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LA EUCARISTIA EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS

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LA EUCARISTIA EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS

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    1. LA EUCARISTIA EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS

    2. Pedro Sergio Antonio Donoso Brant www.caminando-con-jesus.org www.caminando-con-maria.org caminandoconjesus@vtr.net Textos Biblicos: Biblia Nacar-Colunga Fuentes: Pedro Donoso Brant, �Hasta Que Vuelva� Otras Fuentes: Antonio Jos� L�pez Serrano, �Curso de Teolog�a�

    31. REFERENCIAS DE EUCARIST�A EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS

    32. SAN PABLO La celebraci�n de la cena eucar�stica, 11:17-34. � Y ya que trato de recomendaciones, no puedo alabar que vuestras reuniones sean no para bien, sino para da�o vuestro. Pues primeramente oigo que, al reuniros, hay entre vosotros cismas, y en parte lo creo, pues es preciso que entre vosotros haya disensiones, a fin de que se destaquen los de probada virtud entre vosotros. Y cuando os reun�s no es para comer la cena del Se�or, porque cada uno se adelanta a tomar su propia cena, y mientras uno pasa hambre, otro est� ebrio. Pero �es que no ten�is casas para comer y beber? �O en tan poco ten�is la iglesia de Dios y as� avergonz�is a los que no tienen? �Qu� voy a deciros? �Os alabar�? En esto no puedo alabaros.

    33. Al leer Corintios 1, 11: 17-34, entendemos como denuncia San Pablo otro abuso en las asambleas lit�rgicas de los corintios. Resulta que cuando se reun�an para �comer la cena del Se�or�, no se contentaban con la celebraci�n simplemente de los misterios eucar�sticos, sino que a�ad�an una comida en com�n, en la que no s�lo se faltaba a la caridad con la formaci�n de grupos entre s� separados, sino por muchos tambi�n a la moderaci�n.

    34. Tal proceder es duramente censurado por el Ap�stol. Les dice que eso �no se lo puede alabar� y que, al obrar de ese modo, las reuniones llamadas a servirles de provecho espiritual, se convierten en pejudiciales.

    35. Como raz�n fundamental de su absoluta disconformidad con ese proceder de los corintios, aduce el Ap�stol la naturaleza misma de la cena eucar�stica tal como la instituy� el Se�or. Esta referencia a la eucarist�a que aqu� hace el Ap�stol es para nosotros un testimonio hist�rico de valor extraordinario. Es una de las principales ense�anzas que nos da Pablo sobre la Eucaristia.

    36. 1 Cor 11, 23-26 EUCARISTIA Porque yo he recibido del Se�or lo que os he transmitido, que el Se�or Jes�s, en la noche en que fue entregado, tom� el pan, y despu�s de dar gracias, lo parti� y dijo: Esto es mi cuerpo, que se da por vosotros; haced esto en memoria m�a. Y asimismo, despu�s de cenar, tom� el c�liz, diciendo: Este c�liz es el nuevo Testamento en mi sangre: cuantas veces lo beb�is, haced esto en memoria m�a. Pues cuantas veces com�is este pan y beb�is este c�liz, anunci�is la muerte del Se�or hasta que El venga.

    37. LUCAS Los elementos propios de Lucas en la instituci�n eucar�stica son varios. En las narraciones de la instituci�n eucar�stica, siendo fundamentalmente las mismas, literariamente se notan dos grupos diferenciados: Mateo y Marco, Lucas y Pablo (1Cor 11:23-26)

    38. Los tres sin�pticos traen un l�gion especial en este pasaje. Mateo y Marco lo ponen despu�s de la instituci�n eucar�stica. En �l, Cristo anuncia a sus ap�stoles que ya no beber� m�s este vino hasta que lo beba �nuevo� con ellos en el reino. El banquete eucar�stico evoca este otro banquete escatol�gico, esta vida futura, representada en el medio ambiente por la imagen de un banquete.

