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Las posadas son una tradición religiosa muy mexicana. Se trata de una novena que nos prepara a la celebración de la Navidad. Dicha novena se puede celebrar asistiendo al Templo al rezo del Santo Rosario. Al término del mismo, salen del templo los Peregrinos -José y María- y una parte de los asistentes para pedir posada a través del canto; al recibir a los Peregrinos, se da por concluida la celebración, entregando a los fieles su aguinaldo. También se reúnen las personas del barrio, en las calles, siguiendo un itinerario de oración y reflexión sobre lo que José y María vivieron durante los últimos días de la espera gozosa de su Hijo, cuando tuvieron que ir a Belén a empadronarse por disposición del emperador romano.
SIGNIFICADO: Las posadas son fiestas previas a la Navidad que nos hacen recordar las dificultades que pasaron José y María antes de que Jesús naciera. Este recuerdo nos debe llevar a reflexionar acerca de nuestra preparación personal para recibir al Niño Jesús, el sentido de la novena es ayudarnos para ser mejores personas y abrirle las puertas de nuestro corazón al Salvador. El caminar por la calle rezando y cantando, nos hace recordar nuestro peregrinar por la vida para evangelizarnos en familia y evangelizar a nuestro paso. La comida y los dulces que se ofrecen al término de las oraciones y los cantos, hablan del gusto de compartir con los demás la alegría de estar esperando a Jesús que viene a nosotros. Romper la piñata significa el deseo de romper con la vida de pecado y dejarse inundar con los dones de Dios, representados por los dulces o frutas que salen de ella.
CELEBRACIÓN: Las posadas son del 16 al 24 de diciembre, nueve días antes de la Navidad. Generalmente los anfitriones se preparan con figuras que representan a José y a María buscando en dónde nacerá su Hijo, con hojas con los cantos para pedir posada, las oraciones necesarias y villancicos, para que todos puedan participar. Como es una fiesta de origen religioso, para celebrar un acontecimiento religioso, es pues lógico pensar que en ellas no puede faltar la oración, la lectura bíblica y la reflexión, además de los cantos y la alegría que nos ayudan a vivir mejor estas fiestas. Se acostumbra iniciar con el rezo del Rosario, intercalando los cantos para "pedir posada" entre cada misterio, así como villancicos, mientras los asistentes van caminando de una puerta a otra; se termina con la lectura correspondiente a ese día de la novena de Navidad y por último con la fiesta, para celebrar y compartir. Al recibir a los peregrinos, dándoles la bienvenida, la casa abre la puerta para recibirlos con algarabía, se encienden bengalas y luces para reiterar la alegría del encuentro.
A continuación los versos -para pedir y dar posada- que se cantan en las Posadas.
AFUERA: ADENTRO: Aquí no es mesón, sigan adelante; yo no debo abrir, no sea algún tunante. Ya se pueden ir y no molestar, porque si me enfado os voy a apalear. No me importa el nombre:déjenme dormir, pues que yo les digo que no hemos de abrir. Pues si es una reina quien lo solicita, ¿cómo es que de noche anda tan solita? ¿Eres tú José? ¿Tu esposa es María? Entren, peregrinos:no los conocía. Dichosa la casa que alberga este día a la Virgen pura, la hermosa María! En nombre del cielo os pido posada, pues no puede andarmi esposa amada. No seas inhumano, ténnos caridad, que el Dios de los cielos te lo premiará. Venimos rendidos desde Nazareth,yo soy carpintero de nombre José. Posada te pide, amado casero, por solo una noche la Reina del cielo. Mi esposa es María:es Reina del cielo y madre va a ser del Divino Verbo. Dios pague, señores, vuestra caridad, y que os colme el cielo de felicidad. AL ABRIR LAS PUERTAS Entren, Santos Peregrinos, Peregrinos, reciban este rincón aunque es pobre la morada, la morada se las doy de corazón.
LAS PIÑATAS: Llegaron a México con los misioneros españoles durante la época de la Colonia. Ellos usaron la piñata como un objeto muy atractivo para evangelizar a los indígenas, pues cada parte de la piñata representa algo en la religión católica: La olla de barro cubierta de papel representa al demonio que, según la tradición católica, se disfraza de colores llamativos para engañar al hombre. El palo con el que se rompe la piñata, es la fuerza que Dios nos da para acabar con el mal, y al atinar el golpe, es símbolo de esperanza. La forma de estrella con siete picos, simboliza los siete pecados capitales del catolicismo, que son: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza. Cuando la piñata se rompe se ha superado al espíritu maligno y, como recompensa, caen los dulces y frutas que simbolizan las virtudes humanas y los obsequios espirituales que Dios hace a los hombres.
LOS AGUINALDOS O BOLOS Por último, los aguinaldos son las bolsitas con dulces para las personas mayores o enfermos que no se pueden aventar a recoger las golosinas y simboliza que los regalos divinos son para todos, además de la generosidad que se debe tener con los más débiles.
El Adviento, es un tiempo de espera y de preparación para vivir mejor la Navidad. Aprovechemos este tiempo para preparar nuestro corazón y así recibir a Jesucristo, el único Señor de la Navidad.