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Arte Popular Mexicano. Es el arte del pueblo para el pueblo, realizado por autores anónimos y con una función conocida y compartida por toda la comunidad . La Alfarería.
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Es el arte del pueblo para el pueblo, realizado por autores anónimos y con una función conocida y compartida por toda la comunidad.
La Alfarería • El término alfarería se suele emplear para designar a la cerámica primitiva o de carácter popular, generalmente de uso doméstico.
Los alfareros comunes producían la loza barata y de uso diario: ollas, cazuelas y jarros sin pintar ni vidriar; los ceramistas finos hacían la losa vidriada de Talavera de Puebla. La célebre Talavera poblana producía: tazas, platos, plantones, tibores y floreros de un bellísimo esmalte vidriado. Y el mosaicos vidriado es el que adornan aún torres y cúpulas, fachadas de casas y señoriales patios coloniales de Puebla y de México.
Arte plumario • Es la tecnica ornamental realizada con plumas de ave, empleadas por la mayoria de las culturas indigenas para la elaboracion de tocados y todo tipo de adornos humanos.
El arte de trabajar las plumas multicolores de las vistosas aves del trópico, ya solas, en cuadros, penachos y adornos diversos, o bien mezclándolas en las telas y otros elementos para resaltar su ornato, fue una de las artes suntuarios y populares más antiguas de México, ya que se cultivó preferentemente en los tiempos anteriores a la conquista española.
Primeramente se cultivó la técnica del enlazado, sencilla manera de juntar las plumas de colores para hacer adornos, y luego se llegó al mosaico de plumas, en el que se emplearon las plumas pequeñas o fragmentadas para formular, pegándolas sobre una superficie plana, verdaderos cuadros coloridos.
Las Máscaras • Eran uasadas po los danzante y bailarines para sus bailes, hechas algunas de mosaicos, y con cabelleras y penachos de oro y plumas.
Técnicas de Laqueado Proceso de aplicación de un barniz sobre la superficie de un material, generalmente madera, tanto por motivos decorativos como de protección. La laca, un tipo de barniz hecho de la savia de color blanco parduzco que se extrae de las ramas de ciertos árboles de la India, o del árbol de la laca de Japón, posee notables características:
forma una superficie refractaria a las altas temperaturas e impermeable a la humedad, se mezcla fácilmente con pigmentos y con otro tipo de embellecedores y es resistente a las termitas y otras plagas de la madera.
El maque mexicano no parece guardar ninguna relación con la laca china, aunque algunas de las técnicas que se aplican, especialmente en Olinalá (estado de Guerrero) El maque consiste en recubrir objetos tan diversos como recipientes (bateas, jícaras, tecomates o calabazas huecas, cajas), juguetes, arcones, biombos, repisas e imitaciones de frutas y animales, entre otros, con una mezcla de materias naturales.
Laca de Olinalá • El maqueo de Olinalá de los siglos XVII y XVIII, se caracteriza por cierta influencia china, derivada de la decoración de la porcelana traída por la Nao de Filipinas, y que abundaba entonces en la costa occidental de México. Los motivos se hacían en el llamado rojo chino o carmín intenso; había superposición de capas y adornos;
se usaban figuras como el árbol de la vida, con dos pájaros confrontados, fantásticos follajes, con aves encima, flores y frutos estilizados, con inconfundible sabor asiático, todo lo cual fue transformándose paulatinamente, hasta adaptarse al modo tradicional indígena.
Tradicionalmente se ha trabajado el maque en los estados de Michoacán, Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Yucatán y Veracruz, aunque en la actualidad los principales centros artesanales se localizan en Uruapan y Pátzcuaro (Michoacán), Olinalá (Guerrero) y Chiapa de Corzo (Chiapas)
El Vidrio y la Hojalata • El vidrio no lo conocían los antiguos indígenas de México, y fue introducido por los españoles. Fue la ciudad de Puebla el lugar donde se establecieron las primeras fábricas de vidrio en toda la América. Hacia siglo XVII se producían ya en la nueva España una gran variedad de vidrios; eran de excelente calidad
los de color blanco cristalino, los verdes y azules, que se exportaban a las principales ciudades de Centroamérica y Sudamérica. Los productos mexicanos, que eran muy apreciados, llegaban hasta Perú.
Bateas de Michoacán • En otro tiempo abundaron las despensas coloniales en las bateas de Michoacán que, se emplean para varios y muy diferentes usos, desde él bañar en ellas a los recién nacidos, hasta el de servir de recipientes para ensaladas de Nochebuena.
Pero a mediados del siglo XVIII se multiplicaron de tal manera que no había hogar, por modesto que fuese, que no poseyera una o más vasijas de esa clase.
Los Talleres Caseros • En los talleres domésticos se produce una gran parte de los artículos necesarios para la vida diaria, y los hacen con sentido artístico además de utilitario, creando verdaderas obras de arte popular. En general, los artesanos mexicanos encauzan su producción en tres sentidos: artículos útiles y de uso común para la población en que viven; curiosidades populares de arte para los turistas nacionales y extranjeros; artículos para cambiarlos por otros de otros lugares.
Parte de esa casi infinita variedad de productos típicos de las artes populares mexicanas, fue recogida por el pintor Roberto Montenegro en 1930, al fundar el Museo de Artes Populares de México, con muestras de cerámica de Sayula del siglo XIX, de Guanajuato, de Talavera, de Tonalá, cerámica antigua de san Miguel Huapan, alfarería moderna de Metepec y Tlaquepaque; lacas antiguas y modernas de Olinalá y Uruapan;
joyas de México y de Mérida; ricos collares, crucifijos, aretes y filigrana varia, y milagros de plata; herrajes de Amozoc; rebozos de distinta procedencia; bordados de chaquira, fajas de diversos lugares; objetos de cuerno y de cera; exvotos o pequeño retablos pintados sobre lámina; miniaturas de vidrio, loza de vidrio, máscaras, juguetes, trajes y sarapes, etc.
Los tejidos, calados y bordados de Oaxaca., Michoacán y Aguascalientes; la juguetería de barro cocido y policromado; los tejidos de tule y de palma, la jarcería; los objetos de mimbre, de otate, de carrizo y de raíces; la talabartería y la amplísima alfarería. En Campeche se trabaja la concha de carey, de la cual los nativos hacen peines, collares, pulseras. Utilizarse asimismo, con finalidades artísticas o industriales, el cuerno, la fibra, el petate, la calabaza, las maderas olorosas, como el naranjo y el sándalo; pero donde tal vez se encuentre el repertorio más vasto en cuanto a la producción, es el vidrio.