    39. Pero Lucas le da una situaci�n literaria distinta y un sentido tambi�n algo distinto. Lucas construye con este l�gion un paralelo con la instituci�n eucar�stica. Con �l anuncia el fin de la vieja Pascua, sustituida por la muerte de Cristo y renovada en la Eucarist�a, �memorial� de su muerte. Lucas pone un paralelismo para expresar su pensamiento: No volver� a comer m�s esta Pascua hasta que �sea cumplida en el reino de Dios.� Ni volver� a beber esta Pascua hasta que �llegue el reino de Dios.�

    40. Este segundo hemistiquio hace ver que Lucas le da un sentido, no �escatol�gico,� como Mateo y Marco, a esta nueva Pascua, sino �eclesial.� Este nuevo banquete que El comer� con ellos en el reino, la Iglesia, se lo suele interpretar, no en sentido metaf�rico, sino de �las comidas que deb�an tener lugar despu�s de la resurrecci�n, y que �l (Lc) es el �nico en mencionar.�

    41. LUCAS 22, 14-20 Cuando lleg� la hora, se puso a la mesa, y los ap�stoles con El. Y d�joles: Ardientemente he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer, porque os digo que no la comer� m�s hasta que sea cumplida en el reino de Dios. Tomando el c�liz, dio gracias y dijo: Tomadlo y distribuidlo entre vosotros; porque os digo que desde ahora no beber� del fruto de la vid hasta que llegue el reino de Dios. Tomando el pan, dio gracias, lo parti� y se lo dio, diciendo: Este es mi cuerpo, que es entregado por vosotros; haced esto en memoria m�a. Asimismo el c�liz, despu�s de haber cenado, diciendo: Este c�liz es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros.

    42. Lucas es el �nico evangelista que dice que la consagraci�n del c�liz tiene lugar �despu�s de cenar�. Los otros sin�pticos s�lo dicen que la instituci�n eucar�stica se realiza �mientras cenaban.�

    43. Lucas es el �nico evangelista que, despu�s de la consagraci�n del pan, a�ade en boca de Cristo: �Haced esto en memoria m�a�.

    44. MARCO Cuando leemos la narraci�n de la instituci�n eucar�stica seg�n san Marcos, encontramos que hay una similitud muy destacada con el relato de seg�n san Mateo y una manifiesta diferencia como se relata seg�n san Lucas y san Pablo.

    45. Marcos 14, 22-25 �Mientras com�an, tom� pan, y, bendici�ndolo, lo parti�, se lo dio y dijo: Tomad, esto es mi cuerpo. Tomando el c�liz, despu�s de dar gracias, se lo entreg�, y bebieron de �l todos. Y les dijo: Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos. En verdad os digo que ya no beber� del fruto de la vid hasta aquel d�a en que lo beba nuevo en el reino de Dios�

    46. San Marcos relata: �Mientras com�an� tiene lugar la instituci�n eucar�stica, luego veremos que para Lucas es: �despu�s de haber comido.� La raz�n es que Lucas precisa el momento; fue despu�s de haber terminado la cena estricta, comi�ndose el cordero pascual, pero continu�ndose con los ritos de la cena. En cambio Marcos, como Mateo, s�lo dicen que se celebr� durante ella, sin m�s precisiones

    47. Luego, al relatar la consagraci�n del c�liz, Marcos llama la atenci�n con su redacci�n. Seg�n �l, Cristo tom� el c�liz, dio gracias, se lo dio, y bebieron todos de �l. Y despu�s de esto consagra su sangre. Seguramente lo relata as� por que desea hacer ver que todos bebieron de aquel �nico c�liz consagrado. Para sus lectores no pod�a haber la menor confusi�n, ya que conoc�an y viv�an el rito hist�rico preciso en la �fractio pa�is.� El provecho de esta sangre es por �muchos.� Y dice adem�s: �y bebieron de �l todos�.

    48. Otro punto caracter�stico del relato de Marcos, tambi�n es lo mismo en Mateo, se omite la orden de repetir la celebraci�n eucar�stica, que aparece en san Lucas y en san Pablo: cuantas veces lo beb�is, haced esto en memoria m�a. Y san Marcos, tambi�n lo hace san Mateo, pone a continuaci�n la frase �escatol�gica� de reunirse con ellos en la etapa celeste del reino, representada, en el medio ambiente, bajo el s�mbolo de un banquete.

    49. La narraci�n de la instituci�n eucar�stica aparece relatada al m�nimum en los tres Evangelios sin�pticos: a lo esencial. La raz�n es que no era, a la hora de la composici�n de los evangelios, necesario un desarrollo amplio, ya que era por todos conocida y sabida, por viv�rsela en la �fractio pa�is.�

    50. Ahora al leer los dos relatos, Marcos y Mateo, vemos que son sustancialmente id�nticos, pero con peque�as variantes redaccionales. Los estudiosos opinan que los relatos de Marcos y Mateo, representan posiblemente la tradici�n de alguna iglesia palestina de Jerusal�n, mientras que el los relatos de Lucas y san Pablo, m�s bien la tradici�n de una iglesia helen�stica de Antioqu�a o Corinto.

