representación de su comunidad, llevaron el pleito por la posesión de sus tierras ante las autoridades oficiales. Después de haber establecido plenamente que eran los indígenas por posesión permanente los verdaderos propietarios de las tierras en litigio, la corona española, el 3 de octubre de 1654, les otorgo el titulo de resguardo de todo el norte de Chaparral que comprendía Amoya, Capellanía y Yaguara. Quedaba así establecido que los indios yaguaras eran los propietarios de las tierras que habitaban desde hacia más de 300 años.
NUEVOS LITIGIOS Corría el año de 1845, era el presidente de la república Pedro Alcántara Herrán. La situación de lo indígenas no había mejorado mucho a pesar de las promesas hechas por el libertador. “La Gran Comunidad” estaba subdividida en juntas y pequeños cabildos. Estaban como administradores del cabildo los indios Alejandro y Prudencio Chaguala Y Nicolás y Salvador Yaguara, cuando el doctor general Domingo Caicedo Bastidas les propuso tomar en arrendamiento las zonas de Amoyá, Capellanía y Yaguara para el pastoreo de cien reses. Los indios en un comienzo se mostraron remisos, pues su natural malicia olía la trampa del blanco. Sin embargo, ante la insistencia de este, resolvieron por vía de ensayo arrendarle las tierras por tres años, comprometiéndose el doctor a pagarles tres toretones por año.
Fue muy cumplido el doctor. Desafortunadamente sus días no fueron muchos y tan pronto falleció, sus familiares acudieron al cabildo a reafirmar el contrato. En vista del cumplimiento del General Caicedo, el cabildo no opuso reparos y el contrato prosiguió. Y comenzó el viacrucis. Al poco tiempo los arrendatarios subarrendatario a un tercero. Ante las protestas del cabildo manifestaron no haber violado ninguna clausula del contrato. Se fueron venciendo los plazos y nadie pagaba el arriendo. Los indígenas empezaron a prepararse para la defensa de su suelo: reuniones, consultas, diálogos. Su preocupación se agravo al darse cuenta de que el subarriendo se había convertido en venta, desaparecieron los familiares del doctor Caicedo y apareció un tal Gil Ricaurte como dueño de los predios.
El gobierno prometió expedir rápidamente una ley especial para la defensa de los resguardos indígenas. Los indios se tranquilizaron y esperaron, pero la ley no llego, en cambio llego el fin de la Nueva Granada y nació la Confederación granadina. Nuevo acopio de documentos, nuevas idas y venidas presentando sus alegatos. Fue arduo el trabajo de los indios que esperaban una respuesta. La tan anhelada contestación nunca llego. En cambio, llego una nueva noticia: la Confederación granadina ya no existía habían nacido los estados unidos de Colombia. Ante el gobierno de los Estados Unidos de Colombia, los indios insistieron de nuevo en el cumplimiento de las promesas del libertador. El gobierno les ratifico lo prometido un día por el padre de la patria y les anuncio que pronto expediría una ley en su favor. Ante el gobierno de los Estados Unidos de Colombia, los indios insistieron de nuevo en el cumplimiento de las promesas del libertador. El gobierno les ratifico lo prometido un día por el padre de la patria y les anuncio que pronto expediría una ley en su favor.