    51. Mateo, 26, 26-29: �Mientras com�an, Jes�s tom� pan, lo bendijo, lo parti� y, d�ndoselo a los disc�pulos, dijo: Tomad y comed, �ste es mi cuerpo. Y tomando un c�liz y dando gracias, se lo dio, diciendo: Bebed de �l todos, que esta es mi sangre del Nuevo Testamento, que ser� derramada por muchos para remisi�n de los pecados. Yo os digo que no beber� m�s de este fruto de la vid hasta el d�a que lo beba con vosotros nuevo en el reino de mi Padre.�

    52. Un dato de c�mo fue la cena pascual, es que estaban �reclinados� sobre lechos o esteras y apoyados sobre el brazo izquierdo. Seg�n la Mishna (ley oral judia), no pod�an asistir menos de diez ni pasar de veinte comensales.

    53. Observamos en estos dos relatos (Marcos y Mateo), que la instituci�n eucar�stica se hace �mientras com�an�. En cambio, Lucas dir�, al consagrar el c�liz, que lo hace de igual manera, �despu�s de haber comido.� Esta aparente divergencia est� en funci�n del ritual rab�nico. Seg�n �ste, la cena pascual propiamente dicha consist�a en comer el cordero pascual, y luego se beb�a un tercer c�liz ritual con vino. Mientras que Mateo y Marcos dicen s�lo, gen�ricamente, que la consagraci�n se realiza durante la cena pascual, Lucas precisa m�s el momento: fue precisamente despu�s de la cena estricta, despu�s de comer el cordero pascual. La realidad y el simbolismo se un�an.

    54. La forma que se usa aqu� por el �pan� es todo tipo de pan. All� el pan era �cimo. Pero tanto la filolog�a como la pr�ctica de la Iglesia hacen ver que esto fue cuesti�n que se consider� como accidental desde un principio.

    55. Luego lo �bendijo�. En la cena pascual, lo mismo que en los usos jud�os ordinarios, hab�a abundantes bendiciones. Los rabinos exig�an la bendici�n -� invocaciones � del pan y explicaci�n � haggadah� de la Pascua que se realizaba. Cristo se amolda al uso ambiental, aunque con una bendici�n � invocaci�n � nueva, sin duda en orden a la nueva Pascua sustitutiva que institu�a. (el haggadah es el relato del �xodo de Egipto)

    56. Pero en la redacci�n hay divergencia. Mateo y Marco, ponen que lo bendijo, pero Lucas dice que �dio gracias�. Podr�a pensarse que Cristo hab�a hecho ambas cosas y que cada grupo de evangelistas recogi� una u otra. Pero en las dos multiplicaciones de los panes, Mateo y Marcos ponen, por la misma acci�n de Cristo, que lo �bendijo� y �dando gracias� �Y orden� a la gente reclinarse sobre la hierba; tom� luego los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunci� la bendici�n y, partiendo los panes, se los dio a los disc�pulos y los disc�pulos a la gente. (Mt 14,19) �Tomo luego los siete panes y los peces y dando gracias, los partio�� (Mt 15, 36) Por tanto se piensa que se utilizan como sin�mino

    57. Seg�n el rito del paterfamilias en la cena pascual, Cristo �parti� el pan y lo distribuy� a los ap�stoles. Es rito que vino a dar luego nombre a la celebraci�n eucar�stica: la �fractio panis.� Posiblemente fue debido a que en ello se vio como un signo del cuerpo destrozado � inmolado � de Cristo en la pasi�n y en la cruz.

    58. Mateo y Marco recogen la orden dada por Cristo: �Tomad�, pero a diferencia de Marco, mateo pone adem�s, �comed�. La frase de Mateo probablemente es una adici�n redaccional, ya que es de suyo innecesaria. Esta orden ten�a una triple finalidad: captar la atenci�n, ense�arles lo que hab�a que hacer con aquel rito nuevo, y con ello atreverse a recibir el cuerpo sacramental del Se�or.

    59. Hecha la consagraci�n del pan, Mateo trae la consagraci�n del vino. Cristo tom� un c�liz. En los banquetes ordinarios admit�an, a veces, beber de la misma copa, pero se ignora si a t�tulo excepcional admit�an esto en el banquete pascual. Al dar la orden de que bebiesen todos de �l, o se amold� a un uso o instituy� uno nuevo. �Y dando gracias,� con una f�rmula de alabanza al Padre por la consagraci�n que iba a hacer de su sangre en el vino, se lo dio, diciendo: �Esta es mi sangre.� Y se realiz� la consagraci�n

    60. Pero esta sangre es la �de la Nueva Alianza�. Esta expresi�n lo mismo puede significar �testamento� que �alianza� o �pacto.� M�s, en todo caso, la evocaci�n es contraponerla a la escena del Sina� (Ex 24:3-8), en donde se hizo la �alianza� entre Yahv� y el pueblo mediante el sacrificio y aspersi�n de la sangre. La sangre de Cristo establece la �Nueva Alianza.� Por eso la idea de �alianza� est� puesta en relaci�n con la sangre y no con la f�rmula de la consagraci�n del cuerpo.

    61. Tambi�n se destaca que es �derramada� por �muchos.� por ello, que la Eucarist�a era un sacrificio. Se ve que es para expresar la muerte redentora en el Calvario. El provecho de esta sangre es �por muchos�. O como el uso que le da Marco y Luca en �favor de muchos�, por que los que van a recibir este provecho son �muchos.� Y el fruto definitivo por el que se derrama esta sangre es �la remisi�n de los pecados� de todos los humanos.

    62. La valoraci�n de todo este pasaje de presencia real eucar�stica encuentra su mejor comentario en las palabras de San Pablo, previas al relato de la instituci�n, las cuales usa para probar el valor sacrificial de la Eucarist�a �El c�liz de bendici�n que bendecimos, �no es la comuni�n de la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, �no es la comuni�n del cuerpo de Cristo?� (1 Cor 10:16) 32.

    63. La valoraci�n de todo este pasaje de presencia real eucar�stica encuentra su mejor comentario en las palabras de San Pablo, previas al relato de la instituci�n, las cuales usa para probar el valor sacrificial de la Eucarist�a �El c�liz de bendici�n que bendecimos, �no es la comuni�n de la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, �no es la comuni�n del cuerpo de Cristo?� (1 Cor 10:16) 32.

    64. Mt termina el relato con un pasaje en el que Cristo dice que no beber� m�s el vino hasta que beba un vino nuevo con ellos �en el reino de mi Padre. El reino de Dios es presentado frecuentemente por un banquete; era met�fora normal jud�a para esto.

    65. Cristo anuncia su muerte y tambi�n su reuni�n con los ap�stoles en el reino de su Padre. Es la concepci�n �escatol�gica� del reino. Esa bebida �nueva� no es m�s que parte de la met�fora del banquete, s�mbolo del nuevo orden de cosas que regir� en aquel mundo escatol�gico (1 Cor 11:26).

    66. LUCAS 24, 28-31 (EMAUS) �Se acercaron a la aldea adonde iban, y El fingi� seguir adelante. Oblig�ronle dici�ndole: Qu�date con nosotros, pues el d�a ya declina. Y entr� para quedarse con ellos. Puesto con ellos a la mesa, tom� el pan, lo bendijo, lo parti� y se lo dio. Se les abrieron los ojos y le reconocieron, y desapareci� de su presencia.

    67. Luego los discipulos fueron donde su intimos amigos y les dijeron: El Se�or en verdad ha resucitado y se ha aparecido a Sim�n. Y ellos contaron lo que les hab�a pasado en el camino y c�mo le reconocieron en la fracci�n del pan. Primero Cristo se detiene en la ense�anza de las Escrituras, que llevan a Cristo, y luego �l, por la consagraci�n eucar�stica, est� ante ellos por su real presencia eucar�stica y resucitado.

    68. La frase �fracci�n del pan,� anterior a su espec�fico uso cristiano, es aqu� s�ntesis de �tom� el pan, lo parti�.,� ambas f�rmulas son del rito jud�o. Y Cristo ten�a su rito, como se ve en los sin�pticos. De aqu� que el clis� de la �bendici�n� del pan en Ema�s pudiese, por su uso euca-r�stico, revertir sobre la f�rmula hist�rica primitiva de bendici�n de la comida, evocando a esta hora, en cierto sentido, la Eucarist�a, pero sin exigir, por ello, el que fuese la Eucarist�a este rito.

    69. . �Perseveraban en o�r la ense�anza de los ap�stoles, y en la uni�n, en la fracci�n del pan y en la oraci�n� Hechos 2:42-47

    70. EL SE�OR LES BENDIGA